El sector de la realidad virtual podría estar a las puertas de un nuevo actor relevante. Valve ha invitado recientemente a Linus Sebastian, conocido divulgador tecnológico, a probar durante unas horas el Steam Frame, su próximo visor de VR diseñado con un enfoque claramente diferenciado frente a la competencia. Aunque la toma de contacto fue limitada, permitió extraer conclusiones interesantes sobre su posicionamiento técnico y conceptual.
El dispositivo busca destacar por su compatibilidad multiplataforma, un diseño completamente inalámbrico y la integración nativa de seguimiento ocular, una combinación poco habitual en visores orientados al ecosistema de juegos. Estas primeras impresiones refuerzan la idea de que Valve pretende cubrir un espacio intermedio entre la VR de consumo y soluciones más avanzadas.
Seguimiento ocular y renderizado foveado como claves técnicas
Uno de los aspectos más destacados del Steam Frame es su seguimiento ocular avanzado, integrado a nivel de sistema. Según Linus, esta tecnología permite aplicar renderizado foveado, haciendo que las zonas donde el usuario fija la mirada se vean más nítidas, mientras el resto de la escena reduce carga gráfica. El resultado es una mejor claridad visual percibida sin penalizar el rendimiento.
Este enfoque no solo mejora la experiencia en juegos, sino que abre la puerta a streaming foveado, optimizando el uso de ancho de banda y potencia de cálculo. A ello se suma un diseño equilibrado y bien repartido en peso, algo fundamental en sesiones prolongadas de VR, junto a una plataforma abierta, alineada con la filosofía tradicional de Valve dentro del ecosistema de PC.
La principal crítica señalada durante la prueba se centra en el uso de pantallas LCD, que no alcanzan los niveles de negro reales que ofrecen tecnologías como micro-OLED, un punto que puede ser relevante para usuarios especialmente exigentes en contraste.
Comparativa directa con Valve Index y Meta Quest 3
Frente al Valve Index, el Steam Frame muestra avances claros en varios frentes. Linus destaca un peso notablemente inferior, mejor ergonomía, mayor resolución y el abandono del seguimiento externo en favor de inside-out tracking mediante cámaras de gran angular integradas. Este cambio simplifica la instalación y amplía el público potencial.
En el apartado de audio, la expectativa es que el Steam Frame se sitúe a un nivel similar al del Index, aunque Linus mantiene ciertas reservas hasta poder realizar pruebas más profundas. Comparado con el Meta Quest 3, uno de los visores más competitivos en relación calidad-precio, el modelo de Valve destaca por su plataforma más abierta, menor peso y la presencia de seguimiento ocular, ausente en la propuesta de Meta.
Frente a Vision Pro, Bigscreen Beyond 2 y PSVR2
En comparaciones más amplias, el Apple Vision Pro sigue liderando en calidad de pantalla, passthrough y seguimiento de manos, pero queda claramente por detrás en comodidad y, sobre todo, en enfoque gaming, un terreno donde Valve tiene experiencia directa. El Bigscreen Beyond 2 mantiene ventaja en peso ultraligero y calidad de imagen con micro-OLED, aunque sus limitaciones prácticas, como la ausencia de audio integrado, su precio elevado y la dependencia de estaciones base externas, reducen su atractivo general.
Por último, el PSVR2 se percibe como una opción sólida por su precio, pero su configuración con cable, el uso de lentes Fresnel y una ergonomía más tradicional hacen que resulte menos avanzada frente al planteamiento del Steam Frame. Con estas primeras impresiones, el visor de Valve apunta a convertirse en una de las propuestas más equilibradas del mercado de VR para PC, a falta de conocer su precio final y disponibilidad.
Vía: NotebookCheck
