Los elementos que nos hubiera gustado que aparecieran en Hogwarts Legacy

Hogwarts Legacy sigue estando en boca de todos tras un mes de su lanzamiento. La obra de Avalanche Software tenía por objetivo cumplir las expectativas de todos y todas. Al fin y al cabo, Harry Potter es una de las franquicias más potentes que existen en toda la historia del cine y la literatura. El hype era algo previsible y más si tenemos en cuenta que la saga no ha estado muy favorecida dentro de la industria de los videojuegos. Es una lástima que las últimas entregas que son decentes dentro de la serie sean de PlayStation, PlayStation 2, GBC y GBA. No obstante, Hogwarts Legacy ha llegado para cambiar las tornas.

Avalanche Software ha labrado una buena obra que tiene detalles interesantes y que realmente hacen de su videojuego uno muy divertido. Ahora bien, aunque en nuestro análisis podréis observar que nos ha gustado, le han faltado muchos elementos para hacerlo un videojuego a la altura de la franquicia. Con esto no queremos decir que no sea bueno o que sea poco recomendable. El problema es que la desarrolladora ha sido permisiva y no ha tratado de ser lo suficientemente ambiciosa para lograr los estándares que muchos esperábamos. ¡Estamos hablando de Harry Potter! La base otorga posibilidades prácticamente infinitas y su juego no logra transmitirnos esa magia.

Durante este artículo os contaremos cuáles son las mecánicas que hemos echado en falta y todas aquellas cosas que, de haber estado, hubieran hecho de Hogwarts Legacy una obra maestra. Sin embargo, es posible que todos estos elementos sí que aparezcan en la secuela. Ojalá sea así.

¿Queréis ser unos gamberros que aterroricen Hogwarts? Lo sentimos. Imposible.

Una de las posibilidades que podría haber sido muy interesante en Hogwarts Legacy es la opción de ser magos tenebrosos. Es una pena que no hayan añadido esa vía en nuestro camino para ser unos magos que acaben con todo. Evidentemente, estamos ante un videojuego que no está enfocado a un público hardcore y que hubiera sido complicado implementarlo. Ahora bien, ¿y si no hace falta ser malvados, simplemente unos gamberros de cuidado? Bully, por ejemplo, no nos presentaba a un protagonista que fuera un monstruo. No obstante, podíamos interactuar con los alumnos, hacerles jugarretas, lanzar bombas fetidas a los profesores y que estos nos castigaran.

En Hogwarts había miles de posibilidades para que pudiéramos ser Fred y George, gastando bromas a los alumnos y perdiendo puntos por ello. Que esa es otra… ¡No hay sistema de puntos ni ningún tipo de calificación para cada casa! Solo con haberlo implementado, el poder interactuar con los alumnos, gastarles bromas y que si nos pillan los profesores, perdiésemos puntos, haría que todo fuera mucho más divertido. Imaginad ir a clase de pociones, lanzar un hechizo a un compañero y que su caldero acabe encarchando todo el suelo. Si el profesor nos pillara con las manos en la masa, el castigo podría ser, aparte de perder puntos, que tuviéramos que hacer algún minijuego a modo de tarea extraescolar.

También podríamos, por ejemplo, colarnos en las habitaciones de alumnos de otras casas y que si nos pillan durmiendo, nos delaten a los profesores. O incluso que se iniciara una cadena de diálogo y que, como opción, podamos sobornarles para que mantengan la boca cerrada. No sé, ser unos gamberros es tan divertido… ¿Os imagináis un juego de Harry Potter realizado por Rockstar? Un sueño.

No importa ir de noche por Hogwarts Legacy, colaros dónde os dé la gana.

Otro gran problema que tiene Hogwarts Legacy es la implementación de su sigilo. No tiene ningún sentido, dicho directamente. En la historia, sin entrar en spoilers, hay tramos en los que tendremos que usar nuestro hechizo o poción de invisibilidad para pasar sigilosamente entre algunos NPCs. Esas situaciones son divertidas, ya que generan tensión. Ahora bien, en Hogwarts, por la noche, no importa si queréis explorar cualquier punto del castillo. ¡No hay prefectos ni profesores controlando los alrededores! Sería muy gratificante poder ir por la noche, en sigilo, intentando escapar de los guardias y que si te pillan, pierdas puntos para tu casa.

Por otra parte, muchas zonas del videojuego en horas nocturnas, nos invitan a abrir ciertas puertas con Alohomora para obtener jugosas recompensas. Bien, no hay nada ni nadie que nos controle. ¿Queréis robar una casa, cofre, o colaros en la Sección Prohíbida de la biblioteca? ¡No importa! Podeís hacerlo sin ningún tipo de problema. Aish… No entiendo por qué Avalanche Software no cayó en estos detalles. Además, si se hubiera establecido un sigilo como dios manda, tendríamos recompensado nuestro esfuerzo por arriesgarnos a entrar a esas puertas bloqueadas. Por otro lado, también podríamos haber visto alumnos que, al igual que nosotros, se intentaran colar y fueran pillados para dar ejemplo a los jugadores del riesgo que están tomando.

