Desde el lanzamiento del Ryzen 7 5800X3D en 2022, Intel se ha ido aproximando a AMD en el ámbito del rendimiento para juegos. Sin embargo, con el Ryzen 7 7800X3D, AMD mantiene su ventaja e Intel ha sido incapaz de competir de forma directa con los Ryzen X3D.
En octubre está previsto el lanzamiento de los procesadores Arrow Lake Core Ultra 200, por lo que los incondicionales de Intel albergan la esperanza de que la multinacional logre al fin cerrar dicha brecha. Ahora bien, a juzgar por la información facilitada por Moore’s Law Is Dead, podría no ser así.
De acuerdo con una conversación que el filtrador mantuvo con una fuente interna de Intel, todo apunta a que Intel Arrow Lake podría no ser suficiente para destronar a los chips Ryzen X3D en el apartado gaming.
Dicha fuente afirmó que aunque «Arrow Lake está resultando un poco mejor de lo que esperaba», no creen que las Core Ultra 200 superen a las Ryzen 7 9800X3D «por un margen significativo, o incluso inexistente». Por lo tanto, incluso tras la supuesta mejora de un solo núcleo de los procesadores Arrow Lake, Intel podría enfrentarse a una ardua contienda frente a los Ryzen 9000X3D.
La fuente también indica que Intel tiene previsto anunciar un «incremento del IPC superior al 15%» para Arrow Lake. Dicho incremento, sin embargo, no se traducirá en una mejora del 15% en el rendimiento de los juegos.
El rendimiento de Arrow Lake en juegos, según la fuente de MLID, podría verse aún más mermado por un recorte en la frecuencia. Este dato confirma un informe anterior procedente de OneRaichu en el que el filtrador apuntaba a una frecuencia boost de 5,7 GHz para los P-cores de Arrow Lake.
Huelga decir, no obstante, que los datos aquí expuestos proceden de una única fuente anónima. Por lo tanto, el informe debe cogerse con pinzas, máxime si tenemos en cuenta que se trata de dos familias de productos que todavía no han llegado al mercado.
Vía: NotebookCheck