Análisis Starfield – A Bethesda se le empiezan a ver las costuras

Análisis Starfield – A Bethesda se le empiezan a ver las costuras

Hola a todos y bienvenidos de nuevo Fanátic@s. Hoy os traemos uno de los lanzamientos más esperados del año, una nueva IP de la aclamada desarrolladora Bethesda, que esta vez nos lleva a la exploración espacial con Starfield. Este RPG nos llevará a explorar diferentes confines de la galaxia en busca de fragmentos de un artefacto misterioso, mientras mejoramos nuestro personaje, creamos nuestra propia nave o nos asentamos en cualquier planeta de nuestro gusto.

 

STARFIELD: LA FIRMA DE BETHESDA

 

EL MUNDO:

Starfield nos presenta una épica espacial, donde nuestro personaje formará parte de una exclusiva y secreta organización que nos encomienda la búsqueda de los fragmentos de un artefacto diseminados por la galaxia.

El resto de la historia os dejo descubrirla por vosotros mismos, pero os puedo asegurar que te mantiene entretenido durante toda su extensión. Eso si sois capaces de manteneros centrados con la misión principal, porque seremos contantemente salpicados con el cartel de «Nueva misión secundaria disponible» a cada paso de cada planeta que pisemos.

Esto entra dentro de la fórmula que lleva utilizando Bethesda en sus juegos para crear una densidad de contenido muy grande, pero que en este caso debido a la extensión del título ha crecido a niveles preocupantes, llegando a agobiar la lista interminable de tareas a realizar, una queja que ya ha sido muy habitual en los títulos de Ubisoft, muy dados a saturar el mini-mapa de tareas para darle al jugador algo que hacer.

Algunas misiones secundarias son entretenidas y llenas de contenido, otras triviales, pero lo que tienen todas las misiones en común tanto de la historia como del resto de misiones son los diálogos. Una preocupación creciente en los jugadores de los RPG de esta desarrolladora ha sido la simplificación de los mismos a la hora de dar opciones para enfrentar diversas situaciones, y en este título desafortunadamente sigue la tendencia. Por no hablar de la regresión en el plano de cámara y la ausencia de animaciones durante los diálogos.

Muchas cosas que ignorar para disfrutar de lo que, por otra parte, es una historia bastante entretenida.

Análisis Starfield - A Bethesda se le empiezan a ver las costuras

CRAFTEO, PERSONALIZACIÓN Y MODULARIDAD:

Una de las cosas más positivas del juego, la posibilidad de crear y mejorar todo. Equipo, accesorios, medicinas, armas o nuestra nave, todo ello lo podemos mejorar si contamos con el dinero y los materiales adecuados.

Para ello hay dos mecánicas principales, una de investigación, donde iremos desbloqueando diversas mejoras nuevas, así como materiales. Y otra de crafteo donde podremos crear todos esos materiales que luego usaremos en las mejoras. Todas estas mejoras e investigaciones las haremos desde diversas estaciones de trabajo dedicadas a ello, y que personalmente preferiría que estuvieran más unificadas, ya que especialmente al comienzo es bastante confuso para entender qué hay que hacer, con qué, y en que estaciones conviene gastar nuestros primeros recursos, puesto que luego tanto el dinero como los recursos no será un problema fuera de gestionar el inventario, algo de lo que hablaremos luego.

Tanto al equipo como a las armas, les podemos añadir diversas propiedades más allá de simples mejoras, si no que podremos añadir propiedades especiales como mejora de carga, estamina, armadura contra diversos tipos de daño, y en armas daños especiales o probabilidades de más botiquines por cada enemigo derrotado por poner un ejemplo.

EL PERSONAJE:

Nuestro personaje cuenta también con un conocido árbol de habilidades que podemos ir ampliando mediante subidas de nivel, y que además podremos mejorar hasta 4 niveles en cada habilidad según vayamos completando los requisitos que nos exige para el siguiente nivel.

Contaremos también con un inventario personal, de compañero y de la nave, a cada cual peor de gestionar. No ayuda la cantidad de recursos necesarios para craftear los diversos objetos y mejoras, lo que saturará nuestro inventario impidiendo que corramos un largo rato, ya que nuestra barra de fatiga se llenará rápidamente.

Para dejar objetos a nuestro compañero deberemos abrir un diálogo con él, y navegar por una IU bastante obtusa y nada intuitiva, lo mismo se puede aplicar a nuestra nave, así que deberemos usar mods o armarnos de paciencia para gestionar un inventario que no hará más que saturarse de manera continua.

CREATION ENGINE; YA NO HAY POR DONDE COGERLO

 

El mayor lastre de este juego, y personalmente desde Fallout 4, es el motor gráfico que Bethesda se empeña en seguir exprimiendo juego tras juego y que muestra ya unas limitaciones que afectan a la experiencia jugable.

El estándar en los videojuegos ha seguido subiendo, así que encontrarnos con mecánicas anacrónicas choca bastante durante la experiencia de juego, y es que otros títulos como No Man’s Sky, Elite: Dangerous o Star Citizen, han puesto el listón bastante alto en lo relacionado con los juegos del espacio, así como otros juegos RPG como The Outer Worlds o Cyberpunk 2077 lo han puesto en los diálogos y en el uso de cámaras y cinemáticas.

 

LOS PROBLEMAS:

  • El juego está seriamente limitado en lo que a libertad para manejar nuestra nave se refiere, solo podemos pilotarla en secciones vacías del espacio donde ocasionalmente combatiremos contra otras naves que tampoco ofrecen un gran desafío. Esto me choca especialmente con el cariño que se le ha puesto al editor de naves, donde podemos crear el tipo de nave que deseemos sin problema ni limitación alguna, una lástima que no podamos aterrizarla en un planeta o volar dentro de la atmósfera a nuestro antojo. Por no hablar de una ausencia completa de mecánicas EVA, que, por otro lado, no sorprenden dada la simplicidad de todas las misiones y diseño de niveles en el espacio.

 

  • La exploración planetaria también se ve seriamente afectada, y es que solo podemos acceder a zonas aleatorias desde el espacio, donde nuestra nave aterrizará mediante una pantalla de carga y una cinemática, y que generará zonas con puntos de interés prácticamente idénticas independientemente de la zona del planeta o del tipo de planeta que investiguemos, un patrón que salta a la vista muy rápido y que envejece muy mal, limitando el lado de la exploración espacial a usar el escáner desde la nave y luego en tierra escanear plantas, animales y minerales sin mucho más que hacer.
  • Seguimos con las pantallas de carga. Bethesda recomienda un SSD y no me sorprende, la cantidad de tiempos de carga que emplea este juego para acceder a cualquier zona del mapa llama la atención. En una época donde los juegos se vanaglorian de mundos sin tiempos de carga y de que el jugador tenga la experiencia más orgánica posible, Starfield ignora todo eso para ofrecer una experiencia constantemente fragmentada. ¿Entrar en un edificio? Pantalla de carga. ¿Acceder a una estación? Pantalla de carga ¿Abordar una nave? Pantalla de carga. Y así constantemente. Lo que me pareció una experiencia molesta en Fallout 4, ocho años después me produce rechazo en Starfield.

 

  • Relacionado con las pantallas de carga tenemos el viaje rápido. Esta mecánica es tan versátil y cómoda de utilizar que hace irrelevante el viaje espacial y la exploración, permitiendo hacer dicho atajo a prácticamente cualquier lugar del juego.

 

  • Por último, los diálogos. Llevamos ya unos títulos de esta desarrolladora donde la calidad y variedad de los diálogos se ha visto disminuida. Donde antes había diálogos inteligentes y un uso del RPG para salirnos con la nuestra (en el primer Fallout podemos terminar el juego en la primera misión si hemos asignado todo a la elocuencia, convenciendo al malo de que no lo sea), ahora contamos con diálogos genéricos, que tampoco cambian mucho el resultado de la conversación. Sumado a esto, tenemos algo que me saca completamente del mundo, y es al iniciar una conversación, cuando la cámara se cambia automáticamente a un plano fijo delante de nuestro interlocutor, el cual es prácticamente inexpresivo, con la excepción de algún movimiento de mano o cabeza genérico.

CONCLUSIONES:

Starfield marca el comienzo de una nueva IP para Bethesda que cumple en la fórmula que ya conoce con el estilo de la historia y creación de su mundo, pero que se ve lastrado por aspectos anacrónicos heredados de un motor gráfico sin evolucionar que choca con los estándares jugables y de pulido actuales. Es un título perfectamente disfrutable y un buen comienzo para una nueva entrega, que espero sea capaz de evolucionar en muchos aspectos, dejando atrás elementos jugables reutilizados desde títulos tan antiguos como TES: Morrowind.

Como siempre os dejo un listado de las cosas que más y que menos me han gustado a lo largo de la review:

  •  Pros:
    • Historia
    • Cantidad y variedad de secundarias
    • Personalización de equipo y naves
    • Árbol de habilidades
  • Contras:
    • Simulador de tiempos de carga
    • Exploración de planetas escasa y repetitiva
    • Juego en el espacio irrelevante
    • Viaje rápido demasiado conveniente

 


Agradecemos a Bethesda la confianza depositada en nosotros al cedernos una clave de Starfield para su análisis.

 

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