
La industria de los semiconductores se prepara para una nueva ronda de incrementos de precios que afectarán tanto a fabricantes como a consumidores. TSMC, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, y SanDisk, referente en memorias flash y almacenamiento, han anunciado ajustes significativos motivados por los altos costes de producción y la creciente demanda del sector tecnológico.
TSMC: subidas en nodos avanzados
Según TrendForce, TSMC aplicará aumentos de entre el 5% y el 10% en procesos por debajo de los 5 nm a partir de 2026. Actualmente, los wafers de 3 nm rondan los 20.000 dólares, pero se espera que los de 2 nm superen los 30.000 dólares cuando la producción en masa arranque a finales de 2025.
Estos cambios afectarán directamente a grandes clientes como Apple o NVIDIA, que dependen de TSMC para sus chips más avanzados. El objetivo de la compañía es mantener un margen bruto superior al 53%, pese a los costes crecientes asociados a su expansión internacional.
Un factor clave en esta estrategia es la inversión de más de 65.000 millones de dólares en las fábricas de Arizona (EE. UU.), donde ya ha comenzado la producción en 4 nm desde principios de 2025. La propia Lisa Su, CEO de AMD, confirmó que estas instalaciones resultan entre un 5% y un 20% más caras de operar que las de Taiwán, debido a múltiples factores logísticos y de personal. Se estima que estas plantas podrían reducir los márgenes globales de TSMC entre un 2% y un 4% en los próximos años.
SanDisk: memorias un 10% más caras
Por su parte, SanDisk anunció un incremento del 10% en los precios para todos sus socios de canal y productos de consumo, aplicable a los nuevos pedidos realizados a partir del 5 de septiembre. La compañía argumenta que la demanda creciente de aplicaciones de IA, centros de datos y dispositivos móviles obliga a este ajuste.
Además, SanDisk ha comunicado que realizará revisiones periódicas de precios, por lo que no se descartan nuevas modificaciones en función de la evolución del mercado. Mientras tanto, TSMC mantiene abierta la posibilidad de reducir precios en procesos maduros, donde las presiones de costes son menores y la competencia es más fuerte.
Impacto en el mercado global
Estos incrementos reflejan una tendencia general de encarecimiento en la cadena de suministro de semiconductores y memorias. Para los fabricantes de dispositivos, supondrá un reto a la hora de mantener precios competitivos, especialmente en sectores de gran consumo como smartphones, portátiles y tarjetas gráficas.
Para los consumidores, el efecto se traducirá previsiblemente en un aumento de precios en productos electrónicos a partir de 2026, coincidiendo con la llegada al mercado de chips de 2 nm y con la expansión de la IA como motor de demanda global.
Vía: TechPowerUp