Hoy en Fanáticos del Hardware os traemos el nuevo juego de peleas basado en el popular anime de Gege Akutami. Bandai Namco nos trae el estreno de Jujutsu Kaisen el terreno de los videojuegos, con una interesante propuesta de combates 2vs2. Desde el 2 de febrero ya puedes vivir las aventuras de Yuji, Satoru y compañía con Jujutsu Kaisen Cursed Clash, tanto en PC como en las tres consolas principales.
Jujutsu Kaisen al videojuego
Siempre he pensado que adaptar una franquicia existe a un videojuego es como una espada de doble filo. Uno pensaría que partir de unas bases existentes funcionaría como una especie de plantillas. Como esos dibujos que se forman siguiendo líneas de puntos. Parece que casi cualquier cosa podría funcionar, siempre que la franquicia sea lo bastante grande como para subirte a sus hombros. La otra parte del filo, por desgracia, es quizá más voraz y afilada que la mejor de las espadas.
Jujutsu Kaisen ha sido uno de los fenómenos del manga/anime más intensos del momento. Ya en 2018 gozó de un éxito sólido en el formato papel. Pero su aterrizaje al terreno de la animación creó un terremoto del que todavía tenemos réplicas. En 2020 destruyó todos los rankings de popularidad y cosechó una oleada de aficionados completamente enamorados de las aventuras de Yuji y sus amigos. No se vosotros, pero a mí me está dando miedo escénico solo de pensarlo.
Tengo la sensación de que la gente de Byking no ha podido estar a la altura de un proyecto de tal envergadura. Como comentaré más abajo, creo que había buenas intenciones e ideas puestas sobre la mesa. Pero al igual que sus dos juegos basados en la saga de My Hero Academia, creo que algo falla en el proceso de desarrollo, ya que ninguna de las ideas consigue aterrizar con buen tino. Trabajar con una IP de tanto éxito da vértigo, pero aun así, creo que la aproximación que han tomado era todavía más arriesgada.
Combates, maldiciones y sensaciones imprevistas
Cursed Clash coloca todo el peso de su propuesta y atractivo en su sistema de combate. Con un plantel de 16 personajes, lucharemos en un formato de 2 contra 2 y dispondremos de escenarios abiertos. Donde los dobles saltos, las diferencias de alturas y la destructibilidad jugará un factor a tener en cuenta en los enfrentamientos. Sobre esta base, coloca una serie de sistemas relacionados con las maldiciones que comentaré después. Porque su primer fallo nace aquí, en la base de su diseño.
A los mandos, es un juego que genera (con demasiada frecuencia) momentos de frustración e indignación por sus inexplicables decisiones. Es una cuestión de pesos. De animaciones anormalmente lentas. De movimientos que no conectan con otros. Con un par de minutos de su tutorial ya eres capaz de notar sus rarezas. Pero jugando a lo largo de su campaña, jamás te terminas de acostumbrar. Porque no es un sistema al que «tienes que hacerte». Es un sistema que, simplemente, no funciona. El personaje no es dinámico, no conecta un movimiento con el siguiente. Convives con la idea en la cabeza de que el campo de batalla es «pegajoso» y molesto, como si fuera un tercer enemigo que tener en cuenta.
Y como decía al principio, no puedes partir de una base tan endeble para querer apuntar tan alto. Los entornos abiertos con diferentes alturas son un añadido interesante. Pero cuando el movimiento le falta tanto por pulir, acaban siendo una frustración. La cámara no es fina a la hora de seguir la acción, quedando encaja más veces de la cuenta. Esta torpeza y lentitud de los personajes se agrava todavía más en su combate aéreo, que se antoja casi aleatorio e imposible de dominar.
Destellos entre luces y sombras
Se nota el intento por querer hacer al sencillo para todo el mundo, pero divertido para los profesionales. El sistema de maldiciones es un constante tira y afloja de gestionar una barra de recursos para modificar los golpes. Los ataques finales y los combos que puedes hacer son interesantes… cuando logras hacerte con unos controles que luchan en la dirección contraria. Ahora bien, sobre el papel, era una idea bien implementada. Una adaptación de la franquicia que sí lograría crear un producto diferenciador. Pero tratar de aplicarlo sobre una base jugable así y con la propuesta de combates tan ambiciosa que querían entregar se antoja difícil.
Es por eso que el resto de apartados se sienten tan desiertos. Es como si pudieras ver adonde ha ido todo el tiempo de desarrollo con un simple vistazo. El menú, las opciones y el pulido en general dejan mucho que desear. Ese ambiente de misterio que evocaba la serie original aquí brilla por su ausencia, teniendo la sensación de estar jugando a una especie de plantilla genérica de un título de lucha convencional.
Su modo historia no sorprenderá a nadie: Se conforma con revisitar el material original intercalando diálogos e imágenes de la serie. Creo que contar con una historia original no canónica, como hacen los Naruto UNS, hubiera sido un incentivo interesante darle algo de valor adicional. Rescato sus enfrentamientos contra enemigos únicos, ya que agradezco que un juego de lucha no siempre me enfrente a otros personajes jugables. Cuentan con un diseño y patrones de ataque que dan algo más de sentido a sus entornos.
Nuestras conclusiones sobre Jujutsu Kaisen Cursed Clash
Mientras jugaba a Cursed Clash, no podía dejar de pensar en otro título de peleas que tuvo la difícil tarea de adaptar un anime popular: Kill la Kill IF. Este juego de Arc System Works tampoco supo aterrizar un sistema de combate de alto perfil, quedándose como un concepto con buenas ideas a las que les faltaba pulido. Sin embargo, lograron hacer un título que es un excelente merchandising jugable. Y no es para nada un término despectivo, todo lo contrario. Creo que es un artículo indispensable para los fans de la serie. Quizá tuviera aristas por limar, pero la ambientación, la banda sonora, el contenido original, el aspecto gráfico… Todos esos detalles se convertían en motivos de peso para hacerte una copia.
Creo que los fans de Jujutsu Kaisen no van a encontrar nada de eso aquí. Hay aspectos positivos, como el acabo gráfico general, el doblaje o las animaciones para los ataques finales. Pero nada de eso compensa las bases jugables que intenta establecer y que falla a la hora de llevarlas a cabo. Sus fricciones y torpezas en el movimiento quizá puedan ser pasadas por alto si lo que buscas es algo sencillo inspirado en tu franquicia favorita. Pero espero que la siguiente entrega termine de construir y pulir las bases antes de comenzar con lo demás.
Fanáticos del Hardware otorga la medalla de BRONCE a Jujutsu Kaisen Cursed Clash
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