El sigilo es uno de los elementos que más momentos divertidos generan en muchos videojuegos. Además, en las películas y novelas de la franquicia hay muchas secciones en las que Harry se cuela en ciertas zonas en las que no debería estar. Harry Potter y el prisionero de Azkaban es un gran ejemplo. Al no haberse incluido apropiadamente en Hogwarts Legacy, la tensión y el miedo se desvanecen por completo. No tienes interés por abrir puertas, o esa adrenalina por conseguir adentrarte donde no deberías. Es todo tan fácil y poco realista, que da igual. Esperamos que en la secuela esto se solucione.

Quidditch… ¿Dónde estás amigo mío?

Hogwarts Legacy

Bueno, aquí llegamos al ejemplo más claro y que más echamos de menos de Hogwarts Legacy. En efecto, ¡¿dónde está el Quidditch? Muchos jugadores y jugadoras aún están preguntándose por qué motivo no se ha implementado este modo de juego. Hubiera sido impresionante poder volar por ese estadio tan mítico y jugar partidos para ganar recompensas y puntos para nuestra casa. Se podrían haber hecho rankings, coger ideas de Harry Potter Quidditch: La Copa del Mundo, título muy divertido de la PS2, por cierto, entre otras cosas. Ver el estadio modelado, allí en la lejanía y saber que no podemos hacer nada… Es una puñalada a nuestro corazón.

Incluir el Quidditch, además, podría haberse integrado perfectamente con el housing que incluye Hogwarts Legacy. Si habéis jugado lo suficiente al título, sabréis que en la Sala de los Menesteres tendremos nuestras propias habitaciones que podremos decorar. Sí, la opción mola, pero que bien hubiera sentado a la mecánica contar con recompensas adquiridas en el Quidditch. Imaginad poner una estantería y en ella, todas las Snitch Doradas que hemos capturado, todas las Bludgers que nos han golpeado… Maravilloso.

Avalanche Software, en vista de que este ha sido uno de los elementos más criticados de su entrega, suponemos que la incluirán en una secuela o expansión a futuro. No obstante, sorprende que el estudio aún haga oídos sordos al respecto y siga adelante con su discurso de no añadir contenido descargable a su entrega. De todas formas, ya sabemos como funciona la industria, lo que se dice se lo lleva el viento, así que deseamos que en algún momento podamos disfrutar de esos merecidos partidos de Quidditch.

Las clases en Hogwarts Legacy no tienen sustancia alguna

Hogwarts Legacy

Hogwarts Legacy, por supuesto, tiene clases en las que aprenderemos hechizos y nos convertiremos en unos magos y magas mucho más poderosos. Sin embargo, las clases simplemente consisten en realizar un minijuego para aprender el hechizo y poco más. Sí que hay alguna clase que incluye alguna actividad que se sale de lo común, pero están muy desaprovechadas. Por ejemplo, considero que la posibilidad de poder especializarte en una u otra, aunque complicaría el sistema de progresión, le daría mucho más juego. Sería como hacerte una build en un Souls. Dependiendo de a qué clases les dediques más empeño y saques mejores notas, mayores atributos tienes de ese elemento en concreto.

También hubiera sentado bien que las clases tuvieran notas que representarán lo bien que lo hemos hecho durante el minijuego. Las recompensas por sacar la nota máxima podrían ser trofeos, dinero o potenciadores para las habilidades. ¡Hasta los juegos de PlayStation 1 pensaron en estas cosas! Básicamente, Hogwarts Legacy al principio parece que va a ser un RPG profundo y que tendrá muchas posibilidades, pero se acaba quedando en otro más del género a nivel convencional. Entiendo que esto no es malo porque abre puertas a que muchas personas que no jueguen a videojuegos de forma regular disfruten de esta aventura. Sin embargo, se podría haber ido un poco más allá.

Una hipotética secuela que añada todo lo esperado

Hogwarts Legacy, como ya podemos observar, es una base para hacer una saga que puede llegar a cotas muy altas. Es cierto que aquí hemos sacado a relucir algunos de los elementos que nos hubiera gustado que se implementaran. Existen muchos más como la imposibilidad de interactuar con alumnos de Hogwarts y escuchar sus historias, no poder hablar con las criaturas del Bosque Prohibido o que los enemigos se repitan en demasía. No obstante, el videojuego tiene cosas buenas y en nuestro análisis ya las hemos dicho. Contiene un apartado artístico sublime, unos gráficos a la altura, una banda sonora excepcional y un sistema de combate muy logrado. Vamos, que no es un fracaso ni mucho menos.

La secuela, que dado el éxito de ventas en Hogwarts Legacy está más que confirmada, tiene que tener al menos algunos elementos que hemos comentado. El Quidditch es obligatorio y que los alumnos tengan mayor vida y no parezcan NPCs sacados directamente del Skyrim, también. En realidad, no necesitan hacer muchos cambios, ya hemos dicho que la base del título es bastante buena. Ahora solo falta superarse e ir avanzando para crear una franquicia de videojuegos que tiene muchísimo potencial. Mientras tanto, seguiremos disfrutando de este videojuego que, en muchos aspectos, es bastante competente.

Sobre el autor