Asobo Studio firma un título que se ha convertido de inmediato en uno de mis favoritos de este 2022
Os prometo que no soy especialmente fan de los juegos de sigilo, pero Asobo ya consiguió que eso no fuera un obstáculo para disfrutar muchísimo de A Plague Tale: Innocece. Un título que me sorprendió gratamente a través de una historia y unos personajes que hicieron que me olvidará completamente de que lo que ejecutaba a los mandos, no era mi especialidad. A Plague Tale: Requiem, secuela que retoma la historia unos meses después de los acontecimientos del primer juego ya está aquí, y es más y mejor en todos sus apartados. Pero hay una diferencia entre la primera parte y esta: ahora han conseguido calar hasta el corazón.
Amor en tiempos de guerra, ratas y un sinfín de desgracias
Porque de amor se habla en A Plague Tale: Requiem, el que se profesan Amicia y Hugo, uno que nos lleva hasta el límite en sus últimos y apoteósicos compases. Aunque por el camino ese amor siempre se verá mancillado por la guerra y la peste en forma de mareas de ratas que intentan aniquilarnos. La narrativa del título es, sin duda, su punto más fuerte. A lo largo de los 16 capítulos viviremos un carrusel de emociones y situaciones, siempre marcadas por un ritmo excelente durante toda la aventura.
Asobo nos quiere hablar del círculo de la violencia, de cómo la muerte solo trae más muerte y venganza, y lo hace de forma excelente, pero es imposible no perder de vista ese mensaje en nuestro viaje por lo más importante: proteger a Hugo. Amicia es un personaje que ha evolucionado con respecto a la primera entrega, sigue sin ser una máquina de matar ni mucho menos, pero ya no le afecta tener que hacerlo y, de hecho, se deja llevar por la espiral de violencia de buena gana con tal de salvar a su hermano.
Un sentimiento que se nos transmite de forma soberbia y que culmina de una forma magistral, poniendo en nosotros, los jugadores, el peso de lo que la joven debe hacer en última instancia. Es uno de esos momentos que se quedan grabados en nuestra retina, que nos dejan inertes en el sofá mientras vemos los créditos pasar ante nuestros ojos y que demuestran que el lenguaje que utilizan los videojuegos puede transmitir sensaciones que en otros medios, son imposibles.
Amicia es una luchadora, pero el sigilo sigue siendo la mejor opción
A Plague Tale: Requiem sigue siendo un juego enfocado en el sigilo. Sí, Amicia ahora puede apuñalar enemigos -con cuchillos consumibles que se rompen al utilizarlos-, utilizar una ballesta y mejorar sus habilidades en función a cómo resolvamos los conflictos. Así pues, si optamos por pasar entre las amenazas como fantasmas, poco a poco iremos desbloqueando mejoras para esta función. Lo mismo ocurre si nos encaramos con frecuencia a los enemigos o si nos centramos en el uso de la alquimia para librarnos de aquellos que intentan matarnos. Cada rama cuenta con sus propias mejoras que se irán desbloqueando de forma orgánica y natural según nuestro estilo de juego.
Si habéis jugado a la primera entrega, ya sabéis que esperar en este apartado: zonas que permiten superar los enfrentamientos de diferentes formas y con distintas estrategias. Muchos de estos momentos nos dejarán la sensación de estar resolviendo una suerte de puzle más que un desafío de sigilo al uso, especialmente cuando las ratas hacen aparición. Únicamente puedo criticar que en algunos puntos se abusen de oleadas de enemigos, con enfrentamientos que pueden resultar un tanto frustrantes, más que nada porque ni Amicia como personaje, ni su control, velocidad de movimiento o reacción a los mandos, está pensada para gestionar tantas cosas en tan poco tiempo, exigiendo una habilidad al jugador que no tengo claro debiera ser necesaria para un juego como este.
Preciosos entornos para explorar
No obstante, en este título nos encontramos también con múltiples zonas de exploración en las que conseguir coleccionables y compartir momentos de tranquilidad con nuestros acompañantes. Son remansos de paz que se agradecen entre tanta muerte y miseria -porque creedme, se pasa por mucho en este juego-, y añaden un componente distinto que cambia el ritmo del título. Además, estas zonas permiten disfrutar con calma de paisajes y escenarios maravillosos gracias a su apabullante apartado gráfico.
A Plague Tale: Requiem es precioso, aunque el rendimiento empaña la experiencia
Sí, a Plague Tale: Requiem tiene algunos problemas de rendimiento. He jugado el título tanto en PlayStation 5 como en Xbox Series X y en ambos casos nos encontramos con la limitación de los 30 fps con caídas, normalmente no muy notables salvo en un par de puntos. Y lo digo ya para quitármelo de encima, porque son suficientemente evidentes como para tener que mencionarlos, pero ni de lejos tan graves como para que me hayan hecho olvidar lo maravilloso que era todo lo que tenía ante mis ojos.
El juego tiene una calidad gráfica bestial. Si bien es cierto que no entiendo que se haya optado por no incluir un modo rendimiento en consolas, el resultado final es sobresaliente. Ya en los primeros minutos de juego, los paisajes naturales nos dejarán boquiabiertos y, como casi todo en este juego, cada vez va a más, dejando algunas postales para el recuerdo. Lo mismo se podría decir de su apartado sonoro, que, además, en esta ocasión cuenta con un excelente doblaje al castellano. La música, compuesta por Olivier Deriviere (Remember Me, Streets of Rage 4) es sobresaliente, con esos acordes tan característicos y marcados que nos avisan de que las ratas -y, por tanto, la muerte- están a punto de llegar.
Conclusiones A Plague Tale: Requiem
¿Tengo que decir que A Plague Tale: Requiem no es un juego perfecto? ¿Acaso alguno lo es? De acuerdo, no lo es. Una vez dejado esto atrás, puedo deciros que estamos ante un auténtico juegazo. Que incluso con los problemas de rendimiento y con algunas secciones jugables que me han parecido mal calibradas y hasta fuera de lugar, me ha enamorado. Porque cuando una obra está hecha con amor, teniendo claro qué se quiere contar y contándolo bien, que te hace conectar con sus personajes hasta llorar con ellos, centrarse en lo que podría estar mejor, me parece mezquino.
Así que, simplemente os diré para concluir, que si no habéis jugado la primera entrega, tendréis que hacerlo si queréis pasar por esta, ya que argumentalmente es imprescindible hacerlo. Y una vez hecho, si queréis uno de esos videojuegos que ofrecen una historia bien contada, unos personajes bien construidos, con los que empatizar, a los que querer y un videojuego de los que cuando terminas te dejan un vacío -en el buen sentido- como jugador, A Plague Tale: Requiem os dará todo esto. Uno de los títulos que más me han gustado este año y, aunque quedan grandes nombres por llegar, creo que será muy difícil hacerme olvidar a Amicia y Hugo en mucho tiempo.
Fanaticos del Hardware le otorga una medalla de ORO a A Plague Tale: Requiem
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