Hoy en Fanáticos del Hardware os traemos Deep Beyond, un thriller interactivo en primera persona desarrollado por el estudio argentino AVIX Games, que viene a colocar un paso más en el género de la exploración narrativa. Lanzado el pasado 15 de mayo para PC y todas las consolas de antigua y nueva generación, Deep Beyond nos sumerge en las profundidades del océano para seguir a una exploradora marina en su búsqueda del misterioso paradero de su padre desaparecido. Todo ello envuelto en una interesante estética llena de color, texturas planas y mucha personalidad. ¿Logrará aterrizar todo lo que se propone?
En el corazón de Deep Beyond, se encuentra una mezcla de ideas con muchas buenas intenciones. Un thriller interactivo con aroma de Indiana Jones. Una exploradora en busca de respuestas. Un adorable compañero peludo. Una trama familiar en busca de reflexiones interesantes. Y es difícil no dejarse llevar por ese latido cálido, que parece que quiere abrazarte con su premisa sencilla y directa.
Un cuidado envoltorio
Desde el primer momento, el juego te envuelve en una atmósfera cuidadosamente construida. Los gráficos son de una simplicidad engañosa, a caballo entre el cómic, el cel shading y el low poly, con un resultado fascinante. Si esto lo juntas con un diseño sonoro envolvente, crean una sensación inmersiva, una especie de viaje sensorial. En ese aspecto, la apuesta estética es acertada. Sin duda, un enfoque en gráficos más realistas haría que la experiencia perdiera muchísimo peso.
Y eso no se lo puedo permitir en ninguna circunstancia, puesto que, al bucear un poco más profundo en su narrativa, la sensación de asombro inicial comienza a disiparse. Lo que en la superficie parece un océano de posibilidades y recuerda a propuestas de mucho más calado, rápidamente se revela como una laguna poco profunda. Y no es cuestión ni de duración, de ambición o de presupuesto. Creo que Deep Beyond, como walking simulator que es, falla a la hora de colocar sus recursos narrativos y mecánicos al servicio de lo que pretende contar.
No es que el juego sea malo o que no cumpla con lo que promete en su experiencia inicial. Es que se queda corto. La historia de Lilly y su búsqueda por respuestas en torno a su padre desaparecido parece contener el potencial para desvelar mucho más sobre su mundo, sus personajes y los misterios que lo rodean. Pero ese potencial nunca se materializa del todo.
Mecánicas sin engrasar
Al principio, parece que la narrativa ambiental va a ser una pieza fundamental en la trama. Y aunque presente, es tremendamente superficial. No es posible perderse objetos o detalles. Nadie aprenderá más o menos de la historia si decide o no salirse de los raíles por los que nos lleva el juego. Más que nada, porque ni siquiera tenemos la opción de ir un poco más allá.
A nivel mecánico, Deep Beyond confía en los puzles, los cuales son escasos y poco imaginativos. Más que un rompecabezas a resolver no es más que un trámite. Son desafíos ambientales que confían su resolución en caminar entre los dos o tres objetos con los que puedes interactuar. No hay sensación de eureka, porque no hay nada que descubrir. Eso solo tocar, probar e intentar las limitadas acciones hasta que termina funcionando. No son terribles y a nivel de diseño visual, están bien encajados con el ambiente, reforzando un poco la ambientación. Pero se sienten como ralentizadores en una historia que es corta de por sí.
Aun así, no es una mala experiencia. Encuentra su fortaleza en la combinación de sus elementos, más que en la profundidad de cada uno de ellos. Su corta duración, junto con una estructura narrativa que entrelaza fragmentos de historia con sencillos rompecabezas, mantiene al jugador al mando durante todo el viaje. Hay un ritmo constante de giros y descubrimientos que evita que el interés decaiga. Sin embargo, la sensación predominante es la de estar en un escenario cuidadosamente diseñado, como esas atracciones donde te subes a un carrito y ves cómo todo ocurre a tu alrededor sin la posibilidad real de intervenir. Esto no es un mundo vivo y que respira; es un teatro cuidadosamente orquestado.
Un grito desde la montaña
Lo que podría parecer una crítica severa no lo es tanto, porque no todos los juegos necesitan ser vastos para ser efectivos. Pero lo cierto es que Deep Beyond parece gritar su deseo de ser más grande. De ofrecer más profundidad en su narrativa, más artefactos por descubrir, más historia sobre la tripulación perdida, más detalles sobre la vida de Lilly y su conexión emocional con su padre. Hay una serie de oportunidades narrativas y jugables que el juego toca, pero nunca desarrolla del todo. Y es inevitable desear que sus muros se expandieran un poco más para permitirnos explorar esos rincones ocultos que tan atractivos se insinúan. Esto se nota en sus compases finales, donde sus ganas de cerrar con una gran fanfarria son más grandes que lo que pueden entregar.
Es justo decir que Deep Beyond no deja indiferente, y quizá lo más frustrante es que te deja con ganas de más. No por lo que te ofrece, sino por lo que insinúa. Hay lecciones que aprender de este título, y queda claro que su equipo creativo tiene la capacidad de construir algo sólido. Sin embargo, el juego cae en ciertos vicios, como la inclusión de puzles que, lejos de desafiar la mente del jugador, se reducen a simples recorridos repetitivos entre los pocos objetos con los que se puede interactuar. Esto recuerda al problema que enfrentó Hellblade, cuando intentaba justificar su condición de videojuego con rompecabezas que no hacían justicia a la calidad narrativa del título.
Nuestras conclusiones sobre Deep Beyond
A pesar de estos defectos, la estética sigue siendo uno de sus puntos más fuertes. Las profundidades submarinas que el juego retrata son hermosas, misteriosas, pero también limitadas. El deseo de perderse en ese océano es inevitable, pero las cadenas que atan a la experiencia son demasiado pesadas. Sin embargo, esas dos horas son suficientes para hacer que te preguntes cómo podría haber sido si el equipo detrás del juego hubiese dejado volar aún más su imaginación.
Es una experiencia que, aunque incompleta, tiene sus méritos. Es un título que vale la pena explorar, no solo por lo que es, sino por lo que podría llegar a ser. Las ideas están ahí, latiendo bajo la superficie. Ahora solo queda esperar que, en una posible secuela o expansión, esos conceptos encuentren el espacio y la libertad necesarios para desarrollarse plenamente.
Agradecemos a AVIX Games la confianza depositada en nosotros al ofrecernos una clave de Deep Beyond para su análisis en Switch
Fanáticos del Hardware otorga la medalla de BRONCE a Deep Beyond
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