Los que seáis unos aficionados a la saga de Zelda, estoy convencido de que lleváis todo el fin de semana completamente alucinados con el maravilloso concepto de las réplicas de Echoes of Wisdom. Colocando trampolines por doquier, superando obstáculos de forma rocambolescas y viendo como un ejército de monstruos os defiende mientras os echáis una cómoda siestecita. Hyrule está de vuelta y por las notas que ha recibido, estoy seguro de que os estará encantando. Yo llevo completadas las primeras mazmorras y tengo muchísimo que decir. Pero antes, me gustaría aportaros con este texto un poco de perspectiva a lo que estaréis viviendo a los mandos. Y los que no, convenceros de que os unáis a la aventura de Zelda en cuanto podáis. Porque estamos, probablemente, frente a uno de los juegos del año.
Y es el que pasado 25 de septiembre tuve la oportunidad de asistir a una presentación a puerta cerrada del nuevo juego insignia que Nintendo tiene para este mes. El evento reunió a un nutrido grupo de periodistas e influencers para asistir a una charla de lo más interesante. Aunque primero, fuimos introducidos en la atmósfera del juego de la mejor forma posible: Una bodega convertida en mazmorra llena de comida tematizada para la ocasión. Un aperitivo genial para lo que sin duda era el plato fuerte del día.
Mónica Kurtis, doctora en neurología e investigadora del cerebro creativo, se subía al escenario para hacer dúo con Pablo Díaz, speedrunner, músico y ganador del concurso Pasapalabra. Una combinación llamativa inicialmente, pero que con el paso de los minutos se unificaban en una charla la mar de reveladora sobre la creativa, la libertad y la resolución de problema por parte del jugador.
No os voy a mentir, me resultó muy emocionante que mi primera vez en esta clase de eventos sea con este título en concreto. Casi 40 años tiene la saga y por primera vez, la princesa Zelda toma las riendas de su propio título. Esto no pasa todos los días. Y con el reino de Hyrule sumido en el caos debido a misteriosas grietas de oscuridad, recae sobre ella la responsabilidad de salvar a su gente. Acompañada por una curiosa (y adorable) hada Tri, tendremos acceso a un set de novedosas habilidades con las que enfrentarnos a un título de la saga que viene a mantener y cambiar conceptos al mismo tiempo.
Echoes of Wisdom y el cerebro creativo
Como ya sabréis todos, el juego pone como plato principal la habilidad de replicar objetos y enemigos para usarlos en cualquier momento y lugar. Permitiendo enfrentarse a los retos de múltiples formas en función de las combinaciones que logremos realizar. Durante las primeras horas de juego, me encontré constantemente experimentando, buscando soluciones que se veían pisadas por otras según obtenía nuevas réplicas. Quizá lo más interesante es ver como tu forma de resolver las cosas variaba cada 20 o 30 minutos. Ya que, al obtener algo nuevo, quieres mezclarlo con lo demás y poner patas arriba tu forma de enfrentarte al juego en cada momento.
La doctora Mónica Kurtis profundizó mucho en este concepto durante el evento. En cómo este tipo de juego estimula nuestra parte del cerebro más creativa. «Cuando enfrentamos problemas que requieren soluciones creativas, activamos la corteza prefrontal del cerebro, una zona clave en procesos cognitivos avanzados. Esta capacidad de encontrar diversas soluciones es intrínsecamente humana y fomenta nuestra creatividad».
Esto es algo que se nota desde los primeros compases: Echoes of Wisdom resulta muy estimulante a cada paso que das. Buscar soluciones es algo que haces para cada rincón del mapa. Y con el ritmo de obtención de réplicas, aunque tengas una combinación ganadora, es probable que se te plantee un nuevo reto que requiera un nuevo acercamiento. Lo normal es ampliar, adaptar y añadir nuevas réplicas. Pero te sorprendes a ti mismo con las soluciones tan creativas que logras conseguir.
Pablo Díaz también compartió sus impresiones, destacando cómo Echoes of Wisdom desafía incluso a los jugadores más experimentados. «Venimos con ciertas expectativas basadas en juegos anteriores, pero este título rompe esos esquemas. Por ejemplo, en lugar de simplemente romper una vasija, ahora puedes utilizarla como objeto de sigilo, ya que Zelda puede meterse dentro».
A los mandos de una nueva Hyrule
Creo que esto es algo que todos estaremos experimentando. Este nuevo Zelda juega mucho con tus conocimientos previos de la saga y te anima, de forma amable, a tirarlos por la ventana. Me recuerda a cuando exploramos las praderas de aquella devastada Hyrule en Breath of the Wild. Los corazones dieron paso a la comida y la estructura de mazmorras con objetos quedó desdibujada por completo. Aquí el choque quizá no es tan impactante, pero nunca puedes bajar la guardia o corres el riesgo de quedarte atascado por no entender esta nueva aproximación a la resolución de puzzles.
Otro aspecto que me tiene sorprendido es la posibilidad de utilizar el modo espadachina. Con una pulsación de botón y limitados por una barra de energía, Zelda se deja de cetros mágicos y se pone a repartir espadazos a diestro y siniestro. Por un lado, es una mecánica riesgo-recompensa de manual, puesto que recuperar la energía no es sencillo (toca preparase unas ricas y caras pociones para ello) y tendremos que combatir rápido si queremos llegar a todo. Por otro lado, este modo nos permite hacer una voltereta con la que saltar más alto: Creedme, estoy usando este modo para resolver puzles mucho más de lo que jamás esperaría. Dadle una vuelta.
Durante la presentación, no podía dejar de pensar en un concepto que se comentó en las entrevistas que está publicando Nintendo con el equipo de desarrollo. La segunda de ellas (con el título “sé travieso”), Eiji Aonuma, compartía una interesante reflexión: «Decidimos eliminar muchas restricciones que inicialmente pensamos necesarias. Queríamos que los jugadores pudieran experimentar y hacer cosas que, en teoría, podrían parecer ‘trampas‘, pero que en realidad enriquecen la experiencia de juego».
Lo más interesante es que Mónica Kurtis comentaba en su presentación, algo que refuerza lo que planteaba Aonuma con anterioridad. “Cuando nos enfrentamos a un desafío, lo contextualizamos, lo analizamos y lo percibimos con todos los sentidos. Cada uno tenemos una forma diferente de abordar los problemas, las cuales son un reflejo de nuestra personalidad y experiencias previas.”
La promesa de una gran aventura sin barreras
Echoes of Wisdom se comunica con el jugador a través de problemas encadenados. ¿Cómo consigo ese contenedor de corazón? ¿Podré pasar por ese pasillo de viento? ¿Llegaré hasta el otro lado de la cornisa? Cada jugador es un ente complejo y diferente, por lo tanto, es mejor contar con la menor de cantidad de restricciones posibles. De esta forma, cada uno encontrará su forma ideal de enfrentarse a ellos, incluso disfrutará de esa satisfacción de sentir que nuestra solución bordea la línea de lo “legal” de lo creativa que resulta.
La combinación de libertad absoluta con un diseño de niveles cuidadosamente elaborado crea un equilibrio perfecto entre exploración y narrativa guiada. No importa si prefieres seguir el camino establecido o buscar rutas alternativas; el juego te recompensa por tu curiosidad y ganas de innovar. Y por el momento, no parece que vaya a bajar el nivel en absoluto.
Después de estas primeras horas sumergido en Hyrule, puedo afirmar con seguridad que Echoes of Wisdom captura con mucho tino la esencia que tuvo y que tiene la saga en estos momentos. Controlar a la princesa con estas nuevas mecánicas de copia y la libertad que ello conlleva son un soplo de aire fresco en una industria que parece que disfruta de poner limitaciones. Todavía tengo mucho Hyrule por recorrer y secretos que descubrir, por lo que el análisis estará en los próximos días. Si no quieres perdértelo, te recomiendo que nos sigas en nuestras redes como Twitter, Facebook e Instagram para estar al tanto de todas las novedades.