Los CPUs de cuatro núcleos dejan de ser estándar en el PC gaming

Los CPUs de cuatro núcleos dejan de ser estándar en el PC gaming

El ecosistema del PC gaming ha experimentado un cambio profundo y sostenido en los últimos años, y los datos más recientes de la encuesta de hardware de Steam (Steam Hardware Survey) lo confirman de forma clara. Los procesadores de cuatro núcleos o menos, que durante mucho tiempo fueron la base del hardware de juego en PC, han pasado de ser mayoritarios a convertirse en una minoría clara dentro de los sistemas utilizados activamente por los jugadores.

En noviembre de 2020, los equipos con CPUs de cuatro núcleos o menos representaban el 62,15% del total de sistemas analizados. Cinco años después, en noviembre de 2025, esa cifra se ha reducido hasta solo el 17,33%, reflejando una transición estructural en el hardware que utilizan los jugadores de PC en su día a día.

Una radiografía real del hardware en uso

A diferencia de otros informes basados en previsiones o cifras de ventas, la encuesta de Steam se apoya en datos reales de uso, recopilados de forma mensual a partir de sistemas que ejecutan activamente juegos en la plataforma. El muestreo incluye tanto PCs de sobremesa como portátiles, ofreciendo una visión muy representativa del hardware que realmente se utiliza para jugar.

Por este motivo, la caída de los CPUs quad-core no es una tendencia teórica, sino el reflejo directo de actualizaciones reales realizadas por millones de usuarios. La encuesta muestra cómo el estándar mínimo aceptable para jugar ha ido desplazándose de forma progresiva hacia procesadores con mayor número de núcleos.

El procesador de seis núcleos se convierte en el nuevo estándar

El principal motor de este cambio ha sido la popularización de los procesadores de seis núcleos, que actualmente se han convertido en la configuración más común dentro de los datos de Steam. Tanto Intel como AMD han contribuido de forma decisiva a este fenómeno, lanzando CPUs de gama media con una relación equilibrada entre precio, eficiencia y rendimiento.

Modelos como el Intel Core i5-12400F o el AMD Ryzen 5 5600 se consolidaron como opciones especialmente atractivas para usuarios que actualizaban desde plataformas más antiguas, ofreciendo un salto claro en rendimiento sin necesidad de acceder a gamas altas. Esto permitió que el hexacore se normalizara como el nuevo punto de partida en configuraciones de juego modernas.

Motores de juego y cargas multihilo

La evolución del software ha sido otro factor determinante. Los motores de juego actuales aprovechan cada vez mejor el paralelismo, distribuyendo tareas como físicas, rutinas de IA, streaming de activos, gestión de audio y procesos en segundo plano entre múltiples hilos de ejecución.

En escenarios donde la CPU actúa como cuello de botella, los procesadores de cuatro núcleos pueden limitar de forma notable el rendimiento, especialmente cuando se combinan con tarjetas gráficas modernas. Los benchmarks muestran de forma recurrente diferencias claras entre CPUs quad-core y hexacore, tanto en tasas de fotogramas medias como en estabilidad y consistencia del rendimiento.

Más núcleos también ganan terreno

Aunque la encuesta de Steam no distingue entre núcleos de rendimiento y núcleos de eficiencia, la tendencia general es clara. Los sistemas con ocho núcleos o más también están aumentando de forma gradual, reforzando la idea de que configuraciones más avanzadas están dejando de ser excepcionales dentro del PC gaming.

Esto no significa que todos los juegos requieran CPUs de alta gama, pero sí confirma que el quad-core ha dejado de ser una base viable para equipos nuevos. En la práctica, estos procesadores han quedado relegados a sistemas antiguos, usos secundarios o equipos con limitaciones claras de rendimiento.

Los CPUs de cuatro núcleos dejan de ser estándar en el PC gaming

Un cambio definitivo en el PC gaming

En conjunto, los datos de la encuesta de hardware de Steam certifican el final de una etapa. El procesador de cuatro núcleos, que durante años fue suficiente para jugar en PC, ya no responde a las exigencias actuales del software ni a las expectativas de los jugadores.

El CPU de seis núcleos se ha consolidado como el nuevo estándar, mientras que configuraciones de ocho núcleos o más siguen ganando peso de forma progresiva. Para quienes planean montar o actualizar un equipo de juego, el mensaje es claro: el estándar del PC gaming ha cambiado, y los quad-core forman ya parte del pasado.

Vía: Guru3D

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