La nueva generación ya está con nosotros, puesto que hasta hace escasos días ver una PlayStation 5 en una tienda era una ardua tarea. En mi caso compré la PlayStation 5 un mes después de su lanzamiento oficial tras pelearme casi durante una hora con el servidor sobresaturado de cierto conocido comercio. Por mi parte ha sido la primera videoconsola que he podido tener en mis manos en el momento del lanzamiento, puesto que en las demás que he tenido como mínimo me he tenido que esperar un año.
La anterior generación consiguió disminuir drásticamente la diferencia entre consolas y PC. No solo porque contase con la misma arquitectura, sino porque la diferencia jugable era cada vez menor. Lejos han quedado esos tiempos donde muchas veces los videojuegos tenían que tener ports recortados de PC. Tener una PlayStation 4 o Xbox one era sinónimo de tener prácticamente una sensación de PC de gama media a un coste mucho menor sin muchas complicaciones.
Por ello, el ver que PS4 y Xbox One les costaba tanto envejecer han hecho surgir las dudas de si merece este salto de generación. Además, parece que va a ocurrir un periodo de transición mayor que con PS3 y XBOX 360, es decir, tendrán juegos durante más tiempo que sus antecesoras. Es por ello que en este artículo me detendré a decir si merece la pena el salto o no y cual ha sido mi experiencia en estos dos años.
Primera toma de contacto
Una de las primeras cosas que me llamaron la atención fue su “curioso” diseño. Personalmente prefiero diseños más sobrios, pero tampoco me parece un mal diseño. Lo que no me gusta en cuanto a su diseño es como queda de manera horizontal, es decir tumbada. Al contrario que anteriores videoconsolas de Sony, esta viene con una base para adaptarla a las dos posiciones dentro de la propia caja. Esta consola se nota claramente que está diseñada para estar en vertical, puesto que en horizontal su diseño no convence. Pero al contar con la base se puede mantener en esa posición, aunque no sea elegante.
Los materiales externos de la consola no me convencieron tampoco. Las tapas se notan delgadas y el plástico de la consola no se nota tan premium como en la anterior generación. Además, la tapa frontal, donde están los botones y USB frontales tiene un material cromado que hay que tener cuidado puesto que se marca fácilmente. Algo que ya pasaba con el primer modelo de PS3 o la tapa del disco duro de las primeras PS4. Las otras dos tapas afortunadamente son remplazables fácilmente y Sony vende tapas alternativas de variados colores. Algo muy positivo es que permite quitárselas sin perder la garantía. Esto nos permite limpiar el ventilador sin perder la garantía. Es más, tiene un orificio para aspirar y succionar el polvo de su interior. Esto me parece digno de aplaudir puesto que no es algo que haya visto en el mercado de las videoconsolas por ahora.
A la hora de probarla por primera vez lo que más me sorprendió fue el silencio. Acostumbrado a videoconsolas y ordenadores que hacen mucho ruido al refrigerarse me ha parecido increíble como una videoconsola con tanta potencia pueda refrigerarse sin hacer el mínimo ruido. El rumoreado “coil whine” únicamente es perceptible con si quitamos el sonido del televisor y si no estamos muy lejos de la consola. Un sonido que sí era molesto en el inicio era el de la lectora. En PlayStation 5 se programó que en los juegos físicos la lectora hiciese una comprobación cuando llevas un rato jugando. Al principio era muy sonoro, puesto que duraba un minuto el sonido del lector funcionando. Pero con actualizaciones lo cambiaron y aunque sigue encendiéndose es casi imperceptible. He de destacar que después de dos años de uso intenso la videoconsola sigue igual de silenciosa que el primer día.
El Dualsense, ¿Una revolución?
Una de las apuestas de Sony en esta generación fue el Dualsense, un mando que introducía características inéditas en el mundo de los videojuegos. En cuando al tacto, han continuado ofreciendo un mando ergonómico como en PlayStation 4. El mando es algo más grande y tiene más peso, por esta razón me sigue pareciendo más cómodo el de la pasada generación. Tiene incorporado un micrófono en el mando (además de altavoz que ya contaba su anterior versión). Esto es muy cómodo puesto que nos permite hacer chat de voz de manera muy cómoda sin andar con auriculares, además de que tiene buena calidad.
Evolución de los mandos de PlayStation
En cuanto a los gatillos, para mí es un arma de doble filo. Tenemos un juego gratuito que nos permite explorar todas las posibilidades del mando, algo que recomiendo ya que es divertido y se trata de una oda a la historia de PlayStation. Este título ofrece unas posibilidades enormes al mando, tanto por los gatillos, micrófono, giroscópio…El problema es que la mayoría de títulos no exprimen al máximo estas posibilidades del mando, es más, en ciertos títulos me ha parecido incómodo tener los gatillos activados. Los juegos de disparos si que suelen aprovechar muy bien estos gatillos, aunque si vas a tener una sesión de juego larga te cansará más las manos. Otro título que lo aprovechó de manera muy ingeniosa fue Scarlet Nexus.
¿Se nota la actualización del hardware? Hablamos del almacenamiento
En primer lugar, quiero hablar del SSD de esta videoconsola, puesto que es la primera consola junto a su homóloga de Microsoft que viene con un SSD de fábrica. Algo que no me pareció muy positivo es que Sony recortase en la capacidad, puesto que esta viene equipada con 825GB de serie en vez del Terabyte que ya venían muchas de su consola de anterior generación. Esto me ha parecido un error, puesto que los videojuegos cada vez que evolucionan tienen a usar más espacio. Afortunadamente Sony tiene una tecnología llamada Kraken que hace que sus juegos ocupen menos que en otras plataformas, lo que permite suplir este espacio de menos.
CyberPunk aprovecha muy bien esta nueva generación
He de indicar que el SSD marca mucho la diferencia con la anterior generación. Aún recuerdo como en ciertos títulos como Skyrim o Fallout 4 te podías quedar esperando un minuto entero a que cargase el mapa. Aun sustituyendo los discos duros por SSD Sata seguían contando con tiempos de carga altísimos. En PS5 he visto como estos prácticamente se han suprimido, sobre todo en ciertos títulos que se ha optimizado es inexistente. Un caso curioso fue el Yakuza Like a Dragon, que la carga era tan rápida que no me permitía leer los textos de la pantalla de carga. Al inicio no teníamos la posibilidad de ampliar la capacidad de almacenamiento, cosa que ha cambiado. Debido a que ocupan menos los juegos y que suelo borrarlos que me paso de momento no me he sentido ahogado con el almacenamiento.
¿Un salto grafico notorio?
En mi caso vengo de una PS4 Pro, aunque fui poseedor de la PS4 original. Esto es importante recalcarlo puesto que el salto será más notorio para aquellos que no tuvieran un modelo Pro o X. En este sentido tenemos una de cal y otra de arena. Como muchos sabéis, estas videoconsolas cuentan con trazado de rayos. En mi experiencia durante estos dos años es que todavía es muy pronto para dar este salto , en cuanto a trazado de rayos me refiero. Los títulos con trazado de rayos estaban más limitados a 30 fotogramas e incluso alguna ralentización, por lo que yo he optado en no utilizarlo.
La mayoría de los títulos vienen con opciones de rendimiento o priorizar gráficos. Algunos dejan la elección de activar trazado de rayos o no. Esto es muy positivo puesto que permite jugar a la mayoría de los títulos a 60 fotogramas por segundo sin apenas perder detalle gráfico. En PS4 o Xbox One debíamos contar con el modelo Pro para tener acceso a estas opciones y no todos los títulos lo permitían. El hecho de activar los 60 fotogramas siempre se notaba en la calidad de los gráficos. Ahora en PS5 es muy disfrutable poder disfrutar los 60 fotogramas sin apenas hacer grandes sacrificios.
Deathloop se ve increible aún en modo rendimiento
En cuanto la diferencia de generaciones debo admitir que todavía es pronto para notar los cambios importantes. La mayoría de los títulos son intergeneracionales, por lo que mientras esto no cambie no habrá una diferencia abismal respecto a aquellos que ya seamos poseedores de un modelo pro de la anterior generación en cuanto a detalle gráfico, pero si en fotogramas y tiempo de carga. Aún así hay juegos que han sabido exprimir bastante el detalle gráfico de PS5, como The Quarry o Calisto Protocol.
Recuperamos la ansiada retrocompatibilidad
Una característica de esta nueva PlayStation 5 es que recupera la retrocompatibilidad. La PlayStation 4 no era retro compatible, algo que los usuarios deseábamos recuperar. En mi experiencia esta retrocompatibilidad ha sido implementada de manera muy positiva. No es necesario hacer descarga alguna como tenía Microsoft en su retrocompatibilidad, sino que con introducir el disco ya la consola empieza a copiar su contenido. La compatibilidad es perfecta, apenas hay títulos que no sean compatibles, solo seis títulos no son compatibles.
La PlayStation 5 nos permite usar en los títulos retro compatibles tanto el mando DualSense como el original de PlayStation 4. Eso sí, el mando de la anterior generación no pude usarse con títulos de nueva generación, aunque no hagan uso de los gatillos. Es curioso puesto que es posible usar el juego a distancia en PC con un mando de anterior generación y usarlo con títulos de la actual generación. En cuanto a las mejoras de la retrocompatibilidad, notamos mejora en rendimiento y tiempos de carga. Los tiempos de carga, aunque mejoran, no es una diferencia sustancial, es decir, no aprovechan todo el potencial del SSD. Habría sido bueno que esto pasara como ha hecho Microsoft, pero imagino que lo habrán limitado por compatibilidad en los títulos.
The Quarry aprovecha muy bien el hardware de PS5
La mejora de rendimiento si es notoria. Uno de los juegos que volví a disfrutar es de Fallout 4. Este juego en PS4, tanto la normal como la Pro, le noté tirones sobre todo cuando teníamos muchos enemigos en pantalla. He de decir que en PS5 no he notado ni una sola ralentización, por lo que aquellos juegos que tuvieran problemas de rendimiento en PS4 pueden redimirse en la actual generación. Gráficamente mejora en cierta manera, puesto que se juega con las mejoras gráficas de PS4 Pro. Los juegos que tienen resolución dinámica se suelen mantener en la resolución más alta al tener la consola más potencia.
Conclusiones, ¿Merece la pena el salto ahora a PS5?
Mi respuesta a esta pregunta es afirmativa, merece la pena el salto actualmente. Aunque la mayoría de los títulos todavía sean multigeneracionales, el salto en definición merece la pena. Creo que hasta que no pase un año más no empezarán a notarse fuertemente las exclusividades de esta nueva generación. Aunque disfrutes de los mismos juegos los podrás disfrutar a mayor resolución y mejores fotogramas sin mucho sacrificio. Los juegos de anterior generación funcionarán mejor y serán más disfrutables. Y los largos tiempos de carga serán olvidades, y pensarás como yo que como has podido soportar los tiempos de carga de Skyrim o Fallout 4.
Un salto gráfico notorio
Creo que ahora es un buen momento puesto que empiezo a ver mayores Stock de videoconsolas de actual generación y que poco a poco empezará a abandonarse la publicación en anterior generación. Tampoco creo que haya que apresurarse, creo que 2023 será un año igualmente disfrutable para los poseedores de la anterior generación. Pero los avances en videojuegos y la cada vez mayor distribución de estas videoconsolas auguran un 2024 más difícil para la anterior generación.
