Según fuentes confirmadas por The Register, Microsoft habría puesto fin de forma oficial a la producción de sus gafas de realidad mixta HoloLens 2.
Recientemente, el gigante tecnológico comunicó a sus socios que las HoloLens 2, presentadas en 2019 como un dispositivo de realidad aumentada enfocado al ámbito empresarial, ya no se encuentran disponibles para su compra.
Con ello, Microsoft da un giro trascendental a su estrategia de AR: «El soporte para HoloLens 2, incluidas las actualizaciones de seguridad, concluirá el 31 de diciembre de 2027.»
Las HoloLens 2, pese a sus enérgicos esfuerzos de marketing, no han conseguido una adopción generalizada, lo que refleja los retos más generalizados del mercado de la realidad aumentada y la realidad virtual, en el que las gafas de gama alta, como las HoloLens 2 y las Apple Vision Pro, rondan los 3.500 dólares, limitando así su potencial de captación.
Al parecer, algunos empleados de Microsoft se sorprendieron de que el proyecto se prolongara durante tanto tiempo, lo que apunta a la existencia de dudas a nivel interno sobre su viabilidad.
Microsoft, en lugar de continuar como proveedor de hardware, tiene pensado reorientar su posición en el ámbito de la realidad mixta, centrándose en «soluciones y servicios de software de origen, en asociación con el ecosistema más amplio de telefonía móvil y hardware de realidad mixta.»
Tal decisión se ajusta al estado actual del sector de la realidad aumentada y la realidad virtual, en el que el ecosistema se encuentra aún en sus primeras fases y empresas como Meta están invirtiendo fuertemente en su desarrollo.
Este giro que ha dado Microsoft al pasar de la producción de hardware a la inversión en el ecosistema refleja las tendencias del sector tecnológico en general y podría posicionar a la multinacional ante futuras oportunidades a medida que vaya madurando el mercado de la realidad mixta.
La inversión de Microsoft en software y servicios podría resultar valiosa a medida que se desarrolle el ecosistema y surjan más casos de uso, pese a las actuales dificultades para justificar las inversiones en un sector que aún busca aplicaciones generalizadas convincentes.
Vía: TechPowerUp