El National and Local Co-built Humanoid Robotics Innovation Center, ubicado en el distrito de Shijingshan, en Pekín, ha puesto en marcha el mayor centro de entrenamiento dedicado a robots humanoides equipados con IA, una instalación enfocada en mejorar habilidades prácticas como la manipulación de objetos delicados, el trabajo con textiles y las tareas domésticas complejas. Los sistemas humanoides continúan enfrentándose a dificultades en acciones que requieren sensibilidad táctil y control fino, y el centro busca superar estas limitaciones mediante captura masiva de trayectorias, aprendizaje motriz supervisado y modelos avanzados de coordinación articular. Robots actuales como el 1X Neo, que puede doblar prendas pero aún falla con materiales deslizantes, ejemplifican el reto técnico.
El objetivo de la instalación es reforzar la ejecución autónoma de actividades cotidianas que resultan triviales para un humano pero extremadamente complicadas para un robot humanoide. Acciones como doblar ropa, colocar utensilios frágiles, mover envases blandos o ajustar tejidos requieren una precisión háptica y una coordinación multicapa que las manos biónicas y los actuadores actuales todavía no dominan plenamente. La infraestructura del centro está diseñada para recopilar grandes volúmenes de datos motrices que permitan entrenar modelos capaces de replicar movimientos suaves, estables y consistentes.
Más de 10.000 trayectorias diarias y entrenamiento experto mediante VR y control remoto
El centro recoge más de 10.000 trayectorias diarias, formadas por coordenadas exactas de manos, dedos y articulaciones, cada una convertida en un código numérico que alimenta modelos de IA centrados en generar movimientos autónomos. Los entrenadores humanos utilizan equipos de realidad virtual y controladores de alta precisión para guiar a los robots durante tareas como doblar toallas, coger cajas pequeñas, guardar herramientas domésticas o manipular envases frágiles, generando datasets que sirven de base para construir secuencias repetibles sin intervención humana.
La captura detallada de cada gesto permite que la IA identifique patrones motores y optimice la presión ejercida, la velocidad y la trayectoria. Este enfoque de aprendizaje supervisado crea una forma de inteligencia motriz especializada, distinta de los modelos cognitivos tradicionales, y esencial para avanzar en robots humanoides que interactúan con objetos reales en entornos cotidianos.
IA motriz aplicada a tareas domésticas y entornos asistenciales
Con suficientes ejemplos, los modelos pueden reproducir movimientos precisos para manipular textiles, doblar ropa sin arrugas, sostener objetos frágiles o trabajar en espacios reducidos sin perder estabilidad. La meta es dotar a los robots humanoides de movimientos suaves, controlados y repetibles, un requisito clave para aplicaciones domésticas, asistenciales o logísticas donde la coordinación física es tan importante como la inteligencia de alto nivel. Este centro representa un paso significativo hacia humanoides capaces de actuar con la precisión necesaria para integrarse en entornos reales.
Vía: NotebookCheck


















