Samsung se está topando con grandes dificultades para intensificar la producción de sus procesadores para móviles Exynos 2500, fabricados con tecnología de 3 nm, según los analistas de TrendForce. Los informes indican que la tasa de rendimiento de Samsung para productos viables se encuentra ligeramente por debajo del 20%, debido principalmente a una elevada tasa de defectos.
En el primer trimestre del presente año, la tasa de rendimiento de los chips de 3 nm del fabricante se situó en un solo dígito, lo que apunta a continuas, aunque lentas, mejoras en su proceso de fabricación. Pero, pese a tales mejoras, el volumen de chips sin defectos sigue siendo insuficiente para la producción en serie.
Todavía se desconoce si los procesadores Exynos 2500 se utilizarán en los futuros smartphones Galaxy S25. Los rumores apuntan a que todos los próximos dispositivos de gama alta podrían incorporar de forma exclusiva el Snapdragon 8 Gen 4.
Para lograr la eficiencia de la producción en masa, se precisa una tasa de defectos inferior al 40%. Según los informes, la división System LSI de Samsung está centrada en mejorar el proceso de fabricación de chips Exynos 2500 viables en el segundo semestre del presente año. El objetivo de Samsung es alcanzar una tasa de rendimiento del 60% de chips utilizables para el mes de octubre.
Asimismo, TSMC, el principal competidor de Samsung, se enfrenta a un incremento de los pedidos de producción de chips de 3 nm por parte de clientes como Apple, NVIDIA, AMD, Qualcomm, Intel y MediaTek. TSMC anunció a finales de mayo que había triplicado su capacidad de producción de chips de 3 nm. Ahora bien, incluso con esta mayor capacidad, sigue teniendo dificultades para satisfacer la totalidad de la demanda, lo que dificulta enormemente el cumplimiento de los pedidos.
En su análisis, TrendForce pone de manifiesto las dificultades competitivas y técnicas a las que se enfrenta Samsung en el panorama de la fabricación de semiconductores avanzados. Las tasas de rendimiento por debajo de lo óptimo no solo lastran la capacidad de producción de Samsung, pues también afectan a su posicionamiento en el mercado frente a rivales como TSMC, que ha logrado hacerse con cuantiosos pedidos de grandes firmas tecnológicas.
Los esfuerzos estratégicos llevados a cabo por Samsung para mejorar sus índices de rendimiento implican ajustes meticulosos de sus procesos de fabricación y, probablemente, la inversión en nuevas tecnologías o equipos para reducir los índices de defectos. Al marcarse el objetivo de alcanzar un rendimiento del 60% en octubre, el fabricante se ha trazado una estricta hoja de ruta y ha asignado importantes recursos para lograrlo.
Samsung se ve aún más presionada por los agresivos avances de TSMC en la tecnología de 3 nm. La capacidad de TSMC para incrementar de forma significativa su capacidad de producción y asegurarse clientes de renombre ponen de relieve las presiones competitivas en la industria de los semiconductores.
Debido a la elevada demanda de chips de 3 nm, que obedece a la necesidad de procesadores más potentes y eficientes en diversas aplicaciones, resulta imperativo que Samsung resuelva con prontitud sus dificultades en materia de producción.
Vía: Guru3D