Intel abandona sus chips para automoción y anuncia despidos masivos

Intel abandona sus chips para automoción y anuncia despidos masivos

Intel ha confirmado el cierre definitivo de su línea de chips para automoción, un movimiento con el que persigue reforzar sus áreas más rentables y competitivas. Aunque más de 50 millones de coches incorporan procesadores Intel para infoentretenimiento, gestión eléctrica o ADAS, la compañía reconoce que la división nunca alcanzó la masa crítica necesaria.

Por qué Intel deja los semiconductores para el motor

El nuevo CEO, Lip-Bu Tan, ha dejado claro que el foco inmediato pasa por centros de datos y cliente. Según el memorando interno al que ha tenido acceso la plantilla, la empresa dedicará la inversión y capacidad de diseño a productos con mayor retorno, dejando atrás proyectos de bajo margen como los procesadores automotrices. Este ajuste forma parte de una política más amplia que, como ya vimos en [[nuestro análisis del futuro Xeon “Granite Rapids”]], busca afianzar la posición de Intel en segmentos de alta demanda.

Un negocio reducido dentro de un gigante

Pese a la adopción de sus chips para coches en servicios tan dispares como navegación integrada o gestión de baterías, la unidad automotriz jamás dispuso de cifras desglosadas: era tan pequeña que quedaba diluida en los informes trimestrales. La compañía admite que su peso económico era marginal, algo que justificaba una revisión a fondo. En contraste, las ventas de servidores Xeon siguen creciendo a doble dígito, lo que explica la nueva priorización.

Impacto laboral y externalización de marketing

Como parte de la reestructuración, Intel recortará hasta un 20% del personal de fabricación a partir de julio y traspasará gran parte de su marketing a Accenture, confiando en IA para automatizar campañas. El objetivo es aligerar costes y agilizar la toma de decisiones, reforzando al mismo tiempo el catálogo de procesadores cliente y soluciones de centro de datos. Esta medida también ayudará a liberar CAPEX para las futuras fábricas de Arizona y Alemania.

Mobileye y las oportunidades que siguen vivas

El cierre de la división de chips para automoción no afecta a Mobileye, filial que opera de manera independiente desde su salida a bolsa en 2023. Mobileye continuará desarrollando sistemas de conducción autónoma y, de hecho, Intel mantiene casi todo el poder de voto. Que Mobileye quede fuera del ajuste subraya la apuesta de la matriz por oportunidades de alto valor añadido dentro del sector de la movilidad. Puedes ampliar detalles en nuestra cobertura sobre Mobileye y su hoja de ruta de nivel 4.

Qué significa esto para la industria

Para los fabricantes de coches, la decisión obliga a diversificar proveedores de semiconductores para automoción y afecta a un mercado ya tensionado por la escasez de chips. Para Intel, la retirada libera recursos para competir contra AMD y NVIDIA en IA y HPC, mientras deja la puerta entreabierta a retornar con soluciones más especializadas cuando el margen lo justifique. Con todo, la noticia ilustra cómo las grandes tecnológicas ajustan el rumbo en función de la rentabilidad, incluso en mercados tan prometedores como el del coche conectado.

Vía: TechPowerUp

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