Si has merodeado lo suficiente por la escena indie, seguramente conozcas Castle Crashers, uno de los beat ‘em up más populares de los tiempos modernos. Además de incluir mecánicas de RPG, sistema de combos y una rejugabilidad que, visto a través de un prisma contemporáneo, tuvo ideas muy adelantadas a su tiempo. Ahora, el estudio detrás del popular Banner Saga parece querer tomar el relevo en el género de los beat ‘em up cooperativos con una gran rejugabilidad, porque Towerbone pinta como el juego que cubrirá todas nuestras necesidades si lo que echamos de menos es ir a dar palizas a unos enemigos en buena compañía.
La esperanza de la humanidad
Normalmente, este género no suele tener un gran énfasis en la historia, sirviendo más como un contexto que como un apartado propio del juego, pero sí que es verdad que, al menos por lo visto durante el tráiler del anuncio de Towerbone, y sabiendo lo que le gusta al estudio crear historias llamativas, esta podría ser la excepción que confirme la regla. Sabemos que la humanidad se ha acercado a la extinción, y nuestra única opción de salvarnos es ir a explorar qué es lo que está provocando esta maldición.
Por desgracia, poco más se enseñó de la historia de Towerbone. Teniendo en cuenta que parece estar enfocado como un juego como servicio, y que ha sido lanzado como un juego en early access, cuesta pensar que esta línea argumental pueda avanzar mucho, al menos de forma relativamente ágil.
El estilo artístico también es bastante notable, especialmente cuando se pueden apreciar sus detalles
Un sistema de combate excelente
Pero aunque Towerbone podría tener una historia que termine sorprendiendo, sigue sin ser su principal atracción: eso lo es la jugabilidad. No pudimos disfrutar de una sesión muy larga, pero igualmente ya se dejaron ver las raíces de un juego muy divertido.
El combate es como suele ser habitual en este género. En mi caso, escogí a una especialista en dagas con golpes rápidos y gran agilidad, lo que me permitía moverme rápidamente por el mapa para perseguir o evitar ciertos enemigos y realizar extensos combos. Cada clase, eso sí, tiene sus propias características, así que si tu estilo de juego encaja con otra cosa, encontrarás algo que se ajuste a ti casi seguro.
Además, contamos con nuestra umbra. Una mascota que permitirá que usemos habilidades únicas en el combate, y que nos permitirá personalizar nuestro personaje a un estilo de juego que encaje más con nuestra filosofía. Quizás queramos que nuestra clase favorita, aunque defensiva de base, pueda tener un elemento más agresivo. O quizás queremos que nuestra clase frágil cuente con algo para aguantar más en la pelea.
El combate es ágil y divertido, pero requiere que estemos centrados
Aunque es verdad que nuestro kit de movimientos no es escaso, donde se encuentra la gracia del combate de Towerbone es en coordinarnos con nuestro equipo y adaptarnos a los diferentes enemigos que encontramos. Durante nuestra sesión de juego apareció un enemigo (parecido a un topo) que, si se le golpeaba cuando aún estaba enterrado antes de aparecer por completo, se le podía derrotar con un solo golpe, previniendo una horda de enemigos demasiado grande para poder manejarla.
Por supuesto, como he comentado, los combos con nuestros aliados son otra facultad a tener en cuenta. Al fin y al cabo, si no puedes contra un enemigo en un honorable uno contra uno… llama a tus colegas y conviértelo en un 4vs1. Enviar enemigos al aire para que tus aliados sigan el combo, cubrirse las espaldas cuando alguien esté a punto de ser golpeado por detrás, o revivirse mutuamente cuando caen en combate son solo algunas de las interacciones que hacen que este género en modo cooperativo funcione tan bien.
Unos jefes que prometen
Durante la demo pudimos enfrentarnos a un jefe que, viendo cómo funcionaba, dejaba entrever la filosofía del juego en lo relacionado con estos enfrentamientos finales. Los jefes obviamente tienen suficiente vida para aguantar la acometida de cuatro jugadores a la vez, pero también cuentan con ciertas mecánicas únicas. Al que nos enfrentamos, por ejemplo, creaba extensos ataques de área a su alrededor mientras invocaba multitud de enemigos que había que golpear en el suelo antes de que aparecieran para derrotarlos instantáneamente.
Esto provocaba que la estrategia se dividiera en dos partes: por un lado, golpear al jefe de forma intermitente, esquivando sus ataques, mientras que por otro había que controlar que los enemigos normales no se extendieran demasiado. Esto ayudó a que, sin hablar entre nosotros, nos coordináramos hasta cierto punto, delegando una de estas dos funciones a cada uno. Puede sonar muy lógico, pero en un mercado donde a veces se limita a hacer un jefe con una barra de vida casi infinita que se limita a golpear muy fuerte, este tipo de peleas dinámicas se agradece bastante.
Los jefes en Towerbone parecen desafiantes y variados
Progresión y matchmaking
Uno de los puntos que más destacó el equipo de desarrollo fue cómo Towerbone está pensado para que puedas jugar tanto con tu grupo de amigos como con extraños, y hacer nuevas amistades en tus aventuras. No es necesario que cada persona elija una clase diferente, así que no hay conflicto a la hora de que alguien disfrute de su personaje favorito. El matchmaking está enfocado sobre todo en el modo de dificultad elegido, por lo que cada uno podrá disfrutar del desafío que busque en concreto. Cada detalle que el equipo contaba tenía una intención: que el jugador estuviera cómodo, buscando partida y jugando en todo momento, a través de un sistema ágil y efectivo.
Por otro lado, contamos con una progresión de lo más extensa, teniendo un nivel único en cada una de nuestras clases. Aun así, contamos con un nivel propio de cuenta, por lo que el progreso que realicemos con uno de los personajes se traslada de cierta forma al resto, haciendo que no tengamos que empezar de cero cada vez que queramos experimentar con un estilo de juego distinto, pero a la vez pudiendo presumir del tiempo que hemos dedicado a especializarnos en una de las clases en particular.
Como todo juego del estilo, las pausas entre partidas sirven para tomarnos un respiro y mejorar a nuestro personaje
Obviamente, sobre esto solo tenemos promesas, porque, como comprenderéis, porque estos aspectos son algunos que se tienen que probar funcionales a lo largo del tiempo, aunque de momento parece estar cumpliendo durante su early access.
Una jugabilidad por la que merece la pena apostar
Towerbone, en este sentido, parece prometer un servicio a largo plazo, y aunque no sé si este modelo es el mejor para un juego de este estilo, sobre todo cuando lo comparo a otros como Castle Crashers, donde el contenido adicional, aunque fuera muy disperso en el tiempo, no era necesario para disfrutar del juego. Si el estudio es capaz de encontrar una base de jugadores fieles y dedicados, junto a la accesibilidad para recibir a jugadores nuevos, incluso una vez esta base de fans ya esté establecida (su inclusión a game pass podría ayudar a ello), podríamos encontrarnos ante un clásico. Aunque de momento poco se puede asegurar.
Pero lo importante, lo realmente importante, es que Towerbone es divertido por sí mismo. Tengo ganas de sacar tiempo y jugar partidas con mis amigos y recorrer mazmorras, o, en su defecto, buscar un grupo de desconocidos y terminar encontrando una party para una tarde de juego. Solo esperemos que todo lo que rodea a su jugabilidad y estética sea también de la misma calidad.
Muchas gracias a Xbox por la oportunidad de haber podido probar antes de tiempo Towerbone.
