La API DirectStorage 1.1 de Microsoft ha revelado que la diferencia de rendimiento entre unidades de estado sólido con distintas interfaces PCIe puede no ser tan significativa como se pensaba.
Según el benchmark incorporado de Forspoken realizado por Compusemble, los algoritmos de compresión y descompresión de activos de DirectStorage, junto con una reducción de la carga de la CPU cuando se trata de peticiones NVMe, han equilibrado eficazmente el terreno de juego para las unidades de estado sólido con diferentes interfaces.
Dicho benchmark demostró que, incluso al combinar los tiempos de carga de siete niveles o escenarios diferentes, la diferencia entre un SSD basado en Phison E26 con una interfaz PCIe Gen5 x4 y un Adata XPG SX8200 Pro con una interfaz PCIe Gen3 x4 era de apenas tres segundos. Viniendo de un controlador Gen 4, son tan solo 400 ms. Si bien sobre el papel, la unidad PCIe Gen3 es más lenta, en la práctica, la diferencia es casi imperceptible.
Se trata de un gran avance en el mercado de las unidades de estado sólido, ya que los algoritmos de compresión de DirectStorage difuminan la línea divisoria entre unidades con distintas interfaces.
En la actualidad, solo existe un título compatible con DirectStorage, pero a medida que la API vaya ganando popularidad, es posible que las unidades de estado sólido con interfaces inferiores lleguen pronto a competir con sus homólogas más avanzadas en títulos compatibles con DirectStorage.
Si bien seguiría siendo conveniente invertir en una unidad PCIe Gen5 x4 para una nueva configuración, DirectStorage ha hecho posible que las unidades con interfaces de prestaciones inferiores proporcionen un rendimiento equiparable.
Vía: Guru3D