
Intel ha anunciado oficialmente su próxima GPU de centro de datos Crescent Island, una solución diseñada específicamente para cargas de trabajo de inferencia en inteligencia artificial (IA). Este nuevo acelerador se basa en la arquitectura Xe3P «Celestial», la tercera generación de la familia Xe, que marcará un salto importante en eficiencia energética, escalabilidad y coste por vatio.
GPU optimizada para inferencia y eficiencia energética
Crescent Island representa la apuesta de Intel por consolidar su presencia en el mercado de aceleradores de IA, dominado actualmente por NVIDIA y AMD. A diferencia de los modelos orientados al entrenamiento, esta GPU está enfocada en tareas de inferencia, donde la prioridad es el rendimiento por vatio, la fiabilidad térmica y la integración en infraestructuras de refrigeración por aire.
El objetivo principal de Intel con Crescent Island es ofrecer un equilibrio entre potencia y eficiencia para cargas intensivas, como modelos de lenguaje (LLMs) o sistemas de IA generativa, sin depender de soluciones líquidas más complejas o costosas. La compañía también busca optimizar el coste total de propiedad (TCO) en entornos de centros de datos.
Arquitectura Xe3P “Celestial” y memoria LPDDR5X
Entre los pocos detalles confirmados, Intel ha destacado la inclusión de 160 GB de memoria LPDDR5X integrada, una cifra poco habitual en GPUs de este tipo. Esta elección apunta a una interfaz de hasta 640 bits, con un diseño enfocado en maximizar el ancho de banda y reducir el consumo.
El uso de LPDDR5X —frente a las tradicionales GDDR6 o HBM— permite una alta eficiencia energética y un control térmico superior, aunque renuncia a ciertas configuraciones de interconexión más flexibles. Intel no ha especificado aún si se trata de un diseño monolítico o dual-die, pero se espera que Crescent Island adopte una arquitectura modular para adaptarse a distintos escenarios de despliegue.
Lanzamiento y competencia directa
Intel prevé iniciar la fase de muestreo para clientes en la segunda mitad de 2026, con disponibilidad general estimada para 2027. Paralelamente, la compañía trabaja en la adaptación de su pila de software de IA de código abierto, actualmente probada con las GPU Arc Pro B-Series, con el fin de asegurar una transición fluida a Xe3P.
Cuando llegue al mercado, Crescent Island competirá directamente con la AMD Instinct MI450 y la NVIDIA Vera Rubin, posicionándose como una opción equilibrada para centros de datos que prioricen eficiencia, coste y compatibilidad abierta.
Vía: TechPowerUp