Para evitar que la batería del próximo LG G6 sufra de sobrecalentamiento y suceda algo similar a lo ocurrido con el Samsung Galaxy Note 7, LG se esta volcando en un buen sistema de refrigeración.
Se trataría de una serie de heatpipes de cobre para conseguir una excelente disipación de la calor generada en la batería, incluso soportando temperaturas de hasta 150 grados, algo similar a lo que tenemos visto en PCs de sobremesa, portátiles y entre otros.
Con dicho sistema disipación, conseguirían reducir las temperaturas de un 6% a un 10% y los componentes con mayores temperaturas estarían situados entre ellos a cierta distancia, resaltando que la batería ha sido probada con temperaturas de hasta un 15% superiores a lo que estipula la normativa de Estados Unidos y Europa.
Queda claro, que LG se esta preocupando de la seguridad e integridad de su próximo buque insignia.
Vía: Phonearena