No hay visita a la playa sin selfie, fiesta en la piscina sin música o excursión a la montaña sin grabar tus rutas y guardar todos los datos sobre tus caminatas. Llevar un dispositivo electrónico (smartphone, tablet, altavoz Bluetooth o smartwatch) encima durante las vacaciones es casi tan importante como mantenerse hidratado o no salir a la calle en las horas de más calor.
Tantas horas bajo luz directa del sol, arena o humedad pueden perjudicar gravemente los terminales y su funcionamiento, provocando serios daños en la pantalla o en los componentes electrónicos. A veces, incluso irreversibles. SPC, la compañía tecnológica especializada en el desarrollo de productos smart de electrónica de consumo, ofrece tres recomendaciones para cuidar de nuestros dispositivos durante las vacaciones de verano:
Evita la exposición directa al sol de tus dispositivos
Uno de los principales enemigos de los dispositivos electrónicos es el sol. Las temperaturas extremas pueden causar un grave perjuicio en los componentes internos de un smartphone o tablet. Cuando un dispositivo así se calienta en exceso, sus datos se pueden perder o corromper, la pantalla sufrirá pixelaciones o pérdidas de tonalidad y la exposición repetida al calor hará que funcione más lento o que se acorte la vida de la batería de forma permanente.
Para que el terminal no se caliente en exceso, evita los rayos del sol directo o guardarlo en espacios cerrados al sol, como el coche: la temperatura recomendada es de entre 0 y 35 grados y, dentro del coche, pueden aumentar hasta los 50. Si estás en la playa, puedes dejarlo dentro de la mochila o el bolso, pero siempre cubierto con alguna toalla y a la sombra. Ponlo en modo Avión y evita usar aquellas apps más exigentes con su procesador. También evita cargar el móvil o tablet cuando esté expuesto a la luz del sol: hazlo siempre en la sombra, preferiblemente en una superficie dura y fresca.
En caso de accidente, enfría tu dispositivo lo antes posible. Evita los cambios bruscos de temperatura: lo mejor es apagar el terminal y dejarlo un rato en una zona con una temperatura agradable. El objetivo es que recupere una temperatura normal de forma progresiva.
¿Es tu gadget resistente al agua?
Si tu dispositivo dispone de resistencia IP68 se considera que es resistente al agua casi en su totalidad. Dispositivos como SMARTEE BOST de SPC, por ejemplo, son perfectos para el verano: son sumergibles hasta 50 metros y se pueden utilizar incluso en el mar, la piscina o bajo la lluvia.
No obstante, en caso de que no cuente con una resistencia específica, es mejor mantenerlos alejados del agua de mar y piscina: ambas suelen ser más agresivas para los dispositivos que el agua del grifo o de la lluvia, ya que contienen sustancias corrosivas (sal y cloro) que pueden potenciar la oxidación de los componentes. Manipular gadgets con las manos mojadas, salpicarlos o colocarlos sobre una toalla húmeda tampoco es conveniente en estos casos. No dañará los mecanismos internos, pero sí puede afectar a largo plazo.
Una buena solución, en el caso de tablets, eReaders o smartphones sin resistencia al agua, es adquirir una funda hermética de plástico, que cuentan con capacidad de crear el vacío en torno al dispositivo. Permiten manipular la pantalla táctil, son sumergibles en agua y no recalientan más al aparato. Y, en caso de accidente, es muy importante seguir una serie de pasos a fin de evitar daños mayores e intentar que ese accidente no se convierta en el adiós definitivo de nuestro dispositivo: hay que apagarlo y separar todas las piezas posibles (baterías, tarjetas, bandejas…) para evitar cortocircuitos que empeoren la situación. No obstante, no hay ninguna solución que pueda hacer milagros: lo mejor es optar siempre por proteger cuidadosamente los aparatos, utilizando fundas herméticas y evitando situaciones en las que se pueda dañar.
Cuidado con la exposición a arena, polvo e incluso, protector solar
Aunque los dispositivos suelen tener protecciones para polvo o arena en pequeñas cantidades, en lugares como la playa hay que ser especialmente cuidadosos porque la arena puede entrar por las ranuras de tu gadget y provocar problemas en su funcionamiento. También es aconsejable limpiar bien tus manos tras aplicarte el protector solar, ya que puede afectar a los componentes del aparato y deteriorarlo.
Otro problema de los granos de arena es que pueden rayar las pantallas, dañar componentes internos u ocasionar lesiones en las lentes de las cámaras. La solución es contar con una carcasa de buena calidad y que cubra por completo el dispositivo.
En caso de que el terminal se haya caído en la arena, es recomendable cepillarlo con cuidado utilizando una brocha suave. Si tiene partes extraíbles podemos desmontarlo para realizar una limpieza más profunda. Lo más importante es insistir en los conectores.