Flashear la BIOS de una tarjeta gráfica para simular el comportamiento de un modelo superior es una técnica conocida entre entusiastas. El objetivo es aprovechar que, en muchas ocasiones, la diferencia entre dos GPUs de la misma familia radica en los límites de potencia y frecuencias más que en cambios drásticos de hardware.
El usuario u/noVa_realiZe compartió en el subreddit r/Radeon cómo transformó su AMD Radeon RX 9070 estándar en una versión casi equivalente a la RX 9070 XT, obteniendo mejoras notables en benchmarks y juegos.
Resultados en pruebas sintéticas
El salto más claro se observó en el benchmark 3DMark Steel Nomad:
- RX 9070 stock: 5.821 puntos.
- RX 9070 con BIOS de XT: 6.461 puntos (+11%).
- RX 9070 con BIOS XT y ajustes extra: 7.277 puntos (+25%).
Estos incrementos se lograron gracias a la relajación de límites de energía, que permiten a la tarjeta trabajar con mayor consumo y, en consecuencia, mantener frecuencias más altas durante la carga.
Impacto en videojuegos
Sin embargo, en juegos reales la ganancia fue más modesta: entre 8% y 12%. Esto se explica porque, en sesiones prolongadas, la GPU sufre mayor estrés térmico y no puede sostener las frecuencias máximas logradas en benchmarks de corta duración.
El flasheo no desbloquea unidades adicionales (como CUs, ROPs o TMUs), por lo que el aumento no proviene de más núcleos, sino de una mejor gestión del límite de potencia. En este caso, la tarjeta pasó de un consumo base de 220W a unos 300W, un incremento del 36%.
Riesgos y advertencias
Aunque los resultados pueden resultar atractivos, esta práctica tiene riesgos importantes:
- Degradación del chip por trabajar de forma continua fuera de sus parámetros oficiales.
- Mayor consumo energético y calor, lo que exige una refrigeración superior.
- Riesgo de bloquear la GPU si el flasheo se realiza de forma incorrecta.
- Ineficiencia energética, ya que el aumento de rendimiento no compensa proporcionalmente el mayor gasto eléctrico.
En resumen, flashear la BIOS de la RX 9070 con la de la RX 9070 XT puede proporcionar hasta un 25% extra en benchmarks y alrededor de un 10% en juegos, pero con un riesgo elevado de daños a largo plazo. Es una práctica reservada únicamente a usuarios avanzados que estén dispuestos a asumir los peligros de modificar el firmware de su GPU.
Vía: TechPowerUp
