Tras el lanzamiento de Windows 10 por parte de Microsoft, se estableció un periodo de gracia de un año para que los usuarios activaran el sistema utilizando claves de Windows 7 u 8.1. Esta funcionalidad persistió, curiosamente, en la era de Windows 11. Sin embargo, los últimos acontecimientos han cambiado el panorama.
Con el último anuncio de Microsoft, la ruta de actualización directa de Windows 7 u 8.1 a Windows 10 se ha interrumpido oficialmente. Como nota positiva, la vía de actualización de Windows 10 a Windows 11 sigue siendo accesible, incluso si se utiliza una clave preactivada de Windows 7 u 8.1.
Al mismo tiempo, se ha producido una alteración significativa en el proceso de activación, concretamente en lo que respecta al servidor de HWID (Hardware ID), que ha finalizado de forma abrupta. Este cambio tiene ramificaciones para las claves por volumen activadas a través del KMS (Key Management Service), ya que ahora se rechazan en favor de los MAS (Microsoft Activation Scripts).
En consecuencia, es posible que las claves adquiridas online como claves por volumen a un coste mínimo ya no sean viables para su reactivación. La activación mediante MAS se presenta como una alternativa viable.
Estas modificaciones se aplican exclusivamente a la transición de Windows 7/8.1 a Windows 10, y afectan principalmente a las claves de volumen disponibles en Internet. Quienes ya hayan pasado por esta transición o hayan activado sus sistemas utilizando estas claves conservarán su estado de activación.
Microsoft parece estar eliminando progresivamente dicha capacidad en el proceso de activación, con una implementación completa prevista para la próxima versión 24H2. En consecuencia, si posees una clave antigua, existe un plazo limitado para activar Windows 11 23H2 con esa clave/licencia antes de que esta función se retire por completo.
Vía: Guru3D