En las últimas 24 horas han comenzado a circular imágenes que muestran palés completos de tarjetas gráficas NVIDIA GeForce RTX 5090 almacenadas en China, un hecho especialmente llamativo si se tiene en cuenta que este modelo no está autorizado oficialmente para su venta en ese mercado. La magnitud del material fotografiado apunta a operaciones organizadas de mercado gris, muy lejos de reventas aisladas o movimientos puntuales.
NVIDIA restringe la RTX 5090 por su alto rendimiento en computación para IA, lo que la sitúa dentro de las limitaciones de exportación impuestas por Estados Unidos. Aun así, las imágenes confirman que los controles siguen siendo permeables cuando entran en juego canales paralelos de importación, un patrón cada vez más habitual en el sector de GPU de alto rendimiento.
Modelos “capados” y una demanda que no desaparece
Para cumplir con la normativa, la compañía lanzó en China las RTX 5090D y posteriormente las RTX 5090D V2, versiones diseñadas específicamente con capacidades de IA recortadas. Aunque estos modelos son legales en el país, su precio de lanzamiento se habría situado muy cerca del de la versión completa, reduciendo notablemente su atractivo para empresas que buscan máxima eficiencia por vatio y rendimiento bruto en inferencia y entrenamiento.
Este contexto explica por qué la demanda de la RTX 5090 completa sigue siendo elevada en China, especialmente entre compañías dedicadas al machine learning, el procesamiento masivo de datos y otros entornos profesionales donde la potencia de cómputo prima sobre cualquier otra consideración. Para estos compradores, las limitaciones artificiales de los modelos D suponen una barrera difícil de justificar.
Fabricantes implicados y pérdida de control del canal
Las fotografías muestran tarjetas gráficas firmadas por ensambladores como ZOTAC y PNY, lo que indica que las unidades fueron fabricadas inicialmente para mercados legales antes de ser desviadas. Una vez que el producto abandona el canal de distribución oficial, los fabricantes tienen capacidad muy limitada para controlar su destino final, algo que el sector conoce bien desde hace años.
No es un caso aislado. A principios de año aparecieron RTX 5090 de MSI en circunstancias similares, lo que llevó al fabricante a desmarcarse públicamente y a confirmar que dichas unidades no contaban con garantía oficial. En entornos empresariales de IA, sin embargo, la garantía suele ser secundaria frente a la disponibilidad inmediata de silicio de GPU de alto nivel, lo que reduce el impacto disuasorio de estas advertencias.
Un negocio de millones impulsado por el mercado gris
El volumen visible en las imágenes supone varios millones de dólares en hardware a precio de venta estándar, una cifra que se incrementa sensiblemente si se aplican las primas habituales del mercado gris. En este tipo de operaciones, el margen no proviene del proceso de fabricación, sino de la logística, el desvío y la reventa, convirtiendo estas prácticas en un negocio extremadamente rentable para los intermediarios.
Este fenómeno refleja una dinámica bien conocida en el sector de GPU y aceleradores de IA. Las restricciones de exportación rara vez eliminan la demanda; simplemente reconfiguran las rutas de suministro y elevan los precios. Mientras la IA continúe empujando la necesidad de hardware de alto rendimiento, es previsible que este tipo de operaciones paralelas siga formando parte del mercado, con consecuencias tanto económicas como estratégicas para fabricantes y reguladores.
Vía: Guru3D
