Nadie duda de que el verano es la época del año que más nos acerca al agua, ya sea en un viaje a la playa o un chapuzón en la piscina, lo que incrementa las opciones de que se produzca un accidental y pocas veces deseado encuentro entre el agua y nuestros dispositivos electrónicos. Conscientes de este hecho, desde PcComponentes se recomienda atender a 4 claves para proteger al máximo nuestros dispositivos en relación al agua, así como consejos para saber cómo actuar en caso de que alguno de nuestros equipos se moje.
Cómo proteger mi dispositivo para evitar daños causados por el agua
Cualquier elemento de protección física, como carcasas o protectores de pantalla, actúan como una capa adicional frente al agua. Es recomendable contar con fundas impermeables o bolsas cerradas que cubran completamente el dispositivo o hagan estanco, así como gomas que protegen del agua, la suciedad o el polvo de las tomas principales del dispositivo, como el conector de carga o la entrada de los auriculares.
Cómo afecta el agua a los dispositivos electrónicos y cuáles son los principales daños que les puede causar
El principal daño que el agua provoca sobre nuestros dispositivos tiene que ver con su alta reactividad con los materiales metálicos que los integran, que suele tener como resultado más habitual la corrosión de los mismos. Como consecuencia, el daño ocasionado sobre algunos de los componentes de un aparato electrónico hace que se incremente el riesgo de cortocircuitos o de la rotura de algunas de sus partes.
Además, el hecho de que muchas de las exposiciones al agua en verano sean en el mar o en piscinas no ayuda en absoluto, ya que las altas concentraciones de sal y cloro que contienen, respectivamente, son agentes que pueden potenciar esta corrosión.
Qué es lo que debo hacer si descubro que mi dispositivo se ha mojado
Lo primero es apagar el dispositivo o desconectarlo de la corriente eléctrica, y evitar bajo ningún concepto ponerlo a cargar. Si es posible, debe retirarse la batería y meter el aparato durante 24-48 horas en un recipiente con bolsas de sílice, que suelen incluirse con mucha frecuencia en el packaging de calzado, prendas de ropa o determinados alimentos. También es recomendable recurrir a la ayuda de profesionales especializados, por lo que se aconseja llevar el dispositivo a un servicio de reparaciones para realizar una limpieza y revisar la corrosión de sus componentes internos.
En ocasiones, el aparato puede sufrir un contacto indeseado con el agua sin que el usuario sea consciente de ello. Para estos casos, prestemos especial atención a deterioros inesperados en el funcionamiento del gadget, tales como pérdidas de cobertura, apagados repentinos, bloqueos, niveles de carga incorrectos, caídas en el porcentaje de carga o calentamientos excesivos, que nos pueden dar pistas sobre el daño de algún componente por efecto del agua.
¿Son eficaces soluciones tradicionales como el empleo de arroz para ‘secar’ el interior de un aparato electrónico?
No suelen serlo, y mucho menos el empleo de un recipiente con arroz. Aunque es cierto que el arroz es capaz de absorber la humedad, este puede dejar nuevos residuos que deterioran aún más el interior del dispositivo, como es el caso del almidón. Otro error habitual es el empleo de un secador de pelo como solución, ya que al propulsar aire, puede introducir el agua en zonas de difícil acceso y mojar otras que no se habían llegado a mojar inicialmente.
Por último, uno de los errores más peligrosos es intentar cargar el aparato como si no pasara nada. Los conectores de carga suelen contar con una protección que evita posibles filtraciones de líquidos hacia las partes más sensibles de su interior, pero esto puede no ser así con los contactos de los cables de carga, que pueden mojarse al ser conectados y convertirse en peligrosos transmisores de electricidad a través del agua.