Un nuevo estudio publicado por Xiaomi en colaboración con Wakefield Research ha desvelado que desde marzo de 2020, el 70% de los consumidores ha realizado cambios en su hogar[i]. En este contexto, más de la mitad de los encuestados afirman que adquirieron algún dispositivo inteligente durante este periodo.
El confinamiento domiciliario y las diferentes restricciones derivadas de la pandemia han supuesto un cambio de paradigma en cuanto a cómo interactúan las personas con su hogar. En este sentido, el teletrabajo, la práctica de ejercicio físico en casa o la búsqueda de nuevas formas de ocio han llevado a la reconfiguración del espacio para satisfacer estas necesidades.
Los dispositivos inteligentes pueden por tanto jugar un papel fundamental por ejemplo a la hora de inspirar a los consumidores a ver nuevos usos para su espacio (como la creación de un ambiente de trabajo específico con mayor conectividad e iluminación automatizada) o la de automatizar las tareas diarias. La mejora de la productividad puede lograrse por ejemplo a través de los programas de limpieza automatizados con purificadores de aire, electrodomésticos inteligentes o robots aspiradores.
Según los datos de la encuesta, 3 de cada 5 personas afirman que conservar un espacio personal de relajación resulta más complicado debido a la utilización del mismo espacio para el teletrabajo y el tiempo libre. De ellos, el 63% compró dispositivos inteligentes para su hogar, el 82% adaptó una habitación para trabajar y el 79% reconfiguró al menos una habitación.
Según Daniel Desjarlais, director global de Marketing de Productos de Xiaomi, “la vida inteligente siempre ha consistido en reimaginar y optimizar el espacio físico para resolver los problemas y adaptarse a las nuevas realidades mediante el uso de la tecnología, y hemos visto que esta adopción se ha acelerado en 2020”. «Los hogares conectados, los sistemas automatizados y la nueva tecnología están ayudando a las personas a crear ecosistemas dentro de sus hogares para resolver los nuevos desafíos que presenta el aumento del tiempo en casa, ya sea adaptando o creando nuevos usos para los espacios antiguos, como el espacio de la oficina o las aulas, o simplemente creando un hogar más racionalizado que sea más fácil de manejar y controlar”, ha añadido.
Principales conclusiones del estudio
A continuación se recogen las principales conclusiones del estudio:
- Los usuarios tuvieron que adaptar los espacios existentes para que sirvieran a nuevos fines como respuesta al confinamiento. Esto puede verse especialmente entre las generaciones más jóvenes: el 91% de los consumidores de la Generación Z y el 80% de los Millennials indicaron que esto fue algo que se vieron obligados a hacer.
- Las compras de dispositivos inteligentes para el hogar fueron la solución. En promedio, los consumidores compraron dos nuevos dispositivos inteligentes desde marzo, con los consumidores de la Generación Z adquiriendo un promedio de tres. Independientemente de los dispositivos adquiridos, existe un consenso abrumador entre los consumidores (82%) de que un hogar con dispositivos inteligentes tiene ventajas significativas.
- Para muchos, estas soluciones improvisadas pueden acabar siendo permanentes. El 60% de los consumidores afirma que tiene previsto seguir utilizando su hogar para actividades que normalmente se realizan en otros lugares, incluso después de que la vacuna COVID-19 esté ampliamente disponible. Si las órdenes de permanencia en el hogar vuelven a entrar en vigor en 2021, casi 2 de cada 5 (39%) de los consumidores han declarado que quieren actualizar sus dispositivos y el 41% adaptará una habitación. De cara a 2021, la adopción e integración de la tecnología doméstica inteligente será una tendencia predominante en la mejora del hogar, ya que los consumidores buscan dispositivos inteligentes como parte de sus soluciones a largo plazo.