Una nueva capa de transistores térmicos ultrafina podría multiplicar por 13 la eficiencia de refrigeración de CPUs y GPUs

Una nueva capa de transistores térmicos ultrafina podría multiplicar por 13 la eficiencia de refrigeración de CPUs y GPUs

¿Os imagináis sistemas de refrigeración de CPU y GPU sin ventiladores, enormes disipadores ni bombas de agua? Pues bien, un estudio realizado por un equipo de investigación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) detalla cómo los transistores térmicos con canalización del calor ofrecen un potencial de refrigeración superior al de cualquier otro sistema disponible en la actualidad.

La eficacia de los transistores térmicos es 13 veces superior a la de los métodos tradicionales. El incremento de la eficiencia se debe a una capa ultrafina que cambia a un estado conductor con baja tensión. De este modo, los transistores térmicos distribuyen el calor de forma más uniforme, desplazando el calor acumulado desde el punto caliente hacia los extremos.

Para lograr una eficacia tan elevada, el equipo de la UCLA precisó sintonizar los campos eléctricos para pasar fácilmente de frecuencias de milihercios a megahercios. Lo que hace destacar a dicha solución es la escasa potencia necesaria para controlar el flujo de calor y la posibilidad de integrar transistores térmicos directamente en el chip que requiere refrigeración, sobre todo ahora que los fabricantes de chips están optando por diseños de chips apilados en 3D.

Una nueva capa de transistores térmicos ultrafina podría multiplicar por 13 la eficiencia de refrigeración de CPUs y GPUs

Por si fuera poco, los transistores térmicos también podrían funcionar bien con bancos de energía fabricados con nitruro de galio y carburo de silicio. El equipo de la UCLA señala que la tecnología aún se encuentra en una fase temprana de desarrollo y que la eficiencia podría mejorarse con una mayor investigación.

Al margen de las ventajas que aportan a los semiconductores, los investigadores están haciendo uso de los datos recogidos a través de los transistores térmicos para comprender mejor cómo regulan la temperatura las células vivas, ya que aún se desconocen los mecanismos a nivel molecular.

Vía: NotebookCheck

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