Las autoridades estadounidenses han vuelto a mover ficha en el complejo tablero del sector de semiconductores, permitiendo que NVIDIA y AMD retomen parcialmente su actividad en China. El regreso se produce bajo un marco radicalmente distinto al de años anteriores, con impuestos adicionales, licencias específicas y un entorno político que sigue condicionando cada movimiento de los fabricantes occidentales de chips de IA.
Durante los primeros meses de 2025, las restricciones impuestas por Washington provocaron un colapso casi total del negocio de NVIDIA y AMD en la región. La situación llegó a tal extremo que Jensen Huang reconoció públicamente que la cuota de mercado de NVIDIA en China había caído al 0%, tras pasar de dominar cerca del 95% del mercado de aceleradores de IA. Desde entonces, ambas compañías han trabajado estrechamente con la administración estadounidense para adaptar su silicio de GPU a los límites regulatorios vigentes.
De las prohibiciones al giro regulatorio
El primer punto de inflexión llegó en agosto, cuando el Gobierno de Estados Unidos autorizó de nuevo la venta de determinados aceleradores a cambio de un gravamen del 15% sobre los envíos a China. Esta decisión permitió a NVIDIA comercializar el Hopper H20 y a AMD ofrecer el Instinct MI308, aunque el movimiento no estuvo exento de fricciones.
Pekín reaccionó con cautela y llegó incluso a abrir una investigación regulatoria sobre los H20, ante la sospecha de posibles puertas traseras de seguridad. Paralelamente, China impulsó una política nacional que priorizaba el uso de soluciones locales de Huawei, Cambricon o BirenTech, reduciendo de forma drástica las expectativas de una vuelta real de los fabricantes estadounidenses al mercado chino.
El regreso del H200 cambia el escenario
El contexto volvió a alterarse en diciembre, cuando el presidente Donald Trump anunció que NVIDIA podría vender en China su Hopper H200, esta vez bajo un impuesto del 25%, superior al aplicado al H20. La medida fue recibida con sensaciones encontradas. Por un lado, suponía el regreso de un acelerador mucho más potente; por otro, añadía costes, complejidad logística y una mayor dependencia de licencias gubernamentales.
Aun así, el interés del mercado chino no se ha hecho esperar. Según Reuters, los primeros envíos del H200 están previstos para mediados de febrero, tras una revisión exhaustiva de las solicitudes de licencia. Las estimaciones apuntan a un primer lote de entre 40.000 y 80.000 chips, con planes de ampliar la capacidad en función de la demanda.
China sigue necesitando silicio de GPU occidental
Pese a los avances de la industria local, China continúa encontrando dificultades para entrenar modelos de IA de frontera con hardware doméstico. Incluso tratándose de un chip con varios años en el mercado, el H200 sigue siendo muy demandado debido al ecosistema de software, frameworks y herramientas de entrenamiento que acompañan al silicio de GPU de NVIDIA.
En paralelo, AMD también empieza a mover ficha. Según un informe de MLex, la compañía estaría negociando el suministro de hasta 50.000 aceleradores Instinct MI308 al grupo Alibaba, uno de los mayores pedidos de AMD en China incluso antes de la era de los controles de exportación. El movimiento refleja hasta qué punto el mercado chino busca capacidad de cómputo para sostener su crecimiento en IA.
Un alivio parcial, pero con riesgos
Para NVIDIA, que había llegado a descartar miles de millones de dólares en demanda potencial procedente de China, la aprobación del H200 supone un alivio financiero evidente. Sin embargo, el regreso se produce en un entorno mucho más frágil, donde cualquier cambio político puede alterar de nuevo las reglas del juego.
Todo indica que los “compuertas” del mercado chino se han reabierto, pero de forma controlada y condicionada. El equilibrio entre geopolítica, seguridad nacional y necesidades industriales seguirá marcando el futuro de NVIDIA y AMD en una región que, pese a todo, continúa siendo clave para el sector de IA global.
Vía: Wccftech





















