Con todo el grupo de periodistas reunidos, el pistoletazo de salida lo daba una pequeña presentación sobre el espíritu de este nuevo título. Y en general, de los valores que representa la saga Mario Party: Un título para todos los miembros de familia, sin importar su manejo con los videojuegos. Super Mario Party Jamboree hace honor a su nombre y pretende reunir a todo el mundo en un compendio sin fin de diversiones sin límites.
Con eso dicho, a las 11 de la mañana de un 17 de octubre, nos lanzamos a recorrer el espacio Ikono en busca de aventuras. El local era una mezcla interesante entre museo moderno y photocall alternativo para sacar unas fotos impresionantes. Para esta ocasión, Nintendo lo había decorado como una gran fiesta y distribuido a lo largo de 11 curiosas salas, encontramos diversas consolas donde probar un estilo de minijuegos diferente en cada ocasión.
Que empiece la fiesta
Alrededor de una gigantesca piscina de bolas (a la que no dudamos en entrar los primeros, en esta revista tenemos que dar la nota) teníamos la primera toma de contacto. El panel de los más de 110 minijuegos (el mayor número hasta la fecha) nos recibía con los brazos abiertos, con lo que me junté con otras dos maravillosas personas para pegarnos de guantazos (de forma amistosa claro)
En esta ocasión, probamos hasta 5 minijuegos en el modo libre y que empleaban el control por movimientos. Esto forma parte de la propuesta inicial que nos comentaban al principio: En este Mario Party, todo el mundo está apuntado a la fiesta. Y este tipo de control, más similar al de Wii, es perfecto para los que no quieren hacerse un lío con los botones. También para los que quieran hacer ejercicio, porque menuda manera de sudar.
Entre pulsos con robots gigantes, carreras de triatlón o descensos por la nieve, en cuestión de unos minutos, los 3 amigos nos sentíamos como en casa. Las instrucciones vuelven a ser sencillas y poder practicar antes de entrar con tanta facilidad es un lujo. Especial mención al minijuego de 1vs3 con las dianas asimétricas: Ganar en el último momento se siente igual de intenso que siempre.
A mover el esqueleto
Con la sesión de cardio realizada, subimos las escaleras para reponer unas cuantas energías en el catering tematizado que nos esperaba con los brazos abiertos. Y nunca había necesitado tanto un donut en forma de estrella, porque en esa zona nos esperaba otra sesión de movimientos intensos. “En Alas de la Aventura” forma parte de tres familias de minijuegos basados en el movimiento para levantarte del sofá y ponerte a sudar.
Y vaya si sudas. Extendiendo de las manos (y tratando de no chocar) deberás batir las alas para competir con tu rival coleccionando Marchimotas voladoras en un pequeño mundo abierto. Aquí es donde confirmé un pequeño temor que tuve jugando antes: El control no es todo lo fino que debería. Aun así, parece que son conscientes porque el rango para coleccionarlos es generoso y no se necesita precisión de cirujano. Pero sí que me quedo con la duda si fue cuestión de la falta de espacio o era cuestión de acostumbrarse.
Aunque explorando el bosque de bambús, encontré otro miembro de esa familia de juegos por movimientos: Cocina Rítmica. Aquí el control parece que está mejor ajustado, porque no sentí esa imprecisión de antes: Al contrario, creo que para los amantes de los juegos musicales como Rhythm Paradise, va a ser una agradable sorpresa. Con un enfoque cooperativo, deberemos seguir el ritmo en diferentes minijuegos para elaborar platos deliciosos. Cuidado con subestimarlo, porque hay algunos patrones y secuencias que se las traen.
Esto es solo el principio
Pero si tengo que hablar de tensión y dificultad, lo que me encontré explorando el bosque de luz negra (en el que había escondido un gracioso Boo): Los minijuegos de duelo 1vs1. Resulta que, durante la partida, se puede comprar un objeto con el que desafiar a uno de tus rivales a un minijuego a cambio de una apuesta de monedas. De verdad, no sabéis la tensión que supone un enfrentamiento directo donde la precisión, los amagos y las victorias en el último segundo están garantizadas. Sin duda, mi momento más destacado de todo el evento.
Antes de que terminase la hora, volví a repasar unas cuantas salas y me uní a otras personas para terminar de confirmar mis sensaciones iniciales: Estamos ante un Mario Party que busca abarcarlo todo. Que ya sabe que ha pulido la fórmula y que busca experimentar, explorar, extenderse y no parar de incluir. No solo es una selección gigantesca de minijuegos, es la variedad entre modos y las posibilidades que ofrece.
Pero lo divertido del asunto, es que lo que habíamos probado solo era la punta del iceberg. No jugamos a ninguno de los 7 nuevos tableros ni la extensa variedad de modos online, además de la posibilidad de desbloquear ciertos coleccionables mediante puntos. Todo esto lo podréis ver en el análisis final, pero de momento, creo que los fans de la saga podéis estar más que contentos: Esta entrega no escatima en nada.
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Agradecemos a Nintendo España la invitación recibida para la realización de esta crónica
