La colaboración entre Intel y NVIDIA es una de las noticias más relevantes de 2025 en el mundo del PC. El acuerdo no solo afecta a los productos destinados a datacenters, sino también a la gama de consumo, incluyendo APUs para portátiles y GPUs discretas de sobremesa. Intel sostiene que la llegada de iGPUs GeForce RTX a sus futuros APUs x86 no busca reemplazar a las actuales Intel Arc Graphics, sino complementarlas.
Hammer Lake y el papel de NVIDIA
El conocido filtrador Moore’s Law Is Dead (MLID) afirma que estas declaraciones forman parte del discurso de marketing, ya que Intel planea integrar plenamente GPUs NVIDIA GeForce RTX en la arquitectura Hammer Lake.
Según las filtraciones, tras Panther Lake llegarán arquitecturas como Nova Lake, Razer Lake, Titan Lake y Hammer Lake, todas inicialmente previstas para el Socket LGA 1954, que debutará con Nova Lake-S en 2026. No obstante, Intel habría ajustado sus planes, cancelando los Titan Lake de escritorio y reservando esta arquitectura únicamente para APUs móviles con iGPUs actualizadas, que podrían o no ser de NVIDIA.
Redefinición de la hoja de ruta
MLID indica que los productos Hammer Lake han sido “redefinidos” para incorporar una iGPU de gran tamaño y potencia en 2029, con altas probabilidades de tratarse de una GPU integrada NVIDIA GeForce RTX. Un informante de NVIDIA asegura que los productos conjuntos Intel x NVIDIA no llegarán antes de Titan Lake, como pronto.
Esto significa que durante los próximos años, Intel seguirá apostando por Arc iGPUs en APUs móviles y de escritorio, antes de dar paso definitivo a las soluciones gráficas de NVIDIA hacia el final de la década.
Implicaciones para Arc Graphics
La estrategia plantea dudas sobre el futuro de Intel Arc en GPUs discretas de sobremesa, dado que las RTX iGPUs integradas podrían canibalizar parte del mercado. De hecho, MLID ya ha actualizado las especificaciones de la Arc B770, una GPU que hemos cubierto en un artículo aparte y que marcará el rumbo a corto plazo de la división gráfica de Intel.
Lo que parece claro es que la alianza con NVIDIA redefine el camino de Intel en el sector gráfico, afectando tanto al ecosistema x86 como a los planes a largo plazo de sus propias Arc Graphics.
Vía: NotebookCheck
