Uno de los puntos débiles del ecosistema PlayStation 5 es la ausencia de compatibilidad nativa con los juegos de PS3, una limitación que sigue frustrando a los aficionados al retro gaming. Pese a ello, Implicit Conversions, el estudio encargado de adaptar títulos clásicos para PlayStation Plus Premium, no descarta la posibilidad de incorporar soporte mediante emulación en el futuro.
En una entrevista reciente con el creador de contenido Mystic, el director ejecutivo Bill Litshauer afirmó que el proyecto sigue sobre la mesa, aunque no hay un lanzamiento previsto a corto plazo.
La arquitectura Cell, el gran obstáculo técnico
El procesador Cell Broadband Engine que impulsó la PlayStation 3 en 2006 sigue siendo el principal desafío para cualquier intento de emulación. Su diseño asimétrico, con un núcleo PowerPC y varios coprocesadores SPE, ofrecía un rendimiento notable en su época, pero complicó enormemente el desarrollo y la compatibilidad de los juegos.
Con la llegada de las PlayStation 4 y 5, Sony adoptó la arquitectura x86-64, mucho más estándar. Esa transición permitió simplificar la producción de títulos modernos, pero también rompió la retrocompatibilidad directa con el hardware anterior. Hoy en día, la única forma oficial de jugar a títulos de PS3 en PS5 es mediante streaming en la nube, una solución que introduce latencia adicional y depende de una conexión estable.
Emulación local frente al juego en streaming
Según Litshauer, una solución de emulación nativa permitiría una experiencia más fluida y sin retardo, y asegura que es “técnicamente posible” con el hardware actual. Implicit Conversions habría recurrido incluso a un socio externo para evaluar la viabilidad del proyecto, aunque reconoce que no es una prioridad inmediata dentro de su hoja de ruta.
La compañía mantiene su enfoque principal en la expansión del catálogo de PS1 y PS2 dentro del plan PlayStation Plus Premium, pero el directivo no descarta que PS5 o incluso PS6 acaben ofreciendo compatibilidad completa con juegos de PS3 mediante software.
La escena de emulación y la brecha entre consolas y PC
Mientras tanto, la comunidad de emulación en PC ya ha logrado progresos considerables. Proyectos como RPCS3 permiten ejecutar gran parte del catálogo de PS3 en ordenadores modernos con CPU x86 multinúcleo y GPU dedicadas, aunque requieren un hardware potente para mantener la estabilidad y los 60 FPS.
Esta diferencia técnica ha generado frustración entre los usuarios de consola, que ven cómo plataformas de terceros ofrecen una compatibilidad más amplia que la propia Sony. Muchos suscriptores de PlayStation Plus Premium reclaman además una mayor presencia de títulos clásicos, un catálogo que crece lentamente y está condicionado por problemas de licencias y derechos de distribución con editoras ya desaparecidas.
Un reto compartido por toda la industria
La retrocompatibilidad sigue siendo un desafío incluso para otras compañías. Microsoft ha tenido dificultades similares para trasladar juegos de Xbox 360 a PC o nuevas consolas, y los rumores apuntan a que también podría recurrir a emuladores oficiales en futuras generaciones de Windows y Xbox.
Por ahora, la posible llegada de un emulador de PS3 en PS5 se mantiene en el terreno de las intenciones, pero las declaraciones de Implicit Conversions vuelven a encender la esperanza entre los seguidores de PlayStation, que sueñan con revivir títulos emblemáticos sin depender de la nube.
Vía: NotebookCheck


















