Fujitsu ha presentado nuevos detalles sobre su próxima generación de procesadores Arm para centros de datos, conocida como Monaka, durante el evento Technology Update 2025. Esta familia debutará en 2027, fabricada bajo un proceso de 2 nm, y marcará un importante salto en eficiencia, rendimiento y densidad de núcleos frente a sus actuales soluciones HPC.
El primer CPU Monaka integra 144 núcleos Armv9-A y emplea un diseño chiplet 3D que combina un die de cómputo con módulos independientes de SRAM e I/O. En configuraciones de doble socket, la plataforma escala hasta 288 núcleos por nodo, una cifra que sitúa a Fujitsu en el mismo terreno competitivo que Ampere o NVIDIA Grace, aunque con un enfoque más orientado a eficiencia energética y procesamiento heterogéneo.
Arquitectura avanzada y soporte de última generación
La plataforma incorpora compatibilidad con memoria DDR5 de 12 canales, PCIe 6.0 y CXL 3.0, garantizando una interconexión de alta velocidad y baja latencia. El soporte de Arm SVE2 refuerza su rendimiento en aplicaciones de inferencia, simulación y computación científica, permitiendo escalar con facilidad en infraestructuras HPC.
El diseño está optimizado para operaciones sostenidas con bajo consumo, ideal para centros de datos de nueva generación que buscan reducir el coste por vatio sin perder capacidad de cómputo. Según la compañía, este equilibrio será clave en su estrategia de IA de alto rendimiento (AI-HPC).
Roadmap: Monaka-X y la transición a 1,4 nm
La hoja de ruta de Fujitsu avanza hacia Monaka-X, prevista para finales de 2029, construida sobre un proceso de 1,4 nm. Este chip se centrará exclusivamente en cómputo de servidor, con soporte para Arm SME (Scalable Matrix Extension) y una disposición 3D multicore acoplada a GPU dedicada. También incluirá seguridad confidencial por hardware, elemento cada vez más demandado en entornos empresariales y gubernamentales.
El objetivo de Monaka-X será mejorar la eficiencia matricial y vectorial, áreas críticas en simulación avanzada, IA y análisis masivo de datos. Con ello, Fujitsu refuerza su apuesta por la computación heterogénea basada en arquitectura Arm, un campo donde busca competir directamente con Intel Xeon Max y AMD Instinct.
Hacia la fusión completa CPU-NPU
Para 2030, la compañía planea una variante Monaka-X con NPU integrada, optimizada para modelos de lenguaje de tamaño medio (LLM) y aplicaciones de inferencia. Este diseño incluirá un acelerador de cuantización y un motor reconfigurable, ampliando la capacidad de cálculo en cargas de IA generativa.
Finalmente, en 2031 llegará Monaka-XX, una fusión completa CPU-NPU, que consolidará la transición de Fujitsu hacia procesadores heterogéneos con IA nativa construidos en nodos de 1,4 nm o más avanzados. Con esta estrategia, la firma japonesa busca mantener una posición destacada dentro del sector de servidores Arm de alta densidad, que se perfila como el futuro del cómputo en la nube y la supercomputación.
Vía: TechPowerUp
