Tras presentar ayer el Steam Machine, el visor Steam Frame y el nuevo Steam Controller, Valve ha querido aclarar cómo avanza el futuro de su dispositivo portátil más popular. En una entrevista con IGN, Pierre-Loup Griffais, uno de los ingenieros clave responsables del hardware, ha explicado que la compañía “tiene una idea bastante clara” de cómo será la próxima Steam Deck, pero que su lanzamiento no ocurrirá hasta que exista un avance significativo en batería y eficiencia energética.
Este mensaje encaja con las declaraciones previas del equipo de hardware. Ya en 2023, tanto Griffais como el diseñador Lawrence Yang aseguraron que la Steam Deck 2 no llegaría “hasta dentro de unos años”, principalmente porque el mercado no ofrecía todavía CPU y GPU con mejoras lo suficientemente relevantes como para justificar una nueva generación. Sin embargo, ahora Valve matiza ese enfoque y sitúa la autonomía como el auténtico cuello de botella que impide avanzar hacia un modelo sucesor.
El rendimiento ya no es el problema: la autonomía manda
Griffais ha sido claro al respecto: Valve no está interesada en lanzar un modelo que simplemente ofrezca un 20%, 30% o incluso 50% más de rendimiento si eso implica mantener la misma duración de batería. El objetivo es un salto amplio y claramente diferenciable que permita mantener o mejorar las horas de juego por carga sin sacrificar potencia.
La referencia es evidente si observamos otros dispositivos recientes del mercado. Handhelds como la OneXPlayer OneXFly Apex ya alcanzan niveles de rendimiento similares a una RTX 4060 de portátil, pero incluso con tecnologías modernas de eficiencia, sus baterías duran poco y requieren compromisos importantes en temperatura y ruido. Valve, en cambio, ha construido toda la filosofía del Steam Deck alrededor de un equilibrio entre potencia, eficiencia y experiencia de uso, permitiendo jugar títulos AAA a 15W con resultados razonables.
Este enfoque conservador les ha permitido evitar los problemas de autonomía que lastran a muchas máquinas basadas en APUs más potentes. A la vez, refuerza la idea de que un Steam Deck 2 solo aparecerá cuando el salto tecnológico sea lo bastante significativo como para mejorar rendimiento y batería a la vez, especialmente en cargas sostenidas.
Un ecosistema que crece mientras el Steam Deck evoluciona lento pero firme
El lanzamiento del Steam Machine, más orientado al juego en escritorio y televisión, confirma que Valve seguirá expandiendo su ecosistema SteamOS y su familia de hardware. Sin embargo, la compañía entiende que el segmento portátil requiere un equilibrio mucho más delicado, donde cada incremento en potencia conlleva repercusiones en autonomía, disipación y costes.
Mientras llegamos a ese punto, la primera generación del Steam Deck sigue en plena forma, con revisiones como el modelo OLED y constantes mejoras de software que continúan ampliando su vida útil. Para Valve, no se trata de llegar antes, sino de acertar cuando llegue el momento.
Vía: TechPowerUp


















