Ford pausa la producción de la F-150 Lightning por baja demanda

Ford pausa la producción de la F-150 Lightning por baja demanda

El sector del automóvil eléctrico en Estados Unidos vuelve a mostrar signos de desaceleración. Ford ha decidido pausar la producción de la F-150 Lightning, la versión eléctrica de su popular pickup, en un contexto marcado por pérdidas continuadas en su división de vehículos eléctricos y una demanda aún limitada de camionetas eléctricas en el mercado estadounidense.

La decisión no supone un abandono del vehículo ni del desarrollo eléctrico por parte de la compañía, pero sí refleja un ajuste estratégico ante una adopción más lenta de lo previsto, especialmente en segmentos tradicionalmente dominados por motores de combustión.

Un lanzamiento prometedor que no ha mantenido el ritmo

La F-150 Lightning se presentó como la adaptación eléctrica del modelo más vendido de Ford, con una acogida inicial notable y una fuerte atención mediática. Sin embargo, tras ese primer impulso, las ventas han perdido tracción, en parte por las limitaciones inherentes al formato eléctrico en este tipo de vehículos.

Las camionetas eléctricas siguen siendo sensiblemente más caras que sus equivalentes de gasolina y se enfrentan a obstáculos prácticos como la disponibilidad de puntos de carga, la autonomía real bajo carga y el impacto del remolque o los trayectos largos en el consumo. Para muchos usuarios profesionales, estas limitaciones siguen siendo determinantes a la hora de decidir la compra.

Pérdidas en la división eléctrica y cambio de prioridades

Durante el último año, la división de vehículos eléctricos de Ford ha acumulado pérdidas de varios miles de millones de dólares, lo que ha llevado a la compañía a reducir costes, ajustar volúmenes de producción y retrasar algunos programas futuros relacionados con modelos eléctricos puros.

Desde la dirección de la empresa se ha reconocido que la adopción del vehículo eléctrico está avanzando más despacio de lo previsto, especialmente fuera de los turismos compactos. Como respuesta, Ford ha reforzado su apuesta por los vehículos híbridos, un segmento que mantiene una demanda más estable y una rentabilidad más predecible a corto y medio plazo.

El papel de las políticas públicas en el mercado eléctrico

El entorno regulatorio también ha influido en este escenario. La reducción del apoyo federal a los vehículos eléctricos bajo la presidencia de Donald Trump ha debilitado los incentivos al consumidor que anteriormente ayudaban a compensar los precios más elevados de estos modelos.

Los fabricantes han señalado que la incertidumbre sobre el apoyo político a largo plazo complica tanto la planificación industrial como las decisiones de precios, especialmente en vehículos eléctricos de gran tamaño y alto coste como las pickups.

Ford mantiene su hoja de ruta eléctrica

Pese a la pausa en la producción, Ford ha dejado claro que no abandona el vehículo eléctrico. La compañía continuará desarrollando plataformas eléctricas futuras, aunque revisará con mayor cautela los calendarios de lanzamiento y los niveles de producción para adaptarlos a la demanda real del mercado.

La situación de la F-150 Lightning refleja un desafío más amplio para el sector: trasladar la electrificación a segmentos exigentes, donde el precio, la autonomía y el uso intensivo siguen siendo factores críticos. En este contexto, la estrategia híbrida emerge como una solución de transición mientras el mercado eléctrico madura y se estabiliza.

Vía: NotebookCheck

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