
Microsoft ha actualizado su guía oficial de rendimiento de Windows, y por primera vez, admite que dos funciones integradas del sistema pueden afectar al rendimiento general del PC: la sincronización de archivos con OneDrive y los efectos visuales del sistema operativo.
El nuevo documento, publicado en la página de soporte de Microsoft, forma parte de una lista de diez recomendaciones para mejorar la velocidad de Windows. Aunque la mayoría son consejos habituales, como mantener el software actualizado, eliminar aplicaciones de inicio o analizar el sistema en busca de malware, solo estas dos implican un compromiso directo entre comodidad y rendimiento.
OneDrive puede consumir recursos y ralentizar el sistema
OneDrive, activado por defecto tanto en Windows 10 como en Windows 11, sincroniza automáticamente los archivos locales con la nube de Microsoft para garantizar su disponibilidad y respaldo. No obstante, este proceso se ejecuta en segundo plano, supervisando constantemente los cambios en los archivos y consumiendo recursos del sistema, como CPU, memoria y ancho de banda.
Según la compañía, pausar o desactivar temporalmente la sincronización puede mejorar notablemente la velocidad y la capacidad de respuesta del sistema, especialmente en equipos con unidades de almacenamiento lentas o hardware limitado. Microsoft aclara que la medida es recomendable cuando no se necesita realizar copias de seguridad inmediatas en la nube.
Los efectos visuales también impactan en el rendimiento
El segundo ajuste recomendado afecta a los efectos visuales de Windows, como las transparencias, sombras y animaciones que hacen más fluida la interfaz. Aunque aportan un aspecto más moderno, también requieren ciclos adicionales de CPU y GPU, lo que puede provocar caídas de rendimiento en equipos modestos o antiguos.
El soporte técnico sugiere acceder a Configuración avanzada del sistema → Opciones de rendimiento y seleccionar la opción “Ajustar para obtener el mejor rendimiento”. Esta configuración desactiva la mayoría de los adornos visuales sin alterar la estabilidad ni la funcionalidad del sistema operativo.
Microsoft busca optimizar Windows para todo tipo de hardware
Este reconocimiento supone un cambio de postura poco habitual para Microsoft, al admitir públicamente que las configuraciones por defecto pueden causar ralentizaciones. Con ello, la compañía refuerza su enfoque en optimizar Windows para diferentes perfiles de hardware, desde equipos de alto rendimiento hasta PC de generaciones anteriores.
Las recomendaciones no afectan a la seguridad ni a la estabilidad del sistema, pero pueden mejorar la velocidad de carga de aplicaciones y la fluidez general, algo especialmente útil para usuarios con equipos de gama baja o portátiles antiguos.
Vía: Guru3D