La compañía ha confirmado un cambio relevante en la evolución del cliente de Steam. Valve ha anunciado oficialmente que el cliente Steam de 32 bits deja de estar soportado en Windows 10 y Windows 11, una decisión que se materializó con la actualización del cliente publicada el 19 de diciembre. El movimiento supone el cierre definitivo de una etapa que llevaba años en retirada dentro del ecosistema del PC.
Según detallan las notas oficiales, las versiones de Steam de 32 bits solo seguirán recibiendo actualizaciones en sistemas Windows de 32 bits hasta el 1 de enero de 2026. A partir de esa fecha, cualquier soporte oficial desaparecerá por completo. Con ello, Steam se convierte en uno de los últimos grandes clientes de software que mantenían compatibilidad activa con arquitecturas de 32 bits en Windows.
Fin del soporte en Windows modernos
La decisión afecta exclusivamente a Windows 10 y Windows 11, donde el cliente de 32 bits deja de funcionar de forma oficial. En la práctica, esto apenas impactará a la base de usuarios, ya que el uso de sistemas operativos de 32 bits es residual desde hace años, especialmente en equipos capaces de ejecutar juegos actuales o incluso títulos de generaciones anteriores.
Desde el punto de vista técnico, el abandono del soporte facilita a Valve la simplificación del mantenimiento del software, eliminando dependencias heredadas y reduciendo la fragmentación interna del cliente. El ecosistema de Steam lleva tiempo orientado exclusivamente a arquitecturas de 64 bits, tanto por rendimiento como por compatibilidad con librerías y sistemas de seguridad modernos.
Qué ocurre con Windows de 32 bits
Para los usuarios que aún utilicen Windows de 32 bits, Valve mantendrá actualizaciones limitadas del cliente hasta el 1 de enero de 2026. No se trata de nuevas funciones ni mejoras profundas, sino de un periodo de transición para permitir el salto a sistemas más actuales. A partir de esa fecha, el cliente dejará de recibir cualquier tipo de soporte oficial.
La recomendación es clara: actualizar a un sistema operativo de 64 bits, ya sea mediante una reinstalación limpia o, si el hardware lo permite, renovando el equipo. En la mayoría de casos, el obstáculo no es el software, sino hardware antiguo incompatible con arquitecturas x64, algo cada vez menos habitual incluso en equipos modestos.
Backports no oficiales y riesgos asociados
Como suele ocurrir en estos escenarios, parte de la comunidad ha recurrido históricamente a backports no oficiales del cliente Steam para mantener la compatibilidad con sistemas abandonados. Ya existen precedentes de versiones adaptadas para Windows 7 SP1 x64 y Windows 8.x x64, plataformas cuyo soporte oficial por parte de Valve finalizó a comienzos de 2024.
Sin embargo, este tipo de soluciones implica riesgos evidentes de seguridad y estabilidad. Ejecutar clientes antiguos o modificados expone al sistema a vulnerabilidades no corregidas, problemas de compatibilidad con juegos actuales y posibles fallos en servicios críticos como autenticación o descargas. Si llegaran a aparecer adaptaciones comunitarias para entornos de 32 bits, su mantenimiento quedaría exclusivamente en manos de la comunidad, sin garantías a medio plazo.
Una transición inevitable en el PC moderno
El abandono definitivo de los 32 bits en Steam refleja una tendencia ya consolidada en la industria del PC. Sistemas operativos, drivers, motores gráficos y clientes de distribución digital llevan años optimizados únicamente para arquitecturas de 64 bits, donde se concentran las mejoras de rendimiento, seguridad y compatibilidad.
Con este movimiento, Valve termina de cerrar una etapa histórica y refuerza la idea de que el futuro del gaming en PC pasa exclusivamente por plataformas de 64 bits, dejando atrás tecnologías que, hasta la fecha, solo sobrevivían por inercia.
Vía: TechPowerUp



















