Hoy marca el fin del soporte para la arquitectura IA-64 de Itanium en la actualización 6.7 del kernel de Linux, un hito significativo en la saga de desmantelamiento de Intel Itanium.
Itanium, inicialmente una ambiciosa incursión de Intel en la computación de 64 bits, se enfrentó a diversos retos y luchó durante toda su existencia. Fue desarrollado conjuntamente por Intel y HP, pero sufrió ciertos retrasos y carecía de compatibilidad con el software x86, lo que supuso un importante obstáculo para su adopción.
Cuando AMD introdujo x86-64 (AMD64) para sus CPUs Opteron, que podían ejecutar software x86 de forma nativa, Intel se vio obligada a desarrollar una nueva línea, Xeon, basada en la tecnología x86-64, dejando a Itanium en un segundo plano.
A pesar de los continuos esfuerzos por mantener Itanium, dejó de recibir actualizaciones anuales de productos de CPU, y la última actualización se produjo en 2017.
La eliminación del soporte IA-64 en el kernel de Linux tendrá un impacto sustancial, ya que Linux se trata de un sistema operativo esencial para los CPUs Itanium.
Sin actualizaciones periódicas, la usabilidad de los servidores Itanium decaerá inevitablemente, empujando a los (pocos) usuarios de Itanium que quedan a migrar a otras soluciones que, con toda probabilidad, buscan modernizar su pila de productos.
Vía: TechPowerUp