Por mucho hardware novedoso y potente que cuente nuestro equipo orientado al Gaming debemos tener en cuenta la optimización por Software. Windows es el sistema operativo principal de nuestros equipos, tanto por compatibilidad de Software como de Hardware. Este sistema operativo no es precisamente conocido por ser rápido y optimizado, sino que hay cabida para la optimización. Por ello en esa guía os mostraremos como realizar unos ajustes que os puede ayudar a ganar algún FPS y sobre todo a notar más fluido el sistema operativo.
Primeros pasos y recomendaciones
Antes de realizar esta guía de optimización gaming vamos a indicar unos pasos previos y recomendaciones. Antes de hacer cambios importantes como este en nuestro equipo debemos realizar una copia de seguridad. A pesar de que Windows cuenta con la función de restaurar sistema, se recomienda hacer una copia de seguridad completa. Hay varias maneras y programas disponibles, en mi caso siempre he utilizado macrium reflect que cuenta con una versión gratuita que cubre la mayoría de las necesidades.
Por otro lado, se recomienda mantener el equipo gaming actualizado a la última, ya sea en Windows 10 u 11. En caso de que nuestra instalación de Windows tenga varios años incluso puede ser interesante la instalación de cero del sistema operativo, puesto que a lo largo de los años se van acumulando residuos tanto de archivos como en el registro de los distintos programas. Si nuestra instalación se ha realizado hace muchos años, estos residuos pueden lastrar el rendimiento. Aunque cabe recalcar que esto depende del uso que le hayamos dado al equipo.
Por último, debemos tener en cuenta que funciones del equipo necesitamos. Para la optimización más avanzada se pueden detener servicios o funciones que no se usen y no comprometan la estabilidad del sistema. Pero hay que tener en cuenta si hacemos uso de ellos, ya sea nosotros directamente o el software que utilizamos. De ahí la recomendación de realizar una copia de seguridad.
Optimización básica de servicios y elementos de inicio
Empezaremos con los programas y servicios que inician nuestro equipo gaming automáticamente. Al iniciar el equipo, además del sistema operativo, se inician servicios y aplicaciones del software que tenemos instalado en el equipo. Esto hace que el inicio sea más lento y, sobre todo, ocupa memoria en la RAM y roba tiempo al procesador. Para ver los programas de inicio tenemos que ir al administrador de tareas (Podemos acceder desde la barra de tareas haciendo clic derecho o pulsando CTRL + ALT + Supr). Ahí tendremos una pestaña que pone inicio y si le damos ahí nos saldrán los programas que podremos habilitar o deshabilitar su inicio automático. Como veis, en mi caso solo he dejado habilitado los relacionados con drivers y seguridad. De hecho, los de drivers muchas veces se pueden deshabilitar una vez los hayamos ajustado a nuestro gusto.
Por otro lado, vamos a los servicios de terceros, es decir, todos aquellos servicios que no son nativos de nuestro sistema operativo. Para ello pulsamos ejecutar (Windows + R) y ponemos “msconfig” y pulsamos intro. Ahí nos vamos a la pestaña de servicios, nos saldrá todos los servicios del sistema. Pulsamos la casilla de “Ocultar todos los servicios de Microsoft”, de esta manera esconderemos todos los servicios del sistema. En mi caso he deshabilitado la actualización automática de Chrome o el servicio de telemetría de HP. Cada equipo es un mundo, en caso de duda podéis buscar en Google que significa cada uno y ante la duda no lo desmarquéis.
Por último, vamos a ver los eventos programados. En los eventos programados muchas veces nos cuelan actualizaciones automáticas indeseadas o tareas que no hemos aprobado. Para ir a ello debemos volver a abrir, ejecutar (Windows + R) y poner “taskschd.msc” además de darle a intro. Nos saldrá la lista de acciones y a la derecha podremos borrarlas. En mi caso borré la actualización automática de Edge y Chrome, ya que prefiero se actualicen cuando los vaya a usar en vez de que estén siempre activos. He dejado activo el antivirus y el software de HP que gestiona algunas funciones de mi portátil.
Optimización avanzada, ajustamos el sistema operativo
Una vez hecho las optimizaciones más básicas, nos adentramos a optimizar el propio sistema operativo, ya que hasta ahora nos hemos centrado en los programas de terceros instalados en nuestro equipo. Existen numerosos software y Scripts que facilitan nuestra tarea. Hasta hace poco utilizaba este Script de Disassembler0, pero dejó de mantenerse hace unos meses. Otra herramienta libre que puede ser interesante para facilitar la tarea es Optimizer de hellzerg, una herramienta gráfica que podéis descargar su última versión en este enlace. Es posible que os detecte el software como un virus con algún programa, ya que realiza cambios en el sistema.
El programa os indica que hace cada acción, yo os comparto mi captura y explicación con las opciones que yo recomiendo usar. La primera de ajustar los ajustes de rendimiento reducirá el retardo que tiene los menús contextuales, tiempo de apagado o cuelgue de aplicaciones. La limitación de red es para no priorizar el streaming multimedia. Los informes de errores sirven de poco más que informar a Microsoft. Y el resto en su mayoría son ajustes de privacidad. La siguiente pestaña será de Windows 10 u 11 según cuál dispongáis, aunque las funciones principales las comparte.
En esta segunda pestaña desactivo la función MyPeople que no uso (ni conozco a nadie que la use), desinstalo OneDrive (ya que lo uso directamente desde Office), realizo ajustes de privacidad y la función Windows Ink y portapapeles Cloud. Algo importante es el tema del Xbox live. No recomiendo desactivarlo porque puede dar problema con algunos juegos, esencialmente los de la Store de Microsoft. La Game Bar sí que la podéis desactivar si no la usáis, ya que esta sí que utiliza recursos. El resto de las funciones del programa no las usaremos en el tutorial, pero podéis echarle un vistazo por si os interesa alguna.
Los drivers son esenciales para un buen rendimiento
Una parte fundamental para la optimización de nuestro equipo es la utilización de drivers correctos y actualizados. En primer lugar, debemos realizar un consejo importante, y es que al menos los drivers de la tarjeta gráfica utilicemos los propios del fabricante y no los de Microsoft. Los que se instalan por Windows Update suelen ser versiones más antiguas (aunque más probadas) y no contienen todas las características ni últimos cambios del fabricante. Los fabricantes de tarjetas gráficas no solo actualizan los drivers para mejorar nuestra gráfica, sino que introduce optimizaciones en los juegos más recientes. Por otro lado, en el caso de NVidia tenemos dos tipos de drivers, los Drivers Game Ready orientados a gaming y los Studio orientados a edición de vídeo. Debemos elegir los primeros para tener todos los ajustes y optimizaciones.
En el caso de los drivers de la tarjeta gráfica recomiendo descargarlos directamente de la página del fabricante. El resto de los drivers podemos instalarlo tanto de la página del fabricante del PC si es premontado o de cada componente si no lo es. Cabe destacar que los fabricantes de PC premontados no suelen mantener al día los drivers en su página. Una opción fácil para actualizar los drivers es usar Snappy Driver Installer Lite, que busca automáticamente los drivers y los instala marcando la casilla. Si no queréis darle muchas vueltas, lo esencial es actualizar el driver de la tarjeta gráfica en la página del fabricante, puesto que el resto de los drivers probablemente no mejoren el rendimiento del equipo al ser actualizados.
Mejoras de hardware
Un paso distinto es la mejora a través del hardware al que dedicaremos un pequeño apartado. Uno de los componentes que podemos mejorar es la memoria RAM. En un equipo gaming recomiendo un mínimo de 8 GB y un máximo de 32, aunque a día de hoy recomiendo 16 GB. Si tienes 8 GB o menos, una opción interesante es tratar de ver si tenemos un slot vacío para alcanzar los 16 GB. Os recomiendo comprobar la página o manual de vuestra placa base para ver el máximo que admite. Para tener la mejor estabilidad del sistema, los módulos que instaléis os recomiendo que sean iguales (Misma marca y capacidades) que el que ya tengáis instalado.
Por otro lado, podemos instalar un segundo disco de almacenamiento, recomendable un SSD. Al hacer esto, podréis ganar velocidad, ya que ese segundo disco solo se usará con los juegos, puesto que el principal, una parte, se usa ya con los programas instalados y el sistema operativo. Aunque los discos duros son un buen aliado para tener espacio de forma económica, los títulos de hoy en día requieren de SSD para evitar que vuestro propio disco no os haga un cuello de botella.
Otro aspecto muy interesante es abrir el equipo cada cierto tiempo y cambiar la pasta térmica, además de limpiar su suciedad. Cuando la pasta térmica está deteriorada por su uso o tiempo pasado, puede hacer que alcance altas temperaturas. Los CPU o GPU cuando alcanzan temperaturas extremas reducen su frecuencia para bajar temperaturas. Esto puede hacer en casos extremos que no usemos todos los recursos de nuestro hardware gaming.
Nuestras conclusiones
Os hemos mostrado desde los ajustes más básicos hasta los más avanzados para obtener una mejor experiencia en nuestro equipo gaming. A pesar de ello, tenemos que ser conscientes de las limitaciones que tiene nuestro hardware y saber ajustar los parámetros de nuestros juegos a las opciones que estén al alcance de nuestro hardware. Todos estos ajustes pueden dar un empujoncito y ayudarnos a ganar rendimiento. Como siempre estamos para atender vuestras consultas y sugerencias en Fanáticos del Hardware.