Los usuarios de Linux llevan años valorando las tarjetas gráficas de AMD por su soporte nativo dentro del kernel, y la llegada del kernel Linux 6.19 refuerza aún más esa percepción. Según pruebas recientes publicadas por Phoronix, este lanzamiento introduce un cambio clave para GPUs antiguas basadas en GCN 1.0 y GCN 1.1, como la AMD R9 390X.
A partir de Linux 6.19, estas gráficas dejan de usar el controlador Radeon clásico por defecto y pasan a emplear el driver AMDGPU, una transición largamente esperada. El cambio ha sido posible gracias al trabajo de Valve, cuyos ingenieros han contribuido activamente a modernizar el soporte de características y a dejar el controlador AMDGPU en un estado lo suficientemente maduro como para convertirse en la opción predeterminada.
AMDGPU como driver por defecto en GCN antiguas
Hasta ahora, las GPUs GCN de primera generación utilizaban el controlador Radeon heredado, con un soporte funcional pero claramente limitado frente a tecnologías más recientes. Con Linux 6.19, el kernel activa AMDGPU por defecto, abriendo la puerta a mejoras de rendimiento y a un ecosistema gráfico más moderno.
Aunque se esperaba un incremento de rendimiento, los resultados han superado las previsiones. En múltiples juegos y pruebas sintéticas, las mejoras superan el 40%, dependiendo del título y de la carga gráfica. Esto supone un salto notable para hardware con más de una década a sus espaldas.
Pruebas con una GPU de 13 años
Phoronix realizó las pruebas utilizando una AMD Radeon HD 7900 con 3 GB de VRAM, perteneciente a la familia Southern Islands y lanzada hace 13 años. Con el nuevo driver por defecto, AMDGPU superó al controlador Radeon en todas las pruebas, sin excepción.
Las mayores ganancias de rendimiento se registraron en GravityMark 1.87 bajo OpenGL, aunque los benchmarks de Unigine también mostraron mejoras muy significativas. Estos resultados confirman que el cuello de botella no estaba solo en el hardware, sino en el stack de software gráfico utilizado hasta ahora.
Más compatibilidad con juegos modernos en Linux
El cambio no se limita al rendimiento puro. Al usar AMDGPU, estas GPUs antiguas obtienen acceso a tecnologías modernas del ecosistema Linux, como el driver Vulkan RADV de Mesa, algo que antes no estaba disponible o era muy limitado. Esto permite ejecutar más juegos a través de Proton, mejorando el rendimiento en algunos casos y, en otros, haciendo compatibles títulos que antes no arrancaban.
En la práctica, este avance resulta especialmente relevante para equipos modestos, PCs antiguos o sistemas reutilizados como máquinas gaming ligeras en Linux, donde una simple actualización del kernel puede transformar por completo la experiencia.
Un ejemplo del valor del soporte a largo plazo
La transición a AMDGPU en Linux 6.19 demuestra el valor del soporte a largo plazo del software libre. GPUs consideradas obsoletas en otros sistemas operativos reciben una segunda vida gracias a mejoras en el kernel y en los drivers gráficos.
Para los usuarios de AMD en Linux, el mensaje es claro: actualizar a Linux 6.19 puede suponer un salto de rendimiento y compatibilidad inesperado, incluso en hardware que ya parecía haber alcanzado su límite.
Vía: TechPowerUp



















