Hoy en Fanáticos del Hardware os traemos Halls of Torment, un roguelite de supervivencia que ha estado disponible en acceso anticipado desde marzo, pero que finalmente estrena su versión 1.0 el pasado 24 de septiembre, tanto para ordenadores como para dispositivos móviles. Desarrollado por el estudio alemán Chasing Carrots, este juego nos invita a aniquilar hordas de monstruos en un infierno de acción y estrategia. Además, cuenta con una versión de prueba gratuita conocida como Prelude, que permite echar un primer vistazo a este adictivo y frenético título. Es una forma perfecta de introducirse en esta adictiva propuesta. Ya sabéis: La primera es gratis.
El destructor de horarios
Dentro del vasto y saturado mundo de los videojuegos independientes, donde cada día se lanzan decenas de títulos, Halls of Torment logra algo que muy pocos pueden: capturar tu atención y no soltarla ni un minuto. Este roguelite de supervivencia toma inspiración de Vampire Survivors, un referente en su género, pero lo viste con una estética que parece sacada directamente de los sombríos y oscuros rincones de aquel mítico Diablo 1. Lo que podría haber sido simplemente un clon más se convierte en un híbrido sorprendentemente adictivo y cautivador que mezcla lo mejor del RPG clásico con las mecánicas de los juegos modernos de acción y supervivencia.
Creo que la mejor forma de daros un resumen sencillo de todo el análisis es esta: Personalmente, es el videojuego de análisis al que más horas he dedicado sin necesidad de hacerlo. He jugado lo suficiente como para formarme una opinión clara, pero no podía dejarlo. Es un título que me ha robado horas de sueño y hasta ha interferido con mis obligaciones diarias (disculpas al jefe por el retraso del viernes pasado, pero estaba en una partida demasiado buena con el clérigo). La clave de su éxito no es simplemente que sea un juego sencillo o que se base en mejoras incrementales adictivas, sino que consigue hacerse un hueco en tu vida y en tu apretada agenda, algo que en el mercado actual de videojuegos no es fácil de lograr. Hazme caso, vas a querer jugar una partida al día, por lo civil o por lo criminal.
La unión hace la fuerza
Este es un punto crucial que a menudo se pasa por alto. Sí, es cierto que los juegos con mecánicas simples y mejoras incrementales suelen ser vistos como adictivos por naturaleza. Sin embargo, en un mercado donde diariamente se lanzan decenas de juegos, conseguir que uno logre destacar y robarte horas de sueño no es algo que deba darse por sentado. Halls of Torment lo hace, y lo hace bien. En un género que parecía haber alcanzado su punto álgido con Vampire Survivors, este juego se atreve a ofrecer algo más. Recoge las bases fundacionales de los roguelites de supervivencia, pero las combina con mecánicas y elementos del RPG clásico, creando una experiencia que se siente fresca y, al mismo tiempo, nostálgica.
Porque, sí, es inevitable señalar que Halls of Torment se siente como un cruce entre Vampire Survivors y Diablo 1. Qué narices, si lo dicen abiertamente. Pero reducirlo a eso sería injusto. Es un juego que entiende perfectamente las raíces de su género, pero que además tiene la audacia de introducir mecánicas del RPG clásico de manera tan natural que te preguntas por qué nadie lo había hecho antes. La mezcla entre la estética lúgubre de los primeros juegos de rol y la jugabilidad rápida y directa del roguelite crea un equilibrio perfecto. Es un juego que, sin darte cuenta, se convierte en una especie de ritual: una partida más, un tesoro más, una nueva habilidad. Y todo como si lo hubieras hecho siempre, cuando en realidad, el juego te está colando importantes novedades.
Sumando y sumando sistemas
Uno de los grandes aciertos de Halls of Torment es cómo añade capas de jugabilidad sin sobrecargar al jugador. Cada mecánica que introduce está perfectamente integrada con los demás. Los personajes hacen que la jugabilidad cambie de manera tan drástica que sientes que cada partida con uno de ellos es casi un juego distinto. Cada uno tiene estrategias únicas y habilidades específicas que modifican cómo te enfrentas a las hordas de enemigos. Los niveles, que se presentan como mazmorras, también ofrecen sus propios retos y jefes, lo que añade variedad a la experiencia. Ya que deja de ser un simple escenario a ser un protagonista de la partida.
A esta riqueza jugable se suma un sistema de progresión constante que resulta familiar y adictivo al mismo tiempo. Desde mejoras permanentes hasta la gestión de objetos, todo está diseñado para hacer que cada partida te acerque un poco más a tus objetivos. Las misiones y los desafíos no se sienten forzados, sino como una parte natural del progreso. Y la posibilidad de extraer objetos de las mazmorras con cierto riesgo añade una capa estratégica que te hará pensar dos veces antes de cada movimiento. Añadiendo un pensamiento de corto-medio plazo que me vuelve loco.
Este ritmo de juego fluido y constante se ve reforzado por una decisión estética tan acertada por lo arcade que resulta todo. Los fondos pre-renderizados, los modelos 3D casposos, la interfaz absurdamente sobrecargada… Es una estética muy consciente de sí misma, que busca que sea todo más divertido. ¿Cómo vas a tomarte en serio un juego donde trillones de esqueletos con lanza y perros del infierno se ven destruidos por un lanzallamas y rayos del cielo? Esta es la estética que debía de tener. Y ojalá más juegos se atrevieran a tener un diez por ciento del carisma que desprende este.
Nuestras conclusiones sobre Halls of Torment
Es importante destacar lo arriesgado que es para un juego como Halls of Torment lanzarse en un mercado donde su género parecía haber tocado techo con su primer gran exponente. Vampire Survivors puso el listón muy alto, y era fácil pensar que cualquier título posterior sería simplemente una imitación más. Pero este juego demuestra que, con el trabajo bien hecho, aún hay mucho espacio para innovar dentro del género. Y es en esa sencillez y en ese entendimiento profundo de lo que hace divertido a un juego de este tipo donde Halls of Torment brilla más.
Estamos ante una de esas experiencias que demuestran que, a veces, lo sencillo es lo más efectivo. Con una combinación de mecánicas roguelite y RPG clásico, una estética nostálgica pero eficaz, y un ritmo de juego que te mantiene enganchado partida tras partida, este título no solo es una excelente adición al género, sino uno de los mejores exponentes del mismo. Es un juego que, aunque no busca revolucionar el medio, demuestra que con una ejecución cuidada y un diseño inteligente, se puede seguir
Agradecemos al equipo de Chasing Carrots la confianza depositada en nosotros al cedernos una clave de Halls of Torment para su análisis en PC
Fanáticos del Hardware otorga la medalla de ORO a Halls of Torment
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