Políticos, líderes empresariales y comunidades deben colaborar en el uso de la tecnología como una fuerza para el bien, fomentando un entorno donde todos puedan participar plenamente en la sociedad digital europea.
Este empoderamiento digital para Europa se sustenta en una conectividad sólida, una ciberseguridad resiliente, habilidades digitales avanzadas, tecnología sostenible y otras acciones como la cooperación global en IA. Cisco ha definido diez políticas tecnológicas para impulsar el futuro de Europa, incluyendo:
- Gobernanza responsable de la IA. Los principios y regulaciones globalmente compatibles e interoperables permiten abordar los riesgos de la IA al evitar conflictos jurisdiccionales, confusión en el cumplimiento y asignación ineficiente de recursos. El Proceso IA de Hiroshima del G7 proporciona una base sólida para la cooperación internacional.
- Dotar a las nuevas generaciones de habilidades digitales y de IA. Las empresas europeas necesitan las habilidades adecuadas para que la IA y los macrodatos realmente les den acceso a nuevas capacidades. La UE debería impulsar y acelerar sus iniciativas existentes sobre recapacitación de la fuerza laboral actual y educación para los futuros trabajadores.
- Eliminar dispositivos digitales obsoletos y no compatibles de las redes críticas. Los operadores de infraestructuras críticas deberían eliminar los dispositivos para los que ya no existen actualizaciones de software. Aunque se trata de una recomendación común de las agencias de seguridad, algunos países como Japón están codificando este principio en leyes.
- Establecer reglas para gestionar las vulnerabilidades de seguridad de los gobiernos. Muchos países han adoptado normas de Divulgación Coordinada de Vulnerabilidades (CVD) relacionadas con políticas y protecciones para que investigadores externos identifiquen y comuniquen vulnerabilidades a organizaciones públicas y privadas. Sin embargo, sólo unos pocos países como Estados Unidos y Reino Unido establecen reglas para que los gobiernos exploten las vulnerabilidades para sus propios fines y cuándo compartir esas vulnerabilidades con los proveedores para mitigar el riesgo.
- Finalizar un acuerdo UE-EE.UU. sobre las demandas de datos gubernamentales. El acceso unilateral a datos de gobiernos extranjeros socava los derechos fundamentales de los ciudadanos y crea conflictos legales para las empresas, lo que impulsa aún más el surgimiento de controles de soberanía de datos en Europa. Estas tensiones deberían resolverse a través de marcos gubernamentales, como ha concluido Estados Unidos con Reino Unido y Australia.
- Implementar la estrategia de conectividad de la UE para reforzar las redes. Las tecnologías que facilitan la transformación digital (como la IA, el IoT y la computación en la nube) están basadas en la red. La UE debería adoptar una estrategia de conectividad que dé prioridad a la inversión en redes, promueva asociaciones tecnológicamente neutrales y elimine las barreras regulatorias para la prestación transfronteriza de servicios y la gestión del espectro.
- Asignar espectro suficiente para aprovechar todos los beneficios de Wi-Fi. La tecnología Wi-Fi es la forma más asequible y eficiente de conectarse en interiores, y crucial para lograr la conectividad Gigabit en Europa. Pero con miles de millones de nuevos dispositivos inalámbricos que llenan las bandas del espectro cada año, los reguladores deberían autorizar rápidamente las operaciones de Wi-Fi en la banda superior de 6 GHz, un camino que ya han tomado Corea, Canadá y otros países.
- Habilitar la transición limpia y ecológica con soluciones digitales. NextGenEU sitúa la doble transición verde y digital en el centro de la recuperación europea. Las tecnologías digitales pueden utilizarse para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la eficiencia de los recursos y permitir la circularidad en los modelos de negocio. Al alinear las agendas de políticas industriales, digitales, energéticas y verdes de la UE y simplificar el acceso a la financiación relacionada, las empresas europeas pueden prosperar en el mercado único verde.
- Apoyar el libre comercio y los flujos verdes de bienes y servicios. Las políticas que abren mercados para productos y servicios tecnológicos aumentan las opciones, promueven la innovación y permiten la transición verde. Además de eliminar las barreras comerciales al despliegue de productos y servicios digitales y reducir los aranceles para los productos TIC energéticamente eficientes, la UE debería alinearse con sus socios comerciales para reciclar los desechos electrónicos y reducir las barreras para los productos destinados a reparación, reutilización y renovación.
- Cooperar con el sector privado. Para aprovechar el potencial de las tecnologías avanzadas en semiconductores, IA, redes cuánticas y criptografía cuántica se requiere cooperación con el sector privado. Trabajando juntos, podemos garantizar estándares globales y la alineación de las medidas de control de exportaciones de una manera que genere confianza, seguridad y resiliencia.
Como señala Francine Katsoudas, Vicepresidenta Ejecutiva y Directora de Personas, Políticas y Propósitos en Cisco, “estamos tan comprometidos con la promoción de la alfabetización digital como con el acceso global a Internet y el avance del estado de la ciberseguridad. Nuestro trabajo promueve que todas las personas tengan las herramientas y el conocimiento adecuados para tomar decisiones informadas y participar en la economía digital del siglo XXI”.