Análisis Affogato – Café, brujería y demonios

Keyart Affogato

Los bartender-like, esos juegos donde llevamos una cafetería o bar y servimos bebidas a la gente, siempre me han encantado. Por otro lado los tower defense, pese a su nicho, me han hecho dedicar horas y horas de mi vida en una sola sesión. Por eso, cuando Affogato llegó a mis oídos, un título independiente que junta estos dos géneros, tenía que darle una oportunidad.

Affogato: barista y bruja

Nuestra historia nos lleva a controlar a Affogato, una chica que ha comprado un local para crear su cafetería. También es una bruja que ha realizado un pacto con un alto demonio, y tiene un pasado bastante misterioso que parece haberle dejado su antiguo hogar, pero eso no tiene tanta importancia.

Así, nuestra historia mezcla ambas vertientes: por un lado, el llevar una cafetería, pagar el alquiler el fin de mes y mantener a los clientes contentos. Por otro, debemos hacer nuestro cometido de bruja y acabar con la influencia de varios demonios que están cosechando vidas por toda la ciudad.

Por desgracia, hay una historia que pesa mucho más que otra. Aunque llevar una cafetería es la excusa perfecta para introducirnos a los personajes que veremos en cada “capítulo” de la historia, poco hace además de ofrecer un contexto de lugar como excusa para llevar la trama adelante. Durante gran parte del juego se siente como esta parte de la trama es un decorado, aunque la propia Affogato parece tener más interés en llevar una cafetería que ser una bruja caza demonios. Este es un problema que, por desgracia, vamos a ver a lo largo de diferentes partes del juego.

Captura de dialogo de Affogato donde se ve como las protagonistas van a abrir la nueva cafetería

Affogato y Mephista (su demonio personal), protagonistas de la historia, son buenas protagonistas que mueven siempre la trama adelante

En general el argumento es interesante, aunque quizás se queda algo corto al hablar de ciertos arcos de varios personajes que piden a gritos una evolución mucho mayor de lo que ofrece en primer lugar Affogato. Aún así, estos personajes son interesantes y plantean tramas curiosas, por lo que se justifica por ese lado para lograr captar el interés del jugador.

Haciendo el café perfecto

Affogato es un juego con bastantes mecánicas integradas, así que mejor empezar por el más sencillo: hacer las bebidas. Cada vez que un personaje que tenga relación con la historia venga a la cafetería nos pedirá una bebida, así que toca hacerla. El proceso de hacer un café es muy sencillo: casi todas las recetas están desbloqueadas desde el principio e indican sus pasos, así que es imposible equivocarse en la mayoría de pedidos donde el juego nos indica además que es lo que tenemos que preparar.

La gracia es cuando un personaje no pide algo concreto, sino simplemente “algo picante y dulce” o “algo que me de energía”. Aquí tenemos que consultar la guía de bebidas para ver que encaja, no para copiar una receta sin pensar. Además, en la fase de añadir condimentos podemos remarcar ciertos sabores en caso de que a nuestro cliente le guste algo extremo o específico.

Captura del sistema de condimentos a la hora de hacer café

El límite de condimentos es el de tu imaginación… y el paladar del cliente

Por desgracia, esta mecánica cae en saco roto cuando vemos que relevancia cobra. Durante cada día del juego tenemos dos franjas horarias: la mañana y la tarde. Affogato parece estar diseñado para que gastes las mañanas trabajando en la cafetería pero esta acción es automática. No servimos bebidas, sino que pasa una pequeña cinemática y listo. Teniendo en cuenta que ni siquiera es obligatorio, no entiendo el porque no aprovechar una mecánica ya implementada para expandir la base jugable. En especial cuando hablamos de servir café en un videojuego donde llevamos una cafetería.

Entrando en la mente de la gente

Como ya he dicho, llevar la cafetería es solo una mecánica. Otra mecánica principal que encontramos en Affogato es la de enfrentarnos a los demonios. Para ello nos encontramos con un tower defense inverso. Deberemos colocar unidades en unos raíles para avanzar, enfrentándose a enemigos que se encuentran en los lados. Tampoco podemos controlar el movimiento, solo podemos elegir la dirección de nuestro micro ejercito en las bifurcaciones del camino.

La dificultad de este modo es saber gestionar los recursos. El “luma” nos permite invocar las unidades y realizar las habilidades, pero es muy limitado. No se consigue a lo largo del tiempo, sino derrotando enemigos específicos o con habilidades muy limitadas de las cartas. Así, toca pensar mirando todo el nivel en que orden vamos a empezar. Quizás necesitemos un inicio agresivo porque hay enemigos más poderosos, pero eso significa que toca encontrar una forma de conseguir luma rápidamente para proteger nuestra ofensiva.

Batalla contra el primer jefe de Affogato

Las peleas contra jefes si que son realmente desafiantes, incluyendo mecánicas únicas en cada uno

Por desgracia, siento que hay cartas (unidades) mucho más diferenciadas de otras. Las primeras que se consiguen cumplen su función de una forma tan directa (daño, aguante y curación) que normalmente suelen ser la mejor opción para comenzar los niveles, haciendo que incluir al resto sea una situación de “ganas más” en vez de algo necesario para progresar. El desafío se suele centrar más en los compases iniciales: si logras que tu equipo pase sin mucho daño hasta estabilizarse, tu ejercito empieza a ser una bola de nieve imparable.

En definitiva, siento que este sistema es interesante pero que podría dar más. Un tower defense inverso es un concepto innovador que puede dar un enfoque único al género de estrategia, pero aunque vemos las bases en Affogato, le falta un empujón más para ofrecer esa satisfacción al jugador tras completar un nivel. Aún así, el hecho de que cada mundo introduzca nuevas mecánicas únicas al menos le da una gran variedad y profundidad a un sistema que quizás podría tener una base más pulida.

La gestión del tiempo

Si habéis seguido hasta aquí bien el análisis os habréis dado cuenta que tenemos una sección del juego donde tenemos que fingir que vivir una vida normal y otra donde ayudamos a individuos adentrándonos en su mente. En efecto, nos encontramos ante Persona 5.

Captura de un diálogo en uno de los eventos sociales del juego

Las historias de los personajes que desbloqueamos a través de la socialización son interesantes, aunque no justifica todo el sistema

Si he traído la comparación con la saga de Atlus no es casualidad. Aún queda hablar de la tercera sección del juego: que hacemos con nuestro tiempo libre. Porque tal y como he mencionado antes brevemente, debemos gestionar el tiempo a lo largo del día en dos secciones: mañana y tarde.

En primer lugar, podemos dedicar nuestro tiempo a avanzar la historia. En cada capítulo, cierta bruja nos encargará un trabajo que deberemos cumplir en una fecha límite si no queremos un game over. Lo mejor, como en cierto jrpg de adolescentes, es centrarse en terminar cuanto antes esta sección para tener luego el resto del tiempo completamente libre. El problema es donde dedicar el resto de nuestro tiempo. Como ya he dicho, dedicarlo a trabajar en la cafetería es casi ínútil (incluso al no hacerlo ganaremos dinero, que de todas formas sobra aún teniendo que pagar el alquiler de nuestro local).

Así que queda mejorar nuestras relaciones con personajes del juego o mejorar nuestras estadísticas. Por un lado, mejorar la relación con otros personajes es el eje principal de este tiempo libre: desbloqueamos nuevas cartas, aprendemos más de su historia y preparamos más bebidas. Por otro lado, mejorar nuestras estadísticas se siente inutil. Si, es necesario tener X estadística a un nivel concreto para desbloquear una ruta con un personaje, pero se siente que cae en saco roto.

Captura del menú de objetos, mostrando decorados, objetos que suben estadísticas y regalos

Tenemos objetos que suben nuestras características, objetos para regalar y decorados para nuestra cafetería. Este aspecto se siente muy completo

Muchas aristas sin pulir

Affogato me parece una combinación muy interesante, pero que intenta proponer tantas ideas (bebiendo mucho de Persona 5) que al final se olvida de pulirlas para ofrecer una experiencia realmente gratificante.

Esto no significa que me parezca un mal juego. Me lo he pasado bien: los personajes son interesantes (aunque todos los personajes femeninos tienen el mismo cuerpo y es preocupante en 203), los “combates” son curiosos y la estética es muy atractiva. Pero más que encontrar un desafío y su correspondiente satisfacción, simplemente se deja jugar para seguir avanzando. No hay recompensa por conseguir planificar tus días, porque el gameplay no lo exige, es más algo que haces porque, bueno, en algo hay que matar el tiempo.

Agradecemos a Jesús Fabre la confianza depositada en nosotros al otorgarnos una clave de análisis de Affogato en PC.

Fanáticos del Hardware otorga la medalla de BRONCE a Affogato

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