El próximo Google Pixel 10a empieza a perfilarse gracias a una nueva filtración firmada por Evan Blass, que apunta a una continuidad casi total respecto al actual Pixel 9a. Aunque Google no ha hecho ningún anuncio oficial, la certificación del dispositivo en la base de datos de Verizon ha revelado varias de sus especificaciones clave.
Los datos confirman una pantalla AMOLED de 6,3 pulgadas con resolución Full HD+ y tasa de refresco de 120 Hz, manteniendo el mismo formato que el modelo anterior, lanzado a mediados de 2025.
Mismo conjunto de cámaras y batería de larga duración
El listado menciona una cámara principal de 48 MP (f/1.7) acompañada de un sensor ultra gran angular de 13 MP (f/2.2). En el frontal, el dispositivo integraría un sensor de 13 MP (f/2.2) para selfis y videollamadas. Todo apunta a que Google repetirá la configuración fotográfica del Pixel 9a, lo que refuerza la teoría de que el 10a será más una revisión técnica que un rediseño completo.
En cuanto a autonomía, la batería se mantendría en 5.100 mAh, con carga rápida por USB-C, idéntica a la generación previa. Este apartado, junto con la pantalla de alta tasa de refresco, consolidaría el equilibrio habitual de la serie A entre eficiencia y fluidez.
Sin Tensor G5 y posible uso de hardware heredado
La certificación no menciona el procesador, pero filtraciones anteriores sugieren que el Pixel 10a no utilizará el nuevo Tensor G5, reservado a los modelos superiores, sino una versión anterior del Tensor G4 o incluso un chip modificado derivado del Pixel 9a. Este movimiento no sería extraño: Google acostumbra a conservar componentes en sus teléfonos más asequibles para mantener precios competitivos.
El documento filtrado hace referencia al código interno “STA5”, abreviatura de “Stallion”, nombre en clave vinculado a esta versión. Varios analistas interpretan esta coincidencia como una confirmación de que el dispositivo ya se encuentra en la fase final de validación previa a su lanzamiento.
Continuismo o estrategia de contención
La información disponible indica que Google podría optar por un lanzamiento conservador, centrado en pequeños ajustes de pantalla, autonomía y soporte de software, sin cambios en el chasis ni en las cámaras. En ese caso, el Pixel 10a llegaría como una revisión del 9a, manteniendo su carácter de gama media asequible y el precio en torno a los 379€.
Si se cumplen los plazos habituales, el teléfono se presentaría durante el primer semestre de 2026, posiblemente junto con el Pixel 10 y Pixel 10 Pro, consolidando la línea como una de las más consistentes del ecosistema Android puro.
Vía: NotebookCheck
