Análisis Logitech G RS50: el salto de Logitech al terreno serio del simracing

Análisis Logitech G RS50: el salto de Logitech al terreno serio del simracing

Hola a todos y bienvenidos de nuevo Fanátic@s. Hoy os traemos el segundo volante direct drive de Logitech con su RS50, que además ha presentado al tiempo sus pedales de entrada con load cell, RS Pedals.

Durante más de una década, Logitech ha sido sinónimo de accesibilidad en el simracing. Modelos como el G25, G27, G29 o el más reciente G923 han acompañado a miles de jugadores en sus primeros pasos en títulos como Gran Turismo, Assetto Corsa o iRacing. Sin embargo, el mercado ha cambiado. Lo que antes era considerado gama alta hoy se percibe como un punto de inicio.

La irrupción de tecnologías como el direct drive ha elevado las expectativas de los usuarios. Fabricantes como Fanatec, Moza o Thrustmaster han democratizado estas soluciones, ofreciendo bases de 5 a 10 Nm a precios relativamente accesibles. Logitech, que durante años se mantuvo en un terreno más conservador, introduciendo hace sólo tres años la base de 11Nm Logitech G Pro Wheel, y ahora ha decidido dar un golpe sobre la mesa con el Logitech G RS50, su primera base direct drive de 8 Nm.

La pregunta es clara: ¿llega Logitech a tiempo para competir en un segmento donde otros llevan años asentados, o se queda en un intento tardío?

 

CARACTERÍSTICAS:

Las características principales son las siguientes, aunque siempre podéis encontrar el listado completo en la web del fabricante:

Característica Detalle
Tipo de base Direct Drive
Par máximo 8 Nm
Motor Servo de 14 polos, 12 slots
Encoder 16 bits
Tecnología adicional TRUEFORCE
Compatibilidad PC, PlayStation, Xbox (según versión)
Aro incluido 300 mm, cuero sintético, RSHub
Materiales Base de aluminio
Software Logitech G Hub
Sistema de montaje Abrazadera de mesa o fijación a cockpit
Refrigeración Activa, silenciosa, sin calentamiento apreciable en sesiones largas

 

NUESTRA EXPERIENCIA:

Un poco de contexto: Logitech en el simracing

Logitech entró en el mundo del simracing en los años 2000 con el Driving Force Pro, diseñado para Gran Turismo 4. Aquel volante, con giro de 900 grados y force feedback por engranajes, marcó un antes y un después en la accesibilidad del género.

Posteriormente llegaron el G25 (2006) y el G27 (2009), que se convirtieron en referentes de la gama media. Su construcción metálica, embrague y palanca de cambios los hicieron muy populares entre aficionados y ligas amateur.

En 2015, Logitech lanzó el G29/G920, que mantuvo la misma base de engranajes con ligeras mejoras, y en 2020 el G923, con la tecnología TRUEFORCE como principal novedad. Sin embargo, mientras Logitech mantenía esta línea continuista, Fanatec introducía la gama CSL Elite y más tarde la CSL DD, Moza irrumpía con bases direct drive de 5 a 16 Nm, y Thrustmaster preparaba el T818.

En este contexto, el RS50 supone el primer paso real de Logitech en el terreno del direct drive. Una entrada tardía, pero necesaria, para no quedar relegada a un papel secundario en el ecosistema del simracing.

Diseño y construcción: robustez con matices

El RS50 transmite solidez desde el primer contacto. La base, fabricada en aluminio con acabados cepillados, es compacta y elegante. El sistema de refrigeración activa es silencioso y, lo más destacable, mantiene la temperatura bajo control incluso en condiciones extremas: tras más de tres horas de resistencia en iRacing, la base apenas se calienta.

El aro incluido tiene un diámetro estándar de 300 mm, con revestimiento en cuero sintético. El tacto es correcto, aunque no exento de críticas: la costura en la zona donde descansan los pulgares resulta molesta en sesiones largas, rozando la piel de forma perceptible.

Otro punto a vigilar es el eje de acople del volante. Tras poco uso, muestra desgaste visible, algo que puede preocupar a quienes buscan durabilidad estética y mecánica a largo plazo. Aunque no afecta al funcionamiento, sí resta puntos en la percepción de calidad.

Tecnología Direct Drive: potencia suficiente para la mayoría

El gran salto del RS50 respecto a generaciones anteriores es la adopción de un sistema direct drive. Con un par máximo de 8 Nm, se sitúa en la misma franja que el Fanatec CSL DD (con fuente Boost Kit) o el Moza R9.

En la práctica, la fuerza disponible es más que suficiente para la gran mayoría de usuarios. Incluso en simuladores exigentes como iRacing o Assetto Corsa EVO, el RS50 ofrece un rango de intensidad que permite tanto sesiones cómodas como experiencias más físicas.

La entrega de par es lineal, sin saltos ni zonas muertas, y el encoder de 16 bits garantiza precisión en cada giro. Logitech ha integrado además su tecnología TRUEFORCE, que añade una capa adicional de retroalimentación háptica en títulos compatibles. Aunque no sustituye a sistemas de vibración dedicados como los bass shakers, aporta detalle extra en configuraciones más sencillas.

Conviene subrayar que Logitech acaba de entrar en este segmento del direct drive, mientras que fabricantes como Fanatec llevan años ofreciendo bases de 8 Nm (como la CSL DD o la GT DD Pro) y han consolidado un ecosistema mucho más amplio de aros y accesorios. Esto coloca al RS50 en una posición de “recién llegado” que, si bien ofrece un producto competitivo, todavía debe demostrar su madurez frente a rivales con más recorrido.

Instalación y compatibilidad: plug & play con margen de ajuste

El RS50 está diseñado para ser compatible tanto con PC como con consolas (PlayStation y Xbox, según la versión adquirida). La instalación es sencilla: basta con fijar la base mediante la abrazadera incluida o atornillarla a un cockpit, conectar el aro y configurar el software Logitech G Hub. Cabe mencionar que los tornillos incluidos son bastante largos y si nuestra base del cockpit es fina, los tornillos no sujetan ya que chocan con la base.

El software Logitech G Hub permite ajustar parámetros como la fuerza máxima, la linealidad del par o la respuesta de TRUEFORCE. Aunque no alcanza la profundidad de opciones de Fanatec o Moza, resulta intuitivo y suficiente para la mayoría de usuarios.

Experiencia en pista: inmersión convincente

Probado en títulos como Assetto Corsa EVO e iRacing el RS50 ofrece una experiencia convincente. El par de 8 Nm transmite realismo sin resultar excesivamente exigente físicamente. La transición entre superficies, el subviraje o la pérdida de tracción se perciben con claridad.

En sesiones largas, la base se mantiene estable y sorprendentemente fría. El aro cumple con su cometido, aunque la costura en la zona de los pulgares puede restar comodidad. El desgaste visible en el eje tras poco uso es un punto a vigilar, ya que podría afectar a la percepción de calidad a largo plazo.

Comparativa con la competencia

En el rango de los 8-9 Nm, el RS50 compite directamente con:

  • Fanatec CSL DD (8 Nm con Boost Kit): pionera en hacer accesible el direct drive en este rango, con un ecosistema consolidado.
  • Moza R9 (9 Nm): excelente relación calidad-precio, aunque con menor soporte oficial en consolas.
  • Thrustmaster T818 (10 Nm): más potencia, pero ecosistema muy limitado.

El RS50 se posiciona como una opción equilibrada, con la ventaja de la compatibilidad multiplataforma y la facilidad de uso del software Logitech GHub, pero con el reto de competir en un terreno donde otros ya llevan tiempo asentados.

Fanatec CSL DD(8Nm) – Logitech G RS50 – Logitech G Pro Wheel

 

CONCLUSIONES:

El Logitech G RS50 representa un paso firme de la marca hacia el terreno del simracing avanzado. Con un sistema direct drive de 8 Nm y compatibilidad multiplataforma, ofrece una experiencia inmersiva y precisa que supera con creces a los modelos anteriores de Logitech. La base se mantiene fría incluso en sesiones de resistencia, y la fuerza disponible es más que suficiente para la mayoría de usuarios.

Sin embargo, detalles como la costura del aro, el desgaste visible en el eje y la limitación del ecosistema de accesorios muestran que aún hay margen de mejora. Además, no se puede obviar que Logitech llega tarde a un segmento donde otros fabricantes llevan años asentados, con ecosistemas más amplios y maduros.

Aun así, el RS50 se presenta como una opción sólida para quienes buscan dar el salto al direct drive sin complicaciones excesivas, con la garantía de una marca reconocida y un producto que, pese a sus matices, cumple con solvencia en lo más importante: ofrecer una experiencia de conducción realista, estable y accesible.

Como siempre, os dejo un listado de las cosas que más y que menos me han gustado a lo largo de la review:

  • Pros:
    • Base direct drive de 8 Nm con buena relación entre realismo y comodidad.
    • Compatibilidad con PC y consolas.
    • Software intuitivo y fácil de configurar.
    • Base silenciosa y sin calentamiento incluso en sesiones largas.
    • TRUEFORCE aporta detalle adicional en títulos compatibles.
  • Contras:
    • Costura del aro molesta en la zona de los pulgares.
    • Desgaste visible en el eje tras poco uso.
    • Ecosistema de aros y accesorios aún limitado.
    • Menor personalización avanzada frente a competidores.

 


Agradecemos a Logitech la confianza depositada en nosotros al cedernos el volante Logitech G RS50 para su análisis.

Fanáticos del Hardware otorga la medalla de ORO al volante Logitech G RS50

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