Microsoft ha lanzado la actualización de agosto de 2023 para Windows 11, que se centra en abordar el problema de las unidades SSD NVMe. Desde el lanzamiento inicial de Windows 11, muchos usuarios han estado reportando problemas de rendimiento en sus unidades de almacenamiento NVMe.
Estas unidades de estado sólido ofrecen una velocidad y eficiencia impresionantes en comparación con los discos duros tradicionales. Algo que en Windows 11 no podía aprovecharse del todo. Algunos usuarios experimentaron tiempos de inicio más lentos, retrasos en la apertura de aplicaciones y otros problemas relacionados con la velocidad de lectura y escritura en sus SSD NVMe.
La actualización de agosto de 2023 se presenta como una respuesta directa a estos problemas. A través de esta actualización, se espera que los usuarios noten mejoras sustanciales en términos de velocidad y eficiencia en sus unidades SSD NVMe. Una de las principales áreas de enfoque en esta actualización es la optimización de los controladores y protocolos que interactúan con las SSD NVMe.
Microsoft ha realizado ajustes en la forma en que el sistema operativo se comunica con estas unidades, lo que debería resultar en una mayor velocidad de acceso a los datos y una reducción de los retrasos que algunos usuarios habían estado experimentando. Además, se espera que esta actualización solucione los problemas con la fragmentación y la gestión de caché en las unidades NVMe. Esto debería contribuir aún más a la mejora del rendimiento.
Vía: Guru3D