Zebra sostiene que el metaverso se está convirtiendo en una opción más en la estrategia omnicanal del sector retail, pero que su integración tiene que hacerse de forma progresiva e inteligente, apostando primero por un modelo de “gemelo digital”.
Actualmente, ya hay tiendas de moda que están creando espacios virtuales donde los clientes pueden disfrutar de experiencias inmersivas y vestir a sus avatares antes de comprar los productos. Recientemente, se ha organizado una Semana de la Moda en el Metaverso, en la que las marcas han podido mostrar sus últimas creaciones. Al mismo tiempo, las tiendas de alimentación también quieren instalarse en este nuevo “mundo”, ofreciendo a los clientes un comercio virtual que pueden recorrer para buscar sus productos preferidos, llenar su cesta, pagar, consultar anuncios o acceder a ofertas, recibiendo luego la compra en su domicilio. Incluso ya es posible pedir una hamburguesa en el metaverso y recibirla en casa a la hora de comer.
“Como vemos, son muchas las empresas que están empezando a trabajar con la idea del metaverso, pero ¿será esta opción realmente atractiva para los consumidores?, ¿y si la estrategia de «constrúyelo y el cliente vendrá en masa» no funciona?”, señala Biswa Sengupta, Technical Fellow and Global Head of Machine Learning en Zebra Technologies. “La clave está en hacerlo todo de forma progresiva, ajustando el binomio producto-mercado antes de empezar a abrir tiendas virtuales o utilizar monedas digitales o tokens para la compra/venta de activos. El metaverso puede considerarse también como un campo de experimentación virtual perfecto. Un gemelo digital en el que podamos crear, entrenar y desplegar las más innovadoras tecnologías de aprendizaje automático, desde visión por ordenador (CV), a procesamiento del lenguaje natural (NLP) o aprendizaje por refuerzo (RL), para desarrollar nuevas experiencias de consumo”.
El primer paso debe ser construir un gemelo digital, es decir una especie de metaverso simplificado, un entorno que permita tener visibilidad de todos los activos (productos, empleados, cadena de distribución, etc.) y recopilar información. Aquí será posible utilizar tecnologías de visión por ordenador, como las SmartLens Gen II, para medir la oferta y la demanda en tiempo real en la tienda, analizar qué tareas son más prioritarias o tomar decisiones sobre desarrollos futuros.
Al mismo tiempo, si el gemelo digital se construye con rigor, será posible crear mundos sintéticos y diversos subconjuntos para comprobar qué efecto provocan multitud de variables. Desde qué pasa si la tienda está pintada de rojo en lugar de blanco, a cientos de permutaciones de productos (la fruta y la verdura en la tienda tendrá un aspecto diferente si se miran desde la izquierda o la derecha, de noche o de día).
En resumen, una adopción inteligente y progresiva puede llevar a las empresas a evolucionar, desde las útiles experiencias virtuales actuales, hasta los modelos de gemelo digital y el metaverso, reduciendo el riesgo de desajustes entre el producto y las necesidades del mercado.
