Según Intel, sus ingresos en el tercer trimestre alcanzaron los 13.280 millones de dólares, cifra que supera las previsiones de los analistas de 13.000 millones, si bien la multinacional registró una pérdida ajustada de 0,46 dólares por acción.
Las estimaciones de ingresos de Intel para el cuarto trimestre se sitúan entre 13.300 y 14.300 millones de dólares, superando la previsión de Wall Street de 13.600 millones.
El CEO de Intel, Pat Gelsinger, se refirió a las pérdidas del tercer trimestre en una entrevista concedida a Yahoo Finance, en la que aclaró que se debían a efectos contables no monetarios relacionados con indemnizaciones por despido y deterioro de equipos. Asimismo, aseguró que dichos costes no afectarían a las actividades empresariales habituales de Intel.
Además, abordó los planes en curso de Intel, como los avances en la tecnología de PC basada en IA y una amplia asociación con Amazon Web Services para intensificar la producción de chips. También está tratando de encontrar más oportunidades de fundición con grandes clientes de hiperescala.
Sin embargo, Gelsinger no pudo evitar expresar su frustración por la demora con la que se está aplicando la Ley CHIPS. De hecho, pese a que Intel ha invertido 30.000 millones de dólares en fábricas estadounidenses desde la aprobación de la citada ley, todavía no ha recibido ninguna de las subvenciones prometidas.
Con el fin de seguir avanzando, Intel ha puesto en marcha otras vías de financiación, entre ellas el SCIP (Semiconductor Co-Investment Program), en el que colabora con Brookfield Asset Management para sus instalaciones de Arizona.
En Estados Unidos, los planes de crecimiento de Intel siguen en pleno proceso, con la construcción de nuevas instalaciones en Arizona y Ohio. Si bien la planta de Ohio sufrió algunos retrasos debido a las condiciones del mercado, la compañía afirma que está decidida a ampliar su producción en Estados Unidos.
La multinacional, hasta la fecha, ha asegurado 8.500 millones de dólares en inversiones directas, préstamos potenciales de hasta 11.000 millones y una desgravación fiscal a la inversión del 25% que podría alcanzar los 100.000 millones de dólares.
Vía: NotebookCheck