La última actualización de Windows 11 desata el caos entre los usuarios de unidades SSD de Western Digital

La última actualización de Windows 11 desata el caos entre los usuarios de unidades SSD de Western Digital

Al parecer, la última actualización de Windows 11 de Microsoft, la versión 24H2, que incorpora todo tipo de nuevas funciones y mejoras en materia de IA, se ha topado con un ligero inconveniente.

Los usuarios de unidades SSD NVMe de Western Digital se encuentran con graves problemas, como constantes bloqueos de BSOD («Blue Screen of Death», pantalla azul de la muerte). Según parece, el problema afecta principalmente a las unidades SSD WD Black SN770 y WD Blue SN580, que no disponen de caché basada en DRAM.

En su lugar, se basan en algo denominado HMB (Host Memory Buffer), que viene con la versión 1.2 del estándar NVMe. Gracias a ella, pueden utilizar la memoria RAM del sistema como caché y, por lo general, estas unidades aprovechan unos 64 MB.

Pero, con la nueva actualización de Windows 11 24H2, el sistema reserva de repente hasta 200 MB para la caché de E/S, es decir, bastante más que los habituales 64 MB. Parece que esos 136 MB adicionales están afectando a las unidades SSD, y probablemente sean la causa de los frecuentes bloqueos por BSOD.

En los foros de Western Digital proliferan los usuarios que informan de tales problemas. Según la mayoría, volver a la versión anterior de Windows 11 (23H2) soluciona los problemas, lo que parece indicar que la nueva actualización es el origen del problema.

Esta circunstancia se enmarca en un patrón más amplio de las últimas actualizaciones llevadas a cabo por parte de Microsoft. Desde que reemplazaron sus tradicionales pruebas internas mediante el programa Windows Insider, parece que los usuarios comunes se han convertido en beta testers no oficiales. Algunas actualizaciones, efectivamente, mejoran el rendimiento, pero otras, como esta, pueden hacer que los sistemas se vuelvan inestables.

Para aquellos que se encuentren en esta problemática, existe una solución que consiste en realizar algunos ajustes en el registro para limitar el HMB a 64 MB o incluso deshabilitarlo en su totalidad. Es posible que reduzca el rendimiento durante las transferencias de archivos de gran tamaño, no obstante, debería semiestabilizar Windows 11 24H2 tras un reinicio.

Vía: NotebookCheck

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