En los últimos años, los drones han irrumpido con fuerza en la vida de las personas de múltiples maneras y de hecho, según el Plan Estratégico de Drones de España, en 2016 nuestro país ya se situaba en el noveno puesto a nivel mundial en cuanto a desarrollo y producción de estos sistemas. Aunque actualmente la mayoría de drones tienen un uso lúdico, según el mencionado plan, se espera que en 2035 haya 400.000 destinados al uso profesional.
A pesar de que los drones son una herramienta muy útil en diferentes ámbitos, la inexperiencia de algunos usuarios y su mala utilización ya han generado problemas en lugares como aeropuertos. En este sentido, destaca el dato que da UK Airport Board (UKAB), el cual indica que en 2017 se produjeron en Reino Unido 92 casos en los que los drones estuvieron cerca de colisionar con aviones.
A pesar de que inicialmente fueron concebidos como una herramienta para el espionaje y la defensa nacional e internacional, los drones han evolucionado mucho desde entonces, ayudando a la manutención de infraestructuras, en labores de rescate e incluso en simples envíos de paquetería. Pero de no ser utilizados correctamente, pueden convertirse en un peligro para la seguridad. Por eso, los expertos de Excem Technologies, grupo de seguridad y ciberseguridad español con más de 30 años de experiencia, han identificado los principales riesgos que entraña el uso de drones y las claves para poder disfrutar con seguridad de esta tecnología.
Riesgos intencionados
Los riesgos intencionados asociados a los drones están principalmente relacionados con sus usos de defensa y espionaje, para lo que son una herramienta perfecta, tanto por su tamaño como por sus capacidades de desplazamiento.
En este sentido, los drones pueden llegar a suponer un gran riesgo en caso de ser usados para realizar algún tipo de ataque si las barreras de seguridad no son lo suficientemente potentes, ya que, por ejemplo, tienen mayor facilidad para acceder a eventos multitudinarios. También se han convertido en la herramienta perfecta para la extracción de datos debido a su capacidad de movilidad y cada vez más a sus nuevas funcionalidades.
Riesgos no intencionados
Los riesgos no intencionados están principalmente asociados a las colisiones accidentales que pueden tener los drones y, en ese contexto, pueden causar verdaderos problemas, como cuando en 2019 su presencia en el Aeropuerto Adolfo Suárez – Madrid Barajas causó la cancelación de las operaciones durante una hora.
Muchas veces, las colisiones involuntarias se producen a causa de fallos tanto del software como del hardware del dron, pero también se deben tener en cuenta aquellas situaciones en las que los fallos provienen del pilotaje. En concreto, este tipo de colisiones ponen en peligro las estructuras terrestres, e incluso a las personas, por lo que hay que tener mucho cuidado con su uso en zonas urbanas y evitar volar drones cerca de edificios con muchas cristaleras.
Al igual que ocurre con los aviones, la presencia de aves en el espacio aéreo supone para los drones un riesgo no intencionado habitual, ya que muchas veces es difícil que el piloto pueda reaccionar a tiempo ante un posible impacto. Por eso, desde Excem Technologies recomiendan limitar el uso de estos dispositivos a espacios abiertos, alejados de aeropuertos y en los que sepamos que no hay presencia de aves que puedan interferir en el vuelo y su operación en general.
Asimismo, los drones también son utilizados para desarrollar misiones de ayuda, como la búsqueda de supervivientes tras una catástrofe natural. Sin embargo, en muchas ocasiones, a causa de la complejidad del terreno, estos dispositivos se quedan inoperativos y no pueden completar su misión, porque suponen un riesgo. Por último, los drones pueden causar, de forma no intencionada, interferencias en los equipos de aeronaves cercanas, impidiendo un correcto pilotaje de la misma, por lo que hay que evitar usar estos sistemas en zonas aéreas concurridas.