
El auge de la inteligencia artificial en China ha generado una industria inesperada: la reparación clandestina de GPUs NVIDIA H100 y A100. Aunque estas tarjetas gráficas están vetadas por el gobierno de Estados Unidos desde 2022, decenas de unidades han llegado a China por canales no oficiales, creando una demanda urgente de mantenimiento técnico.
Según fuentes citadas por Reuters, al menos una docena de talleres en Shenzhen ofrecen servicios especializados para revivir y reparar estas GPUs de alto rendimiento, fundamentales para el entrenamiento de modelos de lenguaje como los LLM. Los fallos comienzan a acumularse tras años de uso continuo en clústeres de servidores, y los clientes—investigadores, centros de datos y proveedores cloud—no pueden simplemente reemplazarlas, dado que Nvidia H100 y A100 ya no se pueden adquirir legalmente en el país.
Un mercado paralelo con márgenes millonarios
Los técnicos informan de averías frecuentes en los circuitos de alimentación, módulos HBM y sistemas de refrigeración. Algunos talleres afirman haber creado divisiones especializadas, capaces de restaurar hasta 500 unidades al mes, todas probadas en clústeres de hasta 256 nodos que simulan entornos reales de producción.
Los precios oscilan entre 10.000 y 20.000 yuanes por reparación (≈ 1.400–2.800 dólares), una cifra elevada, pero inferior al coste de un nuevo servidor. Por ejemplo, un servidor con chips H20—la versión limitada que sí se puede vender en China—supera el millón de yuanes, mientras que uno con GPUs B200 alcanza más de 3 millones (≈ 418.000 USD).
EE. UU. prepara nuevas medidas de control
El gobierno estadounidense, preocupado por el uso militar de estas GPUs, ha planteado leyes que obliguen a rastrear la ubicación de los chips tras su venta, para dificultar su reventa ilícita. NVIDIA, por su parte, recuerda que solo ofrece soporte completo a través de sus socios autorizados, y advierte que el uso de tarjetas restringidas sin actualizaciones de firmware y drivers pone en riesgo su funcionalidad.
Aun así, el negocio sigue en auge. China no está dispuesta a renunciar al hardware más avanzado para competir en la carrera de la IA, incluso si eso implica mantener GPUs «contrabandeadas» en funcionamiento, desafiando las restricciones geopolíticas.
Vía: NotebookCheck