Hemos recibido una nota de prensa por parte de Canon, os la dejamos a continuación:
Canon y sus empleados colaboran con la Asociación del Síndrome Treacher Collins
Canon, líder en imagen, ha colaborado con la Asociación Síndrome de Treacher Collins implicando a sus empleados. Todos los fondos obtenidos de una sesión fotográfica para sus perfiles profesionales fueron destinados a la Asociación que tiene el objetivo de promover la investigación científica y facilitar información a los padres de los niños afectados con el Síndrome de Treacher Collins, una enfermedad rara que produce malformaciones craneofaciales congénitas.
Gracias a la fotógrafa profesional Ana Cruz, se pudo realizar la sesión fotográfica. La acción tuvo una gran acogida y los empleados tuvieron la ocasión de ser fotografiados por Ana Cruz. La recaudación de 1.500 euros se logró con la aportación realizada por Canon y por los empleados participantes y ha sido destinada íntegramente a la Asociación Nacional Síndrome de Treacher Collins.
Además de la sesión fotográfica, Ana Cruz impartió una charla en Canon donde dio a conocer esta enfermedad y en la que participaron Adrián Fánegas, uno de los niños afectados, y su padre, Alfonso Fánegas. Fue un momento emocionante y realmente valorado por los muchos empleados que asistieron.
Pilar González Tejedor, Directora de Comunicación de Canon España y Portugal, destaca: “Estamos orgullosos de haber colaborado con la Asociación del Síndrome de Treacher Collins y de haber puesto nuestro granito de arena para ayudar a estos niños. Estos pequeños son unos valientes que luchan por vivir con normalidad a pesar de las complicaciones médicas que conlleva la enfermedad y las operaciones y tratamientos a los que tienen que someterse”.
La Asociación Nacional Síndrome de Treacher Collins fue creada en 2002 con el fin de facilitar información sobre esta enfermedad rara, congénita e incurable y que afecta a dos de cada 100.000 nacimientos. El Síndrome de Treacher Collins comporta malformaciones congénitas craneofaciales y desarrolla alteraciones anatómicas faciales que afectan a la audición, a la vista, a la respiración y a la ingesta de alimentos. Esta enfermedad requiere de múltiples intervenciones quirúrgicas y un tratamiento muy costoso para mejorar la calidad de vida e integración social de quienes la tienen